—Luke... ¿Qué-qué haces aquí?— Quise sonreír pero sólo una mueca extraña fue lo que formó mi boca.
Él sin en cambio, me sonreía como si no hubiera pasado nada malo... Como si fuera un gran amigo de la infancia.
Como si en realidad quisiera amenazarme con eso.
Se encogió de hombros antes de hablar.
—Sólo me gusta darte visitas sorpresas— sonrió. El tono en que lo decía sonaba como una simple broma, pero al saber como estuvo utilizándome y teniendo una perspectiva diferente de él a como todos me decían y terminaran siendo reales los rumores acerca de él, me hacía dudar hasta de su sonrisa, que podría parecer sincera.
Fruncí el ceño. —Oh... Es un poco raro, pero esta bien.— Asentí muy extrañada. Pues a quien menos esperaba encontrar en mi casa y en mi vida de vuelta, era a él.
No entendía que hacía ahí.
No sé cómo se atrevía siquiera a buscarme.
—¿Cómo... Cómo has estado?— preguntó como si nada, sentándose en el sofá frente a mí.
Rodé los ojos antes de responder. —¿Qué rayos haces aquí? Yo no me creo esto de que sólo vengas a "visitarme".— Con los dedos, dibujé las comillas en el aire. Quise hablar tranquila, sin embargo estoy segura que mi madre me escuchó. —Después de todo lo que me causaste hace mucho tiempo, ya no creo en ninguna de tus palabras.
—Sam, eso fue hace mucho tiempo. Vengo justo por eso, a pedirte disculpas por todo el daño que te cause.— Sonaba sincero. Podría decirse que se notaba un ligero rastro de arrepentimiento.
—Luke...— Quise creerle y pedirle que me explicará más. Sin embargo, había olvidado que no estábamos solos. Mamá entró en ese momento a la sala con unas bebidas.
Ambos nos quedamos en silencio, mirándola.
Esperaba que ella no hubiese escuchado nada. Me moriría de vergüenza si ella se enteraba de lo que hice.
—Creo que tienen mucho de que hablar. Los dejo solos.— Ella amablemente nos sonrió y salió de la sala.
No quería hablar con Luke, necesitaba dejar el pasado atrás. Nada cambiaría las cosas ahora. Eso no devolvería al amor de mi vida.
Agradecí que mamá nos dejara. No estaba lista para contarle eso.
—Luke... Con un simple perdón no arreglarás las cosas.— Terminé lo que quise decirle desde un principio.
—Lo sé.— Agachó la mirada. —Pero, de verdad estoy muy apenado con todo lo que te hice, tú no tenías la culpa de nada.— Rodé los ojos. Eso era más que obvio y a él nunca le importó.
—Eso ya lo sabía— murmuré. Sin embargo él no prestó atención a lo que decía y continuó hablando. Al parecer sólo quería decir todo lo que una vez no pudo.
—Escucha, Sam.— Me miro fijamente. —Sé que esto no arreglará nada, ni borrará el pasado o hará que tu querido Ash vuelva.— Al mencionar su nombre, sentí como mi corazón se aceleró. Si quizás Luke no se hubiese interpuesto en nuestro camino, estaríamos juntos. Pero de alguna forma, él hizo que nos acercáramos.
Quise hablar, pero él levantó su mano en señal de que me detuviera.
—Al principio sólo quería que "secuestrarás" a Ashton, con eso seguramente sus padres estarían muy asustados. Pero no fue así, de alguna manera ellos se enteraron que estaba bien, a pesar de que hiciste todo al pie de la letra.— Suspiro. —Y después, cuando me enteré que tú comenzaste a sentir algo más por él, todo se volvió más personal... Lo odiaba por haber tenido la familia que siempre quise, por haber creído que su padre tenía la culpa de la muerte de mi madre y que ahora se quedara con la chica por la que había sentido algo... Mi odio se incrementó.
—Pero Luke...— lo interrumpí, de alguna forma eso ya lo había dejado claro la última vez que lo vi.
—Sam, te dije que no interrumpieras.— Me miró mal. Bufé exasperada, realmente no quería escuchar lo que ya estaba más que claro.
—Sé que eso ya lo sabes. Pero no volví hasta acá para recordartelo.— Esto me interesó. Porque yo no sabía que había pasado con él todos estos años.
—¿Entonces?
—Me gustaría que... Ahora que Ashton ya no está en nuestras vidas... Podamos tener algo... Porque Sam, nunca he dejado de sentir algo por ti.— Su mirada estaba tan clavada en mí, que me hizo estremecer. No podía estar hablando en serio.
Después de todo, Ashton era su hermano.
—Luke...— Desvíe la mirada de sus ojos. —Dime por favor que es una broma. Yo... Yo... Yo no podría pensar en algo así contigo, después de todo el daño, después de saber que tú y Ash son hermanos.
Él rodó los ojos. —Ashton, Ashton, Ashton... ¡Estoy cansado de ese nombre! ¡Lo hubiera matado ese mismo día!— Soltó enojado, apretando sus puños.
—¡Cómo puedes decir eso, es tu hermano!— Quise acercarme a él, pero dio un paso hacia atrás, alejándose.
—¡Para mí no existe! Él nunca ha sido nada para mí, nunca lo veré así, Sam... Maldita sea, Sam, él te dejo y seguramente lo sigues amando.
—No...— Negué al instante, pero ni yo misma lo creí.
—¡Entonces, vamonos! Vente conmigo a Estados unidos, vamonos lejos de Sydney.— Se acercó a mí, suplicando con la mirada.
¿Esto era real? ¿Luke realmente me estaba pidiendo eso?
—¿Qué?— Parpadee varias veces. —No me iría contigo, lo siento. No después de todo lo que hiciste ¡Luke, casi me conviertes en una asesina!— Negué varias veces con la cabeza. Él no podía venir a pedirme esto y lamentablemente ni siquiera sentía algo por él.
Años atrás sentí lastima por como su padre le había mentido, sin embargo ahora ya dejé eso en el pasado. No quiero nada que me recuerde las cosas ilegales en las que me metí.
—¡Olvida eso! Fue hace años, cuando era un adolescente que necesitaba atención.— Rodó los ojos. Al parecer, los años pasaron, pero él seguía teniendo el mismo temperamento y no aceptaba una respuesta negativa.
—¡Vete de mi casa! ¡No quiero volver a saber nada de ti!— Señalé la puerta amablemente.