No entendía nada de lo que estaba pasando, o más bien me negaba a entender.
¿Luke era el causante de todo esto? ¿Por qué?
Necesitaba todas las respuestas de esta situación en la que ahora sabía que Luke me había metido. Pero ni siquiera sabía si llegaría a escucharlas, él me apuntaba firmemente con el arma.
Si moría en vez de Ash, me lo merecía.
―Sam... Linda, no seas tonta― Luke dijo con ternura fingida, sonriendo tan macabramente, que sentía que yo no conocía a ese chico frente a mí. ―¡Apuntale a ese maldito bastardo!― Señaló a Ash con la cabeza.
―Luke... No lo haré― susurré, ahora me provocaba mucho miedo. Miré a Ash, y él se encontraba igual o peor que yo. Ni siquiera se había movido desde que Luke llegó.
―¡Hazlo! Es tu vida o la de él, tú decides― gritó, cargando el arma. Por su expresión me di cuenta que no bromeaba.
―Hazlo, Sam...― la voz rota de Ash me llamó la atención. Él asintió en cuanto lo miré.
¡NO IBA A HACER ESO!
―¡Primero explícame todas las razones por las que hiciste esto!― No sé de dónde saqué valor para gritarle. Sabía que no era tiempo para ponernos a discutir eso, pero necesitaba ganar tiempo y pensar en una posible solución.
―¡Tú no tienes ningún derecho de pedirme explicaciones!― rio estrepitosamente. ―Tú sólo cumples mis ordenes. ¡Y ahora tienes que matar a tu querido Ash!― Fingió arcadas al finalizar la frase.
―¡Yo no tengo razones para hacerlo! Lo amo.― Miré a Ash mientras él volvía a reír sin gracia. Ya me estaba cansando su actitud. Después de que confíe en él me hace esto.
―Ese fue tu gran error.― Chasqueó la lengua. ―Si tan sólo no te hubieras enamorado... Todo hubiera acabado después del secuestro. Qué gran susto se dieron sus padres― ahora sí rio fuertemente.
¿Cómo es que disfruta el dolor ajeno? ¡Él estaba ese día aquí!
―¿Tú-tú fuiste el que planeó todo eso?― pregunté titubeando, a pesar de que las cosas eran más que obvias, necesitaba escucharlo de su propia voz.
―Por favor, Sam...― Seguía riendo. ―La respuesta es más que obvia.― Se encogió de hombros como si fuera lo más normal del mundo.
Ash y yo nos miramos, esperando la gran respuesta.
―Pero... ¡¿Por qué?! ¿Por qué a Ash le haces esto? ¿Por qué yo tenía que hacerlo?― pregunté. Él negó al instante.
No entendía por qué Ash no decía ni se movía para nada, quizás estaba muy asustado.
Sabía que Luke no me contaría las razones, y sin pensarlo dos veces, tomé con fuerza el arma y le apunté a él. Me daría las respuestas, sí o sí.
―Sam, ¿Qué haces?― Ashton habló muy asustado.
―Lo que éste imbécil me enseñó, después de todo― reí irónicamente.
―Baja eso― ordenó Luke. Yo negué.
―¡Tengo derecho de al menos saber por qué me hiciste hacer estas estupideces!
―Cierto.― Chasqueó la lengua otra vez. ―Te lo contaré... ¡Pero, baja esa maldita arma!― gritó enojado. Pero a modo que ya estaba cediendo, obedecí. Después de todo no me agradaba estar así.
Bajé el arma al mismo tiempo que él, aunque la sostenía con miedo, jamás había tenido algo así en mis manos.
―¡Habla!― Pidió Ash, acercándose a mí, al parecer ya había pasado un poco su pánico.
―¡No me des órdenes!― Subió de nuevo la pistola a la altura de su cabeza, apuntando a Ash. El levantó los brazos en señal de rendición.
Luke se quedó unos segundos mirando a la nada, jugando con el arma como si nada. Ash y yo no dijimos nada, pues temíamos que por el estado exasperado de él hiciera algo en nuestra contra, llevamos las de perder.
―Bien... Yo sólo necesitaba que alguien me ayudará a darle un pequeño susto a los padres de Ash.― Se encogió de hombros. Ashton frunció el ceño.
―¡Pero tú y yo ni siquiera nos conocíamos!― Ash se defendió. No entendía nada.
―Y es verdad... Pero tu padre y mi padre sí... Digamos que... ¡Tus malditos padres tienen la culpa de que mi madre haya muerto! Y mientras tú tenías tu familia perfecta... Yo estaba solo ¡Porque la destruyeron!― Pude notar unas vagas lágrimas asomándose en sus ojos.
Jamás hubiera imaginado que la madre de Luke muriera por eso. Tenía que ser una gran confusión.
―Luke... Eso no es cierto...― Ashton quiso acercarse a él, pero él lo detuvo apuntándole de nuevo.
―¡Claro que sí, mi padre me contó todo!― grito, enfureciéndose.
―¡Pero no tenías ningún derecho de hacer justicia por ti mismo!― ahora le grité yo. Era verdad.
―Para lo que me importa.― Rodó los ojos.
―Si me querías sólo a mí... ¡No hubieras metido a Sam en esto!― Ashton apretó sus puños.
―Ella calificó perfectamente con lo que estaba buscando para completar el trabajo― rio levemente.
―¿Có-cómo?― pregunté asustada.
―Simple.― Sonaba tan tranquilo, que es como si tratara estos temas a diario. ―Tú comenzaste a interesarte por Ashton y de esa forma me sería más fácil que él cayera en el dichoso "secuestro".― Ash abrió la boca en asombro. ―Sin embargo, tú te enamoraste de él... Ambos lo hicieron y esto... Se volvió personal.― Apuntó de nuevo al chico junto a mí. ―Odiaba a Ashton por tener la familia que yo nunca tuve, y ahora se quedaría con la chica que me había hecho sentir algo distinto. Sí, Sam... Me enamoré de ti― rio sin gracia.
¿Había escuchado bien? Ya nada en ese momento me sorprendía.
Luke era capaz de todo con tal de obtener lo que quiere.
La habitación cayó en un silencio sepulcral.
―Ahora que los dos saben la verdad... Tal vez es mejor que me deshaga de ustedes― sonreía extrañamente. Nos amenazaba a ambos con el arma, intercalando.
Creo que después de todo, sentía un poco de empatía por él, pues yo también había crecido sin mi padre. Tal vez esto es lo que provocaba el no tener el cariño de tus padres.
―Deja a Sam irse, ella no tiene la culpa de nada.― Ashton se interpuso delante de mí.