Capitulo 26.
Mientras estoy en España me comporto como todo una profesional, y reviso cada detalle de la empresa como si de verdad fuera lo mío y lo hiciera todo los días, me gusta mucho España y su gente y con Liliana me la lleve de maravilla desde el comienzo, aunque a veces me siento un poco perdida no se lo doy a demostrar a nadie.
Y el viaje que iba a ser muy rápido se alargo por tres semanas, había más cosas que hacer que las que el padre de Amir menciono así que tuve que hacer todo lo que estaba en mis manos y más.
- Ya he reservado su vuelo señorita Garnet.
- Gracias Liliana- murmuro con mi mirada todavía en un documento que no me cuadra del todo- ¿Liliana te puedo preguntar algo?
- Claro señorita.
- ¿Sabes quien lleva la contabilidad?
- Si lo conozco muy bien, Manuel.
- ¿Lo podrías recomendar?- ella se tensa y luego se sienta.
- Eso no se lo podía decir señorita, Manuel es un buen amigo mío, muy bueno por aquí y por allá, pero no se a que se refiere, pero con total sinceridad le puedo decir que parece un buen hombre.
Pero no quedo convencida y tomo algunos papeles para revisarlos en mi viaje de regreso, cuando el avión despega no hago más que revisar cifra tras cifra, comprobar los ingresos, veo que sale y que entra, y cuando llego a Londres ya sé que debo de decirle a mi suegro.
Amir esta en el aeropuerto esperándome y en su cara veo que no le gusta nada mi retraso, pero paso de él, estaba trabajando, tal y como él me lo pidió, y lo hice solo para que el no tuviera que faltar a la universidad, ya que se que el de verdad desea graduarse.
- Hola- murmura y veo a todos lados.
- ¿Porque no ha traído a Amid?
- Taylor no empieces.
- Llévame inmediatamente con tu hijo- le ordeno y el rodando los ojos me guía por el aeropuerto.
El conduce sin verme pero no le prestó atención, tiene que madurar, al llegar a su casa me bajo sin ni siquiera verlo, y camino adentro al entrar, mama me ve y corro a abrazarla, mientras nos abrazamos siento que Amir llega a la sala pero trato de seguir ignorándolo, no es que no me muere por lanzarme a sus brazos, pero tengo que ser fuerte y demostrarle que yo puedo con esto y más, que de verdad me gusta ayudarlo, y que quizás no soy del todo una buena para nada.
- Por aquí ya te extrañábamos tay.
- Yo también los extrañaba mucho mama ¿y Amid en donde esta?
- Esta dormido cariño- me dice con pena y hago un puchero- mi esposo no debería ponerte a trabajar tanto.
- No es nada… hablando del diablo, ¿en donde esta? Tengo algo que mostrarle.
- En su despacho amor.
- Vuelvo en un tris.
- Pero tay- dice Amir con rabia y ruedo los ojos, lo que tengo que decirle es realmente importante.
- Ahora no esto es importante.
Camino al despacho de mi suegro y toco antes de entrar con los papeles en la mano, el me mira y alza una ceja.
- No tienes que darme noticias hasta el lunes, no te preocupes ve con mi hijo- le sonrió y niego sentándome.
- Tengo que enseñarle algo, será rápido, pero creo que lo debería de investigar más a fondo.
Y lo que solo iba a ser un momento se convirtió en horas hasta que pude salir de la oficina del padre de Amir el al verme no me hablo si no que fue directamente a donde su padre y yo fui en busca de mi pequeño, necesitaba abrazarlo y quitarme todo el estrés que cargaba encima. Al entrar en la habitación del niño el ya estaba despierto y sentado en la cuna sonriendo a la nada.
- Hola amor- le susurro y él me ve y sonríe.
- Ñaña.
Cuando estoy jugando en el suelo con Amid, Amir entra en el cuarto y al verme en el piso me abraza, yo dejo que me abrase y luego me besa, sus besos me saben a gloria, Amir es el amor de mi vida y a pesar de todos los dolores de cabeza que me pueda causar, creo que estamos hecho el uno para el otro, al final su padre no se equivoco, nosotros sí que debemos estar juntos.
- Siento mi comportamiento, papa me ha contado todo, siento no haber estado contigo y comportarme como un capullo, lo siento cariño- le doy un corto beso y me paro del piso.
- Si bueno ahora hay que organizarle una súper fiesta a este bombón.
Pasan los días rápidos y llega la fiesta de Amid, la cual solo tiene algunos niños y amigos, Chad viajo desde Nueva York para la fiesta aunque sea infantil, el debe de estar en todos los cumpleaños de su ahijado como él lo llama. No eh hablado con Verónica y eso me duele éramos muy buenas amigas y de repente de esa amistad no ha quedado nada, con la que si siempre hablo es con Georgina la cual está más loca que una cabra, me cuenta de todos y como Jordán y su carrera van viento en popa, me alegro de verdad que lo hago.