Por la mañana, desperté un poco tarde, sí, efectivamente fue por haber estado pensando demasiado en ese mensaje, de verdad me siento muy asustada, pero no sé qué hacer, temo que si se lo cuento a alguien, me hagan algo a mí, porque seguro esa persona me conoce pero también pienso que quizá pueda tratarse de una broma de alguien, alguien que odie a Ash o algo así.
―¡Sam!— Escuché a alguien gritar desde afuera, obviamente se trataba de mi mejor amigo, Calum.
―¡Ya voy!― Abrí la puerta. Él me sonrió.
―¿Por qué tardas tanto? ¿Hablaste con Luke toda la noche?― Me miró de una forma rara.
―¡¿Qué?! ¡No! Estás loco.― Negué al instante y salí del departamento.
―Lo sé― rio y se adelantó hacia el elevador.
Ya no dije nada más, Luke no tenía nada que ver en que no haya dormido bien, aunque si por mi mal humor.
Llegamos un poco tarde a la universidad, fue por mi culpa, pero a Calum, ni a los demás les importó que las clases ya habían comenzado, y todos estaban reunidos en la entrada, esperándonos.
―Chicos― los saludé. ―¿Qué hacen todos aquí?
―Los esperábamos ¿No es obvio?― respondió Luke al mismo tiempo que rodaba los ojos.
―Bueno, ya entremos, es tarde.― Los miré a todos, estos asintieron, excepto Calum y Hailee que ¿Se miraban como si no hubiese nada ni nadie más a su alrededor?
Ignoré esto y todos nos dirigimos cada uno hacía nuestros respectivos salones, obvio Hailee venía conmigo.
Entramos al salón, recibiendo de parte de todos, una mirada, pues fuimos las ultimas en entrar y la clase ya había comenzado hace varios minutos.
Traté de descubrir de qué trataba la clase de hoy, pero una pequeña risa de Hailee junto a mí, me desconcentro.
―¡Hailee!― susurré, llamándola. Ella solo giró a verme. ―¿Qué pasa?
―Nada...― Hizo una mueca extraña.
―Bueno, dame ese teléfono.― Estiré mi mano y se lo arrebaté.
―¡Dámelo!
―¡Nooo!― Le dí un vistazo a la pantalla, y se estaba mensajeando con Calum, eso era algo normal, pero lo raro fue que, esta vez, ellos estaban teniendo una de esas peleas tontas cursis de novios de quien quería más a quien.
―¡Hailee! ¿Qué...?― No pude terminar de preguntarle esto, porque todas las miradas de nuestros compañeros estaban de nuevo en nosotras.
―Señoritas llevó varios minutos tratando de dar mi clase, pero parece que ustedes tienen una cosa más importante que esto.― La profesora nos llamó la atención.
―Oh, sí, perdón― me disculpé.
―No, prefiero que sigan discutiendo afuera esto― ella sonrió cínicamente.
―Pero... pero...― Hailee empezó a titubear. Ella sólo señaló la puerta, ambas empezamos a tomar nuestras cosas y salimos del aula.
―Ahora ya puedes estar contenta, ya nos sacaron, sigue hablando con Calum.― Acuse a Hailee.
―La verdad sí― sonrió con cinismo.
―¡Hailee teníamos clase!― volví a reclamarle.
―¿Y? Hablar con Calum es mucho mejor― sonrió. ―Además tú traes una cara de no haber pegado los ojos en toda la noche.― Se encogió de hombros.
Rodé los ojos y me recargue en la pared. ―No, pero la clase era importante. Y tú estás muy rara.
Ahora ella rodó los ojos. ―Sam por si no te has dado cuenta, Cal y yo somos novios.― Señaló su teléfono.
¿Qué? O sea ¿Escuché bien? ¿Desde cuándo? ¿Cómo?
Si todos los días veo a mi mejor amigo... El también estaba muy raro ¡¿Pero que pase esto?!
Ahora que recuerdo, él quería decirme algo ayer, pero claro, soy tan egoísta que sólo pienso en mí.
―¡Qué bien por ustedes, felicidades!― lo digo en serio, siempre pensé que ellos harían una buena pareja. ―¡¿Pero por qué me lo dices así nada más?!
―Pues no sé qué esperabas, realmente. ¿Qué te dijera Sam, tu mejor amigo Calum y yo, tu mejor amiga, somos novios? ¿Así?― Puso el dedo índice en su barbilla, fingiendo pensar.
―Tampoco Hailee, pero, necesitaba procesarlo.
―Lo harás― sonrió con suficiencia, y no sé si por lo que dijo o porque le llego un mensaje de Calum, según yo. Es más probable que por mi segunda opción.
Minutos más tarde, en los cuales Hailee sólo se la pasó con su teléfono, la puerta del salón se abrió, la clase había terminado.
Decidimos levantarnos, el piso no era muy cómodo.
Era la hora del almuerzo, así que nos dirigimos a la cafetería en silencio, pues al parecer Hailee estaba en otro mundo.
Apenas llegamos ahí, los chicos ya se encontraban sentado alrededor de la mesa. Calum vio a Hailee y sonrió como tonto enamorado, no la vi a ella, pero seguro se encontraba igual o peor.
―Qué rápido llegan― bufé exasperada, tomando asiento junto a Luke y frente a Michael, dejando a la pareja a un costado de mí.
―Teníamos hambre.― Mike habla con la boca llena de comida. Hago una mueca de asco.
―¿Y estos...?― dijo Luke observando a Hailee y a Calum. Ambos estaban alimentándose mutuamente.
¿No pueden ser novios normales?
―Apenas hace un rato Hailee me dijo que son novios.― Luke asintió un tanto extrañado, quizás no se esperaba eso. ―Iré a buscar algo para comer.― Me levanté de mi lugar, pero una mano me impidió seguir.
―Te traje algo— Luke sonrió empujando en mi dirección una bandeja con un jugo y un sándwich.
―¿Gracias?― dudé un poco. Él nunca era tan amable. Volví a sentarme.
¡¿Le habrá puesto algo?!
Yo siempre mal pensando los actos de Luke... Pero como dicen... 'piensa mal y acertarás'.
Luke seguía observando como le daba el primer bocado, era bastante incómodo.
―¡Ashton!― Escuché a Luke gritar, mi corazón comenzó a acelerarse. Sabía que él volvería, pero no imaginé que tan pronto.
No quise mirar, preferí seguir mirando mi almuerzo. Aunque no entiendo por qué me pongo así, si ya somos muy buenos amigos.
―¿Qué pasa, Luke?― Ashton respondió de mala gana; no me dí cuenta cuando él se acercó.