Sicaria

Capítulo 14 | Problemas solucionados

Días después

—Entonces ¿Ashton ya está mejor?— me pregunta Chris mientras él y Alex limpian las mesas y yo cuento el dinero de la caja para entregar lo que se ganó hoy.

Asentí. —Ah, sí, así es. Quizás mañana regrese a clases— añadí en cuento me di cuenta que él no podía verme.

—¡Qué bien por él!— respondió Alex. Chris sólo asintió. Y ahora ni yo misma me creo que estos dos se estén preocupando por el chico emo. Es increíble como las cosas cambian en tan poco tiempo.

Ya casi terminábamos de ordenar todo cuando sonó la campanilla de la puerta, indicándonos que alguien había entrado al restaurante. Todos pusimos la mirada ahí, pues técnicamente ya no había ni un cliente, pero olvidamos colocar el letrero de cerrado.

Me di una palmada en la cara, claro, imaginaria, porque cuando tuve que ver a la persona que acababa de entrar, sólo le intenté dar mi mejor sonrisa sin parecer extrañada de que él estuviera ahí a esa hora.

Sí, si pensaron que se trataba de Luke, pues están en lo correcto; ya no me sorprende que el llegué en momentos extraños.

—¡Luke, que sorpresa!— dije, observando como el caminaba hacia mí; Chris y Alex sólo lo miraban extrañados.

—¿Qué haces aquí, Luke?... como veras ya vamos a cerrar y no tenemos nada.— Chris señaló todo alrededor con sus manos.

—Lo sé, Chris. Justo por eso vine a esta hora.— No dejo de observar a Chris y a final fijo su mirada en mí.

—¿Qué qué es lo que necesitas, Luke?— lo miré nerviosa.

—Luke, ya te dije que no hay comida— Chris respondió primero que él. Luke rio levemente.

—Ya te dije que no vine por eso, Chris.— Me miro de reojo y de nuevo a Chris.

—Chris, mejor terminemos de limpiar la cocina para ya irnos.— Alex lo tomó del brazo y lo arrastró hacia la cocina.

Mientras ellos peleaban, yo terminé lo que tenía que hacer, y ahora podría irme. —¡Chicos, ya terminé!— les grite a ambos y me dirigí a los vestidores, y sí, Luke me seguía.

—Ahora sí me dirás que es lo que haces aquí.— Lo miré seriamente.

—¿No es obvio, Sam?— Negué, a lo que él rio. —Obvio que por ti, ni modo que este aquí por Alex o Chris— y estalló en una enorme carcajada.

Lo miré extrañada. Él dejo de reír y fui a cambiarme.

Al salir, pensé que el ya no estaría allí, pero era obvio que sí, se supone que estaba ahí por mí, para quién sabe qué.

—¿Nos vamos?

Levanté la mirada. —¿A dónde?

—Sam, sé que vas todos los días a casa de Ash, así que hoy yo te llevaré— sonrió.

—Oh, pero no es necesario.

—Lo sé, pero quiero ver a Ashton, así que, anda, vamos.

Y no pude negarme, después de todo, Luke también es su amigo y yo no soy nadie para negarle a quien ver.

Caminamos hacia su auto, no me despedí de los chicos por no armar un escándalo entre Luke y Chris.

—¿Cómo ha seguido Ashton?— Luke rompe el silencio que nos acompañaba desde que salimos del restaurante.

—Pues ya está un poco mejor.— Me encogí de hombros. No es que no quiera hablar de eso, sino que todo mundo me pregunta por él como si yo fuese su enfermera, aunque lo parezco, pero no. También si quieren saber de él, que lo visiten.

Luke después de escuchar eso no dijo de nada, sólo fijo su vista al frente.

Minutos más tarde llegamos a casa de Ash. Rose, la chica de la señora de la limpieza ya me deja entrar como si yo viviera ahí, como era de esperarse, sus padres no están en la ciudad.

Encontramos a Ashton acostado en uno de los sofás viendo televisión, yo me adelanté, en cuanto éste me vio, sonrió. —¡Hola, Sa...!— dejó la frase en el aire y su sonrisa se borró de su rostro al ver a Luke.

—¡Oh, sí, hola Ashton!— saludó Luke al darse cuenta de que lo miraba.

—Hola, Luke— le respondió muy cortante pero a la vez tratando de ser cortés. Yo no sabía que hacer, así que sólo me limité a sentarme junto a Ash.

—¿Cómo estás? Veo que ya mucho mejor— sonrió y tomó asiento en el sofá junto al nuestro.

—Sí, gracias por preocuparte, Luke.— Me miró tratando de pedirme una explicación de qué hacía él ahí.

—No es nada, los tres estuvimos a punto de morir.

—No lo creo— susurré sin pensarlo.

—¿Dijiste algo, Sam?— Luke me miró.

—No, nada.

—Luke ¿Qué pasó contigo? Ya sabes el arma— preguntó Ash.

—Oh, justo por eso venía, hoy me dijeron que, como todo había sido en defensa propia y no se encontró ningún herido, yo estaba libre de cargos, sólo tengo que sacar un permiso para tener mi arma.— Se encogió de hombros.

—Me alegra eso— dijo Ashton, pero sonó más como pregunta, que como otra cosa.

—A mí igual— apoyé a Ashton para mejorar un poco el ambiente, pero no fue así.

Y sinceramente no sabía que más decir, creo que ninguno sabía. Y aunque tenía muchas ganas de ver a Ashton, así como últimamente me pasa.

Todos nos mirábamos intentando encontrar algo interesante en nosotros o en el aire. Pero no había nada, hasta que Luke abrió la boca para decir algo. —¡Chicos! Creo que esto esta un poco aburrido, ¿Y si hacemos algo?

Ashton y yo intercambiamos miradas, dudando en sí aceptar o no.

—Luke, creo que es un poco tarde y, estoy un poco cansado, y ya mañana regreso a clases no creo que sea lo correcto— habló Ashton por los dos.

—Ya entiendo ¿Quieres que me vaya?— Luke rio sarcásticamente.

—Pues no lo decía así pero tómalo como quieras.— Se encogió de hombros.

—Bueno.— Se levantó de su lugar. —¿Nos vamos, Sam?

—Pero, pero...– Miré a Ashton, él asintió. —¿Necesitas algo?

—No Sam, puedes irte con él— sonrió. O eso es lo que intentó.

Ash y yo nos levantamos de nuestros asientos y caminamos guiados por Luke hacía la puerta, Ashton seguía pidiéndome una explicación con la mirada, obvio. No es que no se llevara bien con Luke, pero digamos que no eran muy buenos amigos, aunque él fuese su héroe.



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En el texto hay: mafia y amor, 5 seconds of summer, sicaria

Editado: 06.06.2020

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