Nuevo mensaje.
Eso aparecía cada mañana en mi teléfono, desde el día que recibí la carta y no, no era porque tenía un novio lindo que me mandará los 'buenos días' por las mañanas.
"5 días"
Era lo único que decía el mensaje de hoy, cada día desconocido se encargaba de recordarme cuantos días me restaban para "secuestrar" a Ash.
Sé que faltaba muy poco, pero aún así no tenía ni el más mínimo plan para hacerlo, Ash seguía sin dirigirme siquiera la mirada y eso de alguna forma complicaba las cosas.
Esto está muy mal, lo sé, pero pensé en sólo tenerlo en mi departamento un día, no es tan complicado, en casa de él estábamos los dos juntos.
Pero me niego, me niego a hacer algo malo aunque me esté jugando la vida.
"Recuerda que no es juego ;) has tenido todos estos días y sé que no has hecho nada al respecto"
Otro mensaje llegó, cada vez me sentía más impaciente.
Necesitaba que alguien me dijera que era una broma.
―¡Sam!― gritó susurrando Hailee junto a mí, llevábamos más de media hora en clase y yo ni me he enterado de que ha hablado el profesor.
La miré de reojo. ―Pon atención... Desde que comenzó la clase has estado mirando todo menos al profesor.― Me regañó. Lo cual me pareció un poco extraño porque desde que ella y Calum "terminaron" no me dirige mucho la palabra.
Mi vida está en riesgo, Hailee ¿Cómo estarías tú?
Quise responderle eso, sin embargo esa también era una locura.
Decidí tomar su consejo, tal vez con eso dejaría de pensar en cómo secuestraría a mi amigo.
―¡Sam! ¡Ahora sí me dirás que es lo que pasa! Llevas días sin realmente prestarle atención a las clases, te he visto.― Me acusó, su mirada decía que estaba completamente hablando en serio, ella quería una explicación.
Las clases antes del descanso habían terminado, por fin comería algo, quise apresurarme a la cafetería para ver si también veía a Ashton, tenía que hablar con él, era mi última oportunidad. Pero Hailee me detuvo en medio del pasillo.
Hoy era nuestro último día de clases por las vacaciones de navidad.
―Responde.― Sacudió mis hombros con sus manos, ni siquiera me di cuenta cuando hizo eso.
―Hailee... Es algo complicado, no puedo decirte.― Hice una mueca.
―¿Se... se trata de Calum?― rápidamente preguntó, llenándose de lágrimas sus ojos. Sí que estaba enamorada de él.
―No, no, tranquila, él está muy bien, sí― sonrió. ―Te extraña mucho― añadí, tratando de cambiar el tema y bueno, también ayudarlos en su relación.
―¡Oh, y yo él!― chilló feliz, quitándose con las manos un par de lágrimas que se le salieron sin querer.
―Sí... Yo debo irme, le diré eso.― Intenté sonreír para despistarla, no es que no quiera hablar con ella, pero Hailee me estaba robando minutos de vida o muerte, literal.
―Espera.― Me volvió a detener sujetándome del brazo. ―Ahora dime qué pasa contigo... Somos mejores amigas ¿No? Nos contamos todo.― Asintió mirándome como si tratara de adivinar que me pasaba.
No podía decirle... La convertiría en mi cómplice y si todo sale mal, ella la pagará conmigo.
―No pasa nada...― Apretó su agarre en mi brazo, lastimándome, era obvio que no me creía.
Hailee podría parecer una chica muy dulce e inocente, pero no le importaba nada con tal de conseguir lo que quería.
―Bien, si no me lo dices ahora... Me lo dirás después.― Se encogió de hombros restandole importancia, pero sabía que hablaba muy en serio.
―Escucha...― susurré, tomándola del brazo arrastrándola hacia un lado del pasillo. ―No puedo decirte nada, Hailee, si lo hago tú también acabarás mal, sólo confía en mí... Estaré bien.― La tranquilice, haciéndolo a la vez conmigo misma.
―Sam, ¿Qué pasa? Dímelo, no me importa, puedo ayudarte... A lo que sea que estés haciendo.
―No, no, tú no harás nada, es sólo un pequeño problema... Sólo necesito que me ayudes a recuperar a Ash.― Abrió la boca sorprendida, debido a que mal malinterpretó mis palabras. ―Su amistad, me refiero a eso.― Cerró la boca de nuevo, pero asintió, sonriendo maliciosamente.
Eso no era nada bueno...
Nos dirigimos a la cafetería, supongo que estaríamos solas pues los chicos sólo aparecían de repente.
―Te ayudaré, Sam, pero después tienes que contarme todo― dijo segura.
―¿Contarte qué, Hailee?― Luke apareció junto a nuestra mesa haciéndonos dar un pequeño brinco.
―Pues... Lo que le pasa― habló dudando. Luke se sentó con nosotras mirando directamente a Hailee.
―¡Lo que paso con Ashton, sí, eso! Ella no sabía lo que sentía por él y le pedí su ayuda para hacerle algo especial, quiero que me perdone por... Por... Haberlo besado.― No soné tan convencida, pero era la verdad en cierta forma. Y no quería que ella le dijera algo a Luke, bastante tenía con ver cómo le explicaría a Hailee.
―Oh, eso.― Hizo una mueca extraña que no sabría identificar.
Preferí ya no mencionar nada a Hailee con Luke ahí.
Michael llegó a nuestra mesa junto con Ashton, haciendo a Luke rodar los ojos apenas los vio juntos.
¿Desde cuando ellos hablaban?
Sí, ambos estaban en nuestro grupo de amigos, pero como al ser amigo de Luke, y él y Ashton no se llevaban bien, por ende tampoco con Michael.
―Quédate con nosotros, Ashton. No te preocupes por Luke― Mike le dijo, mirando al rubio para asegurarse de que no le molestaría.
―No, yo...
―Quédate.― Luke rodó los ojos al decirle. ―Yo me voy.― Hizo el amago de levantarse al mismo tiempo que Ash se sentaba, como no queriendo hacerlo.
―Ash, ¿Dónde pasarás la navidad? Escuché que tus padres suelen estar fuera del país estas fechas.― Hailee me miró, asintiendo antes de preguntarle, creo saber a dónde iba su plan... Ella quería que Ash y yo pasaramos la navidad juntos. Seguramente ella pensaba que necesitaba una simple cita con él, pero no, era más que eso.