—Buenos días, Sam.— La voz de Ash recién despierto sonaba tan bien, que podría escucharlo así todos los días.
—Buenos días— le sonreí, al parecer fue mi culpa que se despertara, o tal vez no durmió muy bien en el sofá.
—¿Dormiste bien?— Quise saber, me sentía apenada con él, por despertarlo con mi ruido en la cocina y porque durmiera ahí, no debía ser muy cómodo.
—Sí, de maravilla.— No sé si lo dijo en serio, o sólo por educación.
Ash no dejaba de mirarme, ni yo a él, pero esto no era incómodo, al contrario, ambos nos sonreíamos como si no hubiese nada más al rededor.
Ahora entendía a mis mejores amigos.
—¡Buenos días, niños!— Mi madre nos interrumpió en nuestra pelea de miradas.
Los dos despertamos de nuestro extraño trance para mirarla.
—Hola, mamá— saludé, un tanto apenada, esperaba que no haya visto lo que hacíamos.
—Buenos días, Clyre.— Ash también la saludó más cordial.
Ella nos inspeccionó a cada uno antes de seguir su camino hacia la cocina, tratando de averiguar que nos traíamos entre manos.
—¿Tienen hambre? ¡Vamos, hoy es noche buena!— Realmente mamá estaba muy alegré, tal vez porque era la primera navidad que teníamos un invitado.
Ambos asentimos y la seguimos a la cocina, no sin antes ayudar a Ashton a levantar las sabanas del sofá; había insistido que se quedará en mi habitación y yo aquí, pero él sólo se negó rotundamente.
Desayunamos tranquilamente, al parecer Ash ya había olvidado que tenía que avisar en casa donde se encontraba. Y eso me tranquilizó a mí, sabía que esto no era algo bueno, pero esto ayudaba más en la misión que hasta ahora encontraba absurda, pues no entendía que tenía que ver yo y él con esas personas.
—Chicos, quiero que me ayuden a preparar la cena. Ni crean que se irán por ahí...— Guiñó un ojo, haciéndome sonrojar por la intención en que lo decía.
—Sí, sí, lo haremos— Ash respondió al notar mi reacción.
Eso ayudó más a que él estaría ocupado y olvidaría todo.
Todo iba saliendo a la perfección...
La tarde la pasamos tal como avisó mi mamá en la mañana, preparando todo para la cena.
Después de todo hasta fue divertido ver como Ash era un pésimo cocinero pero que él daba su mejor esfuerzo para que todo quedará perfecto.
Lo mejor de todo es que lo vi sonreír, y verlo así me causaba una extraña sensación en mi interior. En el fondo estaba alegré de haber sido yo su "secuestradora" puesto que si le iban hacer algo así y lo lastimarían... No podía ni imaginarlo, al menos yo no lo estoy haciendo sufrir... Por ahora.
De alguna forma esto me ayudo a acercarme a él, por mi sola no hubiera logrado nada.
Siempre hay cosas buenas, incluso en lo peor del universo.
—¿Ya esta listo todo?— preguntó Ashton a mi mamá, al parecer ya estaba todo listo pero él chico quería seguir ayudando.
Ella asintió. —Todo listo, pueden ir a cambiarse.— Nos miro a ambos de arriba a abajo, los dos estábamos cubiertos de todos los ingredientes usados para la cena.
Me dirigí a mi habitación a buscar mi ropa para esta noche, y Ash se fue a la recamara de mamá, ella aún estaría limpiado la cocina que quedó hecha un desastre.
Opté por usar un simple vestido negro, me encantaban, y hoy era una noche especial, así que lo usaría.
Después de que Ash tomará una ducha, lo haría yo, y enseguida mamá.
Decidí ir ayudar a mamá un poco con la limpieza de la cocina pero ella ya venía hacia su habitación.
—¿Dónde esta él... Ash?— preguntó en tono burlón.
—Ya esta dándose una ducha.— Señalé la puerta del baño, ella asintió dirigiéndose a su habitación. —¿Mamá?— Ella se detuvo y giró hacia mí.
—Muchas gracias por esto, por... Aceptar dejar a Ash quedarse.— Le agradecí, aunque mis palabras iban más allá de eso, técnicamente le agradecía por ser mi cómplice sin que ella supiese. Sólo ruego que nunca la policía se entere de esto y que mi trabajo sucio sólo sea este "pequeño secuestro".
—Sam... Lo hago por verte feliz, y cuando estás cerca de él, sé que lo estás.— Acarició mi brazo maternalmente, dándome todo su apoyo.
Nos quedamos así unos segundos, al parecer estos días siempre unen más a la familia.
—¿Interrumpo algo?— Ashton habló detrás de nosotras, haciéndome girar a verlo y dejándome con la boca abierta, literalmente, pues sólo estaba usando una toalla envuelta en su cadera.
—No-no, nada, tranquilo...— Apenas y logré decir, creo que me veía como una tonta pero no podía evitarlo. Se veía increíble.
—Bien, ahora es tu turno.— Ash salió del baño guiñándome un ojo. Para este momento, ya estaba más que acalorada.
—Sí... Si quieres vístete en mi habitación, mamá estará en la suya.— Ella se encogió de hombros y desapareció.
Me quedé mirando a Ash como una boba hasta que él tosió fingidamente y señaló mi habitación, sacándome de mi trance.
—Claro, entra.— Asentí y corrí hacia el baño. Ya había hecho el ridículo frente a él en estos últimos minutos demasiadas veces.
Ash me encantaba.
***
La noche había comenzado demasiado bien, mamá ya estaba acomodando todo para la cena mientras Ash yo veíamos en la televisión las típicas películas de la época. No es lo mejor que podemos hacer este día, pero siempre fuimos sólo mamá y yo, así que no había mucho que hacer.
Jamás celebrábamos con mucha familia, puesto que desde que tengo memoria, ella nunca habló sobre mis abuelos o sus hermanos, y bueno, mucho menos de la familia de mi padre.
No quise indagar más porque si ella no tenía las ganas de hablar, no me diría nada.
—¿Ya esta todo listo?— pregunté siguiendo viendo la televisión, estar junto a Ashton incluso así, era increíble, me hacía sentir miles de cosas incluso con tan sólo tenerlo cerca.
—¡Ya casi!— gritó desde la cocina, no pasaban ni de las ocho de la noche, pero ya tenía hambre.