¿siempre?

Capitulo 28

Capitulo 28.

 

El lunes llego y con ello un gran dolor de cabeza, la oficina andaba vuelta loca, todo el mundo andaba de un lado a otro, el diablo estaba en pleno proceso judicial contra el contador de España por una malversación de los fondos, o algo así, Amir llego luego del almuerzo y aunque estaba relajado poco a poco se fue estresando, es que la gente hoy estaba como que intensa, así que con una sonrisa cerré la puerta del despacho con seguro.

- Tenemos que hablar- le digo y el alza una ceja.

- Esas palabras no me gustan para nada.

- No es nada malo tranquilo.

- Bueno suéltalo…

- ¿En dónde estabas ayer?

- ¿Ayer?- me pregunta confundido y asiento.

- Si ayer, fui a tu casa para verte a ti y a Amid, pero no estaban, una de sus chicas me lo dijo- él se pasó una mano por el cabello y luego suspira.

- Uno de los hermanos de Fernanda se contacto conmigo… él quería conocer a Amid, saber como estaba, Fernanda nunca tuvo mucho contacto con él, ya que bueno el estaba viviendo en Alemania, pero ha vuelto a Londres y quiere formar parte de la familia de mi hijo…

- ¿Así que se lo llevaste?- el suspira.

- No tay simplemente no se lo lleve, no es lo que estas pensando, no le voy a dar a Amid a sus tíos, nada que ver, pero ellos también tienen derecho a conocerlo, y Amid tiene derecho a saber quién es su familia.

- Nosotros somos su familia, ellos nunca se han preocupado por el- chillo y Amir se para molesto.

- Taylor, te guste o no, mi hijo no se llama Amid Badi Garnet Gordon, el se llama Amid Badi Garnet Mossen.

- Sabes eres un idiota- le digo y me alejo de él- te venía a decir que en dos días vuelo a América y que si te parecía bien, pero haz lo que se te dé la  gana.

- Taylor ¿cómo es que te vas a ir?

- Eso no es tu problema- y salgo de la oficina.

 

Se me es imposible quedarme en este lugar así que me voy a mi casa, no me importa no tengo un contrato que me amarre a este lugar, cuando llego a casa estoy un poco frustrada y más que todo obstinada, y para cuando abro la puerta me encuentro con Amelia sentada en el mueble grande, ella tiene en una brazos a Noelia mientras la amamanta.

 

- Hola Taylor- me dice y pongo los ojos en blanco.

- Hola Amelia.

- Tu hermano a salido hace un rato, dijo que tenía trabajo… yo por mi lado creo que no podre salir en unos días.

- ¿Ahora te vas a quedar siempre aquí?

- Si, Noah quiere que estemos juntos, y como tu pasas más tiempo afuera que adentro, el cree que yo sería una gran compañía para tu padre.

- No estoy en casa porque no quiera, es más porque  tengo que trabajar.

- Lo que sea- murmura y yo subo las escaleras ignorándola total  y completamente.

 

Ese día no hable de nuevo con Amir, ni el siguiente y cuando hice las maletas para mi viaje se me paso por la cabeza que quizás el no estaba contento con que me fuera unos días lejos de él, pero es que de igual manera estoy muy molesta con él, así que yo no sería la que llamaría primero, suspire y termine de meter las ultimas prendas.

Cuando baje a la cocina me encontré con Noah solo con Noelia en sus brazos, el me sonríe y me dice si la quiero cargar y yo con una sonrisa la tomo en mis brazos, es tan pequeñita, sonrió de verdad que esta niña me tiene encantada.

- ¿Sabes Noah?- el me mira con atención- quiero cambiar las cosas.

- ¿De qué manera?

- Quiero dejar todo claro, voy a irme mañana a América para cerrar algunos asuntos, trate de hablar con Chad y Rose pero ellos ya se fueron, así que no me quedara de otra que hacerlo después con ellos.

- ¿Y qué piensas hacer luego?

- Noah he cometido muchos errores a lo largo de mi corta vida, y quiero poner todo en orden para poder entregarme a Amir con todo, con cuerpo y alma, y la verdad es que contigo también he cometido algunos errores.

- Los dos hemos sido unos idiotas tay.

- Bueno eso no lo voy a negar, somos unos inmaduros- suspiro y me acerco y acaricio su mejilla- tenemos que arreglar las cosas con Noe y por Amid ellos no se merecen vivir en una familia disfuncional.

- Nosotros no nos lo merecemos.

- No nosotros tampoco.

 

Cuando llegue a Los Ángeles sonreí, me encantaba esta ciudad, encendí el celular y le escribí a Georgina que ya había aterrizado, con mi maleta en mano salí a buscarla, pero no la veía por ningún lado hasta que recibí una llamada de ella.

- Hola perra ¿en donde estas?

- En el campus.

- ¿Cómo que en el campus? Quedamos en que venias por mí.

- Si pero mande a un amigo.



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En el texto hay: celos, amor, decepción

Editado: 27.04.2021

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