Siempre

1. Otra vez

Ya había pasado dos meses y medio desde la última vez que le había dirigido la palabra, las cosas habían cambiado, mis sentimientos por ella habían cambiado, ya no estaba la magia del principio, cuando la vi después de tanto tiempo, mi corazón no se aceleró, y mi sonrisa de idiota no apareció como solía hacerlo antes, la distancia pudo haber sido la culpable, o tal vez esa maldita actitud de ella por quiere creerse menos que los demás me tenía harto, ya no quería seguir insistiéndole que era muy importante, que valía la pena, ella sabía cuánto valía, pero aun asi no se lo creía del todo. Hoy era el día, después de unas cuantas semanas desde que finalice nuestra relación, y de la insistencia de mis amigas porque aclarara las cosas con ella, luego de salir del colegio, iba a llegar a mi casa a esperar esa llamada que anunciara que ya estaba en la puerta esperando que abriera, para tener esa charla y decirle frente a frente que ya no quería seguir siendo su novio, que todo era diferente, pero hasta ahí llegaba nuestra historia.

Subía las escaleras hacia el salón de clase junto a mi parcero, acabábamos hacer deporte en el patio, la camiseta de la sudadera estaba empezando a pegarse en mi espalda debido al sudor, abrieron la puerta del salón, me limpie el sudor de la frente con la manga de la chaqueta mientras Diego entraba, solo quería tomar algo frio, ese calor me estaba matando.

-uy! ¡que rico! -

- ¡¿De quién es todo eso?!- era lo que gritaban algunos del salón entre risas. En eso, dejo de prestar atención a quienes gritaban y veo a quien se lo gritaban, allí estaba ella, tan solo quitándose la camiseta de la sudadera del colegio y dejándose la que tenía puesta debajo. Cuando nuestras miradas se cruzan ella gira la cara y empieza a decirles a los que la molestaban que dejaran de ser idiotas, mientras se vuelve a poner la chaqueta y se sube la cremallera, sin querer giro la mirada una vez más a ella y se ve avergonzada, yo solo aguanto la mirada unos segundos y me salgo del salón con mi botella de agua fría en la mano, sintiendo un quemón en la boca del estómago. No importa, ya no quiero nada con ella, alla ella con quien y en frente de que gente se quita la camiseta.

Habían acabado las clases del día, bajaba las escaleras con la maleta en el hombro mientras reía y hablaba con mis amigos del otro curso de un tema sin importancia, no había podido sacarme de la cabeza esa imagen de ella nerviosa porque la había volteado a mirar justo cuando se quitó esa camiseta, ya era hora de ponerme los pantalones y enfrentar eso que había querido evitar, por tanto tiempo, había terminado con ella por mensaje pues no me creí capaz de decirlo frente a frente en ese entonces. No quería irme a casa todavía, salía del colegio con el grupo solo escuchando palabras lejanas y asentía con la cabeza fingiendo una sonrisa, tratando de simular que si estaba poniendo atención al tema que estaban charlando. Se suponía que tenía que llamarla para cuando ya estuviera en mi casa y ella pudiera ir alla, para el esperado momento. Empezamos a caminar hacia la casa con mis amigos, cada vez más cerca, estaba nervioso, no entendía bien el porqué, pero ya era inevitable, mis amigos pararon frente a la puerta de mi casa se despidieron de mano y solo los vi alejarse de allí, cerré la puerta de mi casa, subí las escaleras, abrí la otra puerta dejé la maleta en el suelo y fui a la cocina a calentar mi almuerzo.

-bueno, llego el momento- me dije a mi mismo mientras encendía el celular y buscaba su nombre, llegue a la letra m, pensando en el apodo, y luego fui hasta la v, VALERIA MARTINEZ, eso era lo que mostraba el celular, busque con la mirada el botón de llamar y me quede ahí, subí otra vez a su nombre y lo releí unas dos veces más.

-bueno ya- dije, mientas marcaba y ponía el celular en mi oreja - alo? - contestaba de otro lado, yo tragaba saliva y le decía- ya estoy en mi casa-

- bueno ya voy para alla- decía y luego colgaba.

Unos minutos después sonaba una llamada a mi celular, era ella, contestaba y me decía que le abriera, yo colgaba e iba a bajar las escaleras a abrir la puerta, apenas abría estaba ella ahí parada, no me miraba solo subía las escaleras y se dirigía a la sala, yo cerraba la puerta y me dirigía a donde estaba ella.

-siéntate- le decía mientras cogía un cojín del sofá y lo ponía a mi lado izquierdo mientras me sentaba, ella bajaba la maleta al piso y se sentaba junto al cojín que había puesto de distancia.

- bueno, de que quiere hablar- decía lo más cortante posible, se sentía una tensión muy extraña, y eso no me hacía sentir bien.

-pues, que me digas, que fue lo que hice, o que paso, para que ya no quieras seguir conmigo- decía con la voz totalmente firme, en ningún momento se veía rastros de dolor, como si no le molestara en absoluto nada y solo estuviera allí por compromiso.



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En el texto hay: secreto, primer amor, amistad amor

Editado: 17.02.2019

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