Capítulo 4: Atrapando a los demonios

Lisandro se detiene momentáneamente creyendo que no puedo lograr lo que me dice. Los demonios son un grupo de hackers en la red profunda que se han popularizado en los últimos dos años, se cree que tienen una fuerte conexión con los espíritus malignos. Se rumorea de que su ritual de iniciación tiene que ver con jugar a la ouija, pero hasta el momento no está confirmada dicha información, muchos de sus miembros han sido responsables de diferentes ataques de pánico colectivo, parece que no les interesa el dinero sino la atención.

Es increíble que muchos hackers talentosos se dediquen a cosas que me parecen banales o son sumamente tontas, porque creas un colectivo para aterrorizar, puedes robar dinero, manipular los semáforos de la calle, vender lo que sea en el mercado negro. Supongo que cada quien tiene su propósito o misión correspondiente en la vida.

Lisandro me sube al carro para que nos dirijamos a la base que se encuentra en el centro de la ciudad. Tengo entendido que todo está centralizado, todo terabyte de información cruza por la planta central de información de la ciudad, en caso de un ataque de denegación o quieren hurtar información, simplemente tienen todo a la mano.

Al llegar a la base central puedo ver a un sin fin de agentes de la policía local trabajando: desde la sección de delitos menores hasta el equipo antinarcóticos. Las oficinas son tan sofisticadas y tecnológicas, es como si yo estuviera en una dulcería.

—Genial — digo.

—Impresionante — dice Lisandro.

Nos subimos al elevador hasta el cuarto piso en donde se encuentra la división de delitos informáticos, la oficina es un sin fin de computadoras y un sin fin de agentes trabajando para evitar cualquier ataque cibernético y espero que estén equipados con lo mejor de lo mejor, porque estoy segura de que podre ingresar.

—Bienvenida a los Sick Boys — dice Lisandro.

Caminamos por los pasillos, todos los trabajadores me ven como si fuera competencia y algunos me sonríen. Creen que trabajo aquí, pero todavía no me he ganado mi lugar.

Nos dirigimos a la oficina de la jefa de división, Astro, uno de los jefes que empezó desde abajo, siendo un simple conserje hasta ser jefe de la división especial. He leído todo sobre él, sin duda una historia de superación personal.

—Lisandro — dice Astro.

—Señor, queremos decirle que el ataque no es más que una obra de los demonios — reporta Lisandro.

—Solo los tenemos por divulgación de malware, necesito algo más grande para poderlos capturar—dice Astro.

En ese momento me encuentro en blanco, no han podido atraparlos debido a que no cometen delitos graves, lo más que pueden hacer es meterlos presos unos dos años y con suerte conseguir algo.

—¿Quién es la chica? — dice Astro.

—Ella es Sandy, la víctima si queremos verlo de esa forma — dice Lisandro.

—¿Y qué hace aquí?

Silencio incómodo que invade la oficina.

—¿Quiero unirme a los Sick Boys?

Astro simplemente se carcajea.

—Esto no es verdad, sabes que necesitas muchos estudios y certificaciones para lograr entrar a esta división, sin mencionar que esto es muy arriesgado y no quiero mentes débiles — dice Astro.

—Sé que soy capaz y este es mi sueño — digo con firmeza.

—Necesitas hacer algo sorprendente para que te deje entrar — dice Astro.

—Tengo una pista de los demonios — digo.

—Llevala a la parte central — dice Astro.

Lisandro me escolta a una sala que parece diseñada para mostrar hologramas.

—La mesa central puedes descargar la información desde tu dispositivo sin conectarla — dice Lisandro.

Todo el equipo de Sick Boys se reúne para ver. Colocó mi teléfono en la parte central y se proyecta de forma digital por medio de un proyecto central y podamos manipularlo con las manos.

El único problema es que se pueden ver mis fotos desnudas y las que me mandan mis amigas para calificar sus cuerpos. Esto es muy vergonzoso.

Busco la parte en donde tengo la información oculta e ingreso el código. Les muestro un mapa de ubicaciones de ataques y que estos forman algo peculiar.

—Es un mapa de los ataques cibernéticos que han hecho los demonios en los últimos meses — dice Lepta.

—Sí, siguen un patrón pero si unimos y conectamos los puntos — digo.

Utilizo el pincel virtual para conectar los puntos de los ataques que han realizado y nos topamos que han hecho una cruz invertida. Bosu y Serina comienzan a investigar.

—Creen que están haciendo algún ritual — dice Lisandro.

—Están realizando un ritual masivo de suicidios en la ciudad, según varios foros de la red profunda — dice Bosu.

—Pero porque atacar en esos puntos y creen que están invocando algo — dice Astro.

—Al parecer su líder “Everinda” los está convenciendo que si se unen al ejército maligno vivirán eternamente — dice Bosu.

—Son una secta satánica o trabajan para alguna — dice Astro.