Un mes... Ha pasado un mes desde que Ash no me dirige siquiera una mirada. He querido acercarme a él pero me evita de una y mil formas.
Sólo me quedaba esperar que las palabras de mi madre fuesen ciertas.
Por lo menos, siempre había algo bueno, mis mejores amigos habían retomado su relación y yo me había alejado de Ash, tal vez no eso era lo mejor. Al estar conmigo lo lastimaba.
Y tampoco había sabido nada de las cartas, supongo que mi trabajo como "Sicaria" había finalizado. Me alegraba, no pensaba volver hacer más cosas así. Aunque no estaba del todo segura. Algo querrían lograr a través de Ash, eso era obvio, pero no entendía qué y no quería saberlo, quería olvidar todo.
¿Cómo le explicaría a mamá de dónde salió todo ese dinero?
Tal vez podría decir que fue un bono por navidad o algo en sí, de parte de mi trabajo.
Igual necesitaba hacer algo por recuperar a Ash, no puedo sólo perderlo por cualquier cosa. Pensé en pedirle ayuda a Luke, pero no, claramente él había sido el culpable y por lo que me confesó antes, dudo mucho contar con él.
Mínimo se ha alejado este tiempo, porque yo no quiero saber nada él, por su culpa se han roto relaciones; la mía y la de mis mejores amigos.
―¿Qué tanto miras?― pregunta Hailee, mirando hacia donde yo lo hacía. ―¡Oh, ya!― ella sonrió triunfal y la miré extrañada. Yo no miraba nada en absoluto, sólo estaba perdida en mis pensamientos.
―No miro nada― me quejé.
―Ajá― dijo con sarcasmo. Quise comprobar que puso así a Hailee y miré hacia donde lo hacía hace unos segundos.
Para mi fortuna, yo estaba mirando a Ash, que se encontraba a unas mesas más allá de la nuestra. No entendía por qué él siempre estaba solo, si era un chico increíble.
―Dejen de acosar a mi amigo― Calum se burló de nuestra forma para nada sutil de mirarlo.
―¡No lo estamos acosando!― me excuse, en parte era verdad.
―No, claro que no, sólo ella, amor.― Hailee me señaló y besó a Calum en los labios. Y así comenzó su sesión de besos durante el almuerzo.
Que desagradable.
―Por cosas como estas, odio que mis mejores amigos sean novios.― Rodé los ojos, riendo. No era en serio, pero a veces si era complicado.
―¡Vamos, Sam! Nos amas.― Calum dejó los labios de mi mejor amiga sólo para molestarme con eso y darme un leve golpe en el brazo.
―Claro― dije con un ligero toque de ironía.
―Déjala, mi amor. Está histérica y amargada porque Ashy la dejo.― Tomó el rostro de su novio con ambas manos y le dio un pequeño beso. ―Ella es la única que no se quiere dar cuenta que él la mira siempre y seguramente se muere por volver con ella.― Se encogió de hombros y continuó con los besos a Cal.
¿Por qué alguien no les decía algo?
No dije más, pues no sabía si eso era cierto o solamente una simple mentira piadosa de ella para no hacerme sentir tan mal. Aunque realmente la relación con Ash y ellos, seguía siendo la misma, y si bien no se veían con tanta frecuencia como antes, igual seguían en contacto, sólo él se distanció conmigo. Y eso dolía más que siquiera arriesgar mi vida por él.
―Creo que mejor iré al baño.― Me levanté de mi asiento, sin esperar respuesta.
Rápidamente me dirigí al baño, cualquier cosa era mejor que estar ahí haciendo mal tercio.
Pero justo antes de dar la vuelta en el pasillo que daba hacía los baños, me percaté de que Luke y Michael hablaban afuera de estos, acaban de salir de ahí, por lo que pude notar.
Ni yo misma sé por qué me quedé ahí, donde ellos no pudieran verme. Quizás porque la última vez que me encontré aquí con Luke, me costo mi relación, no quería nada parecido.
Seguramente pronto se alejarían y no pasaría un momento incómodo.
―Pero... No te entiendo, Luke, creí que con el primer trabajo ya les habías dado un gran susto.― Michael lo miraba intrigado, esperando por alguna reacción de su amigo rubio.
―Por favor, eso no fue nada... Al menos con el imprevisto de hace un mes, ha estado sufriendo― dijo en tono burlón.
Realmente no entendía nada de lo que hablan. Pero era extraño.
¿Por qué Luke quería hacer sufrir a alguien? Y lo más importante, ¿A quién?
Esas no eran palabras del chico que yo conocía, él realmente no le haría algo así a alguien... O tal vez sí, después de que él fuera el causante de mi rompimiento y que ni siquiera se inmutara en pedirme una disculpa, decía mucho.
―Pero Luke, yo no quiero seguir ayudándote en esto... Él ahora se ha convertido en mi amigo.― Mike le rogó. Yo me acerqué más a la pared, tratando de escuchar mejor.
―Ya estás metido en esto, no puedes salir. Y ya deja este tema, no me gusta que hablemos de esto aquí. Aún le faltan muchas cosas a "La familia perfecta".― Hizo las comillas con los dedos al mismo tiempo que rodaba los ojos. Se alejó sin previo aviso de su amigo y al parecer estaba enojado.
¿A qué se refería con todo eso? No creo que a un proyecto escolar.
Seguí con la mirada a Luke que no me di cuenta cuando Michael venía en mi dirección.
Por poco y chocamos.
―¿Sam?― Se asombró. ―¿Qué... Qué haces aquí?― Miró hacia donde Luke se había ido.
―Ah... ¿Vengo al baño?― Me quedé igual de sorprendida que él, pues me había descubierto escuchando conversaciones ajenas.
―Oh, sí...― Miró hacia donde se encontraban estos. Asintió poco convencido y dio media vuelta sin decir nada.
Ahora si me apresuré a lo que tenía que hacer, dejando de lado todo lo extraño que había escuchado.
Tal vez después tendría la oportunidad de sacarle todo eso a Luke.
Primero tenía que seguir ideando cómo tan siquiera hablaría con Ash.
Salí del baño tranquilamente, ya no quería encontrarme con cosas raras. Saqué de mi bolsillo de mis jeans mi teléfono para ver la hora y aún restaban cerca de quince minutos para volver a clase y... Y yo que me escabullía de la parejita de enamorados.