Capitulo 14.
Ben me dejo los papeles necesarios antes de marcharse a Nueva York, su despedida fue un poco seca un abrazo y un corto beso en los labios, luego simplemente se marcho dejándome en Londres, separándonos de nuevo, y no me dolía sabía que yo no era la persona para él.
Pasa una semana hasta que tengo mi cita en la universidad, cuando voy me siento bien, y sé que esta fue la mejor decisión hablo con el decano el cual está encantado con mis notas de la escuela y hace a un lado todo lo relacionado a América y me da mi nuevo horario de clases el cual empezara en 2 semanas, me di una vuelta por las instalaciones para relacionarme con todo y luego con un suspiro volví a casa.
Pero en la puerta estaba parado Amir y no estaba solo, a su lado estaba Noah el cual le daba una carpeta amarilla y le explicaba algo gesticulando con las manos, no entendía, hasta donde me llegaba mi conocimiento ellos no estaban muy contentos con el otro, nunca se habían llevado muy bien y creo que lo nuestro rebaso el vaso.
- Si lo otro te lo entrego mañana en tu oficina a primera hora- logro escuchar cuando me acerco y Amir asiente.
- No te preocupes cuando esté terminado se lo haces llegar a mi asistenta- Amir me ve y sonríe, yo también le devuelvo el gesto- Taylor.
- Hola Amir, Noah- digo y ellos se hacen a un lado para que pueda pasar a la casa.
- Oye tay espera un momento- me dice Amir y me giro esperando que me diga lo que tiene que decir, y Noah también espera su momento para atacar- mama dice que si te puedes pasar por casa estaría muy contenta, que por favor lo hagas antes de volver a América.
Estuve a segundos de decirle a Amir que no volvería, que me quedaría en Londres, pero sabía que eso solo sería como darle esperanzas a lo nuestro, y nosotros no podíamos tener esperanzas él era un hombre casado, y si eso no fuera suficiente tenía un hijo, un pequeño que aunque me doliera era el hijo del amor de mi vida y yo no me podía entrometer en eso, no era capaz de hacerle tal daño a una criatura que no es culpable de los pecados de sus padres.
- Claro, está bien veré que puedo hacer, adiós Amir- digo y entro a la casa llevando mi corazón en las manos.
¿Será que esto nunca se terminara? ¿Será que nunca dejare de amar a Amir?
El día siguiente esta resplandeciente, me sentía muy bien conmigo misma, y el clima en Londres estaba muy bien, me puse un lindo vestido rosa y unas sandalias planas, acomode mi cabelló y salí en busca de un taxi para ir a la casa de mama, tenía mucho tiempo sin pisar la mansión y creo que ir estaría bien, como curar viejos rencores, el taxi me dejo en el portón y toque el intercomunicador para que me abrieran, debí de haber avisado que venía.
- Si buenos días, mansión Garnet- escucho la voz de una mujer desconocida y me encojo de hombros.
- Hola soy Taylor Gordon, estoy buscando a la señora- se escucha un silencio, y luego un suspiro.
- Puede pasar.
Cuando empiezo a caminar, me siento como de nuevo en casa, el día que llegue a esta mansión estaba destruida me sentía traicionada por mi propia familia, y aquí encontré cobijo, aquí encontré el amor que necesitaba en ese momento, a pesar de todo esta casa me trato de mil maravillas, en el umbral de la puerta veo arrecostado a Amir, tiene una sonrisa en la cara y me escanea.
Yo no puedo evitar mirarlo también, hoy parece relajado, tiene un mono deportivo y una camiseta, su cabello esta revuelto y parece que se acaba de despertar cuando estoy lo suficientemente cerca el me abraza, y me permito inspirar su olor, y chicas Amir Garnet huele a gloria.
- Buenos días Taylor- me dice cuando nos separamos y yo no puedo evitar mirar sus ojos como si estos fueran el cielo.
- Buenos días Amir.
- No sabía que ibas a venir hoy, mama está adentro, Fernanda traerá al niño hoy para que pase el día con nosotros.
- ¿Acaso ella no vive aquí?- el niega y se rasca la parte trasera de la cabeza.
- Estamos divorciándonos, ella cree que lo correcto es que no vivamos juntos, para no confundir las cosas, yo sinceramente no podría confundirlas, creo que el problema es ella- asiento y lo vuelvo a abrazar.
- Es bueno verte Amir, ahora iré con tu madre.
- Si claro, nos vemos al rato.
Al entrar en la cocina veo a mama y no evitamos abrazarnos, sus abrazos se sienten tan bien como los de mi propia madre, la señora Garnet siempre ah sido un gran apoyo para mi, y la mejor suegra que cualquiera desearía tener, es una mujer valiente y la admiro no cualquiera se cala al diablo con todo e infidelidades.
- Mi niña por fin vienes a visitarnos, este día es una maravilla, Fernanda también nos traerá a Amid Badi.
- ¿Amid Badi?- pregunto y luego sonrió- es un lindo nombre.
- Y es un bebe increíble.