No sabía hacia dónde mirar, debía admitir que esta era la vergüenza más grande que había pasado en toda mi vida.
Después de que la puerta de la habitación de Iker hubiera sido abierta interrumpiendo nuestra "Platica", tras de ella apareció Susan, quien no parecía muy contenta al verme.
-¿Podrías acompañarme a casa? -Preguntó ella, sin ni siquiera haberme regalado un simple y condenado "Hola" y tampoco era como que me importara, pero sobre todo, la educación.
-¿Te vas ya? - Cuestionó Iker, sin quitar su mirada de mí. Sabía que quería interrogarme.
-Mi mamá no quiere que llegue tan tarde -Esta conversación se hacía cada vez más incómoda, Iker no quitaba la mirada de encima mío, Susan no dejaba de hablar y por otra parte, yo seguía muda.
-Está bien -Dijo él después de unos segundos -Te acompaño.
Suspiré audiblemente, estaba tan nerviosa que ni siquiera me importó que Iker se fuera a ir con ella.
Tras una última y oscura mirada por parte de él, salimos de la habitación, por suerte, Susan no preguntó que hacíamos los dos solos allá arriba, estaba segura que no hubiera podido decir nada lógico.
Tras llegar al primer piso, prácticamente corrí en dirección a mis amigos, quería salir rápido de esa casa y eso fue exactamente lo que hicimos, no sin antes, maldecir de nuevo a Susan por haber interrumpido en la habitación.
***
Las carcajadas de Glenn resonaban por toda la habitación de Gaia. Después de haber salido de casa de Iker, habíamos decidido pasar por algo de comida chatarra, para después llegar a la casa de Gaia. Los padres de ésta no estaban, así que no sería un problema tener a Glenn a altas horas de la noche en su habitación.
El rubio no paraba de reírse mientras le había contado todo lo que había sucedido, y por raro que parezca, ya no estaba tan molesta, pero Gaia seguía disculpándose, según ella "Había fallado en su misión de Amiga" ¡Siempre tan dramática!
-¿Espera? -Volvió a hablar Glenn, mientras se limpiaba un poco de salsa de su boca -¿Le hiciste reclamo por lo de Susan? -Mis mejillas se sonrojaron violentamente y aparté la mirada mientras otra tanda de carcajadas acudían por parte del rubio.
-Deja la estupidez -Gruñí- No fue un reclamo.
Gaia me miró interesada mientras tomaba un poco de su soda, sabía que estaba tratando de leer mi mente, así que decidí cambiar el tema.
-La cosecha de mañana será en la plaza - Comenté distraídamente, ya que mañana era 18 de diciembre, y la cosecha para festejar era sobre "Green'day" que prácticamente se basaba en re-organizar y ayudar a limpiar las zonas verdes del pueblo y, de por sí, esto siempre se hacía en grupos. El señor Morris era el encargado de decir con quién tendrías que trabajar el resto del día y el lugar específico. La cosecha daba inicio desde las seis de la mañana, hasta las siete de la tarde, y en esas trece horas, el que mejor hubiera organizado su zona, todo el grupo, se ganaría un pequeño premio. Esto ayudaba tener motivado a todo el mundo.
El año pasado, el premio del grupo ganador había sido un mes de comida gratis en "Atlantis". No me gustaba ir a los bailes de la cosecha, pero si me gustaba participar en esta actividad, casi siempre, Gaia y yo nos asegurábamos de quedar en el mismo grupo.
-Siiii -Dijo Gaia felizmente -Este año ese premio será nuestro - Eso era muy cierto, quería un mes de comida gratis, sería un sueño hecho realidad.
-Más les vale que nos toque juntos -Advirtió Glenn, mientras se rascaba la cabeza -O si no, tendrán que verme comer gratis todos los días.
Gaia le sacó la lengua mientras el rubio le daba en casto beso en la mejilla, y por un segundo me les quede viendo, ellos dos, eran tal para cual.
Los tres nos conocíamos desde muy pequeños, desde que tengo uso de razón mejor dicho. Siempre hacíamos todo juntos, no fue hasta que Gaia cumplió los dieciséis, que empezó a interesarse en el rubio y este no tardó en corresponderle mucho. Llevaban ya dos años saliendo y sólo una vez habían cortado por dos días, me había tenía que aguantar a Gaia llorando cuarenta y ocho horas seguidas, pensé que morirá de desamor. ¡Que drama!
Pero de por sí, siempre estaban tan felices, rara vez se peleaban, sería bonito tener a alguien así en la vida...
-Creo que sería mejor que me marche ya -Comentó el rubio, mientras se estiraba -No quiero llegar tan tarde a casa y que mi madre empiece a darme una plática sobre usar condón.
Al decir estas últimas palabra, le regaló una mirada divertida a Gaia, quien se sonrojó violentamente. Solté una carcajada, mi mejor amiga odiaba la palabra "Condón". Era tan rara.
-Te veré mañana -Dijo Glenn, mientras depositaba un beso en mi mejilla -Procura no acosar a Iker en sueños - Antes de que pudiera escapar, le lancé el control remoto en la cabeza.