Tras el evento que ocurrió en la noche con esa voz misteriosa, no pude dormir, no sé si fue el mismo sueño que provoco una ilusión así en mi cabeza o simplemente fue real, aun así, con todo el cansancio de solo dormir 4 horas voy al colegio a hacer la prueba, tomo una bebida energética pequeña para evitar dejar que el cansancio me gane y me pongo a hacer la prueba, no fue demasiado difícil, por ende no me tarde mucho y tras terminarla y revisarla, aprovecho esos pocos minutos que me sobraron para una pequeña siesta.
Mis padres llegan poco después a retirarme y sin problemas me voy a mi casa a preparar mis cosas para ir junto a Mika, tras terminar de alistar todo tomo mi celular y mando un mensaje a Kayto
“Holi Kayto, soy Kuzuha, bueno, pues hoy no estaré en el colegio, quiero ir a ver a alguien importante al hospital así que espero que comprendas”
Pienso sinceramente que avisarle es lo correcto, a final de cuentas no dudo que el también disfruto pasar tiempo junto a mi ayer, se notaba en su cara, pero tampoco quiero que piense que no fui para evitarlo o algo así, nunca se sabe. Empiezo a caminar rumbo al hospital donde normalmente dejan a Mika, supongo que ya la habrán transferido allí, a final de cuentas, es donde se tiene más información de su enfermedad... aunque no se sepa nada de ella prácticamente.
Tras llegar y hacer un poco de papeleo pude entrar al pasillo donde se ve quien está en cada habitación ese día, me detengo finalmente en el número que me dijeron, veo y hay esta “409, Mikaela Watson” perfecto, tras tocar la puerta y no escuchar nada paso sin hacer mucho ruido.
Hay esta, mi mejor amiga, durmiendo como si estuviera en su propia cama, realmente se ha acostumbrado mucho acá... realmente me da tristeza su vida. Hace 7 años, ella le detectaron una enfermedad totalmente extraña, disponía de síntomas muy raros, por ende, fue catalogada como una nueva enfermedad, esta es tan extraña y afecta tanto a la vida de la gente que tras una larga charla con sus padres, terminaron decidiendo en investigar más sobre esa enfermedad, puesto a que incluso si esta era tratada, podría volver en cualquier momento y al no saberse nada de esta, podría incluso empeorar, yo le conocí hace 5 años por ende esos 2 primeros años para ella fueron muy dolorosos, desde ese momento estuve con ella todo el tiempo, nos hicimos mejores amigas, me hice cargo de ella, y acá estoy, viendo como duerme como si nada pasara, llego incluso a admirar a Mikaela, es capaz de hacer todos los esfuerzos posibles para tener una vida normal, a pesar de vivir con el miedo de que en cualquier momento esta se desmaye vomitando sangre, yo no sería capaz de vivir de esa manera, si llegara a pasar en algún lugar como unas escaleras podría ser fatal para ella, aun así, ella no demuestra temor, siempre tiene una sonrisa que ofrecer y a cada uno nos da una seguridad increíble. Si ella quisiera podría ser la más popular del colegio, pero prefiere ser más humilde, además que hace 3 años ha rechazado a todos los chicos que se le han confesado porque al parecer se enamoró de un chico de otra clase, a pesar de que hasta ahora no haya tenido ninguna interacción con él, supongo que eso tan importante de ayer será una confesión o mínimo intentar hacer contacto con él, me gustaría saber de quién se trata, me gustaría apoyarla como sea, se lo merece debido a todos los esfuerzos que les pone a su vida.
Tras un par de horas yo fui rápidamente a comer algo rápido, por ende, al terminar volví y me la encontré despierta finalmente
- Hola Kuzuha, ¿Qué tal?
- Bien, pero más importante, ¿Tu cómo te encuentras?
- Bien, lo mismo de siempre como se puede esperar - tras un pequeño silencio me lanzo hacia ella y le abrazo
- Tonta, no me des más preocupaciones de este tipo – digo en voz baja
- Jaja, tranquila, no es como lo haga queriendo, pero lo importante es el resultado, acá estoy, tan bien como el fin de semana.
Ambas estuvimos hablando durante un gran rato, recibí un buen sermón de parte de Mika debido a mi decisión de retirarme tan temprano y de no haberla despertado en cuanto llegue, aunque realmente no me molesta, yo estoy feliz con su felicidad, así que simplemente acepte todas sus quejas sin problemas, a final de cuentas, tampoco es que le falta razón.
- Así que… ¿Qué tal te fue el lunes? – Voy directamente a un tema de bastante interés, ella tras ver mi expresión sabe automáticamente a que me refiero y en especial, de que sé de qué se trataba eso importante.
- Bueno, tal y como imagino que sospechas, si, fue una confesión hacia la persona que me gusta
- ¿Cómo te fue? ¿Cuál fue su respuesta?
- Pues… creo que te dará risa las casualidades de la vida
- ¿Eh? – por favor no me digas que…
- No pude escuchar su respuesta, paso lo de siempre tras decir que me gustaba, supongo que será por la emoción del momento y esta enfermedad que termino por ocurrir… esto – Bueno, sinceramente llegue a creer que no se atrevió, aun así, es bastante mala suerte lo que le ocurrió, aun así, no creo que haya problemas, ya que, mientras el chico sepa de los sentimientos de Mika no es que tardemos mucho en tener una respuesta de su parte.
Tras consolar a Mika durante un rato debido a su mala suerte con esa confesión, empiezo a mencionarle lo ocurrido el lunes, incluyendo el cómo conocí a Kayto.
- Así que conociste a un chico que tiene gustos parecidos a los tuyos – dice con una voz que obviamente tiene de objetivo burlarse de mi
- Sip, de hecho, tengo hasta su número de teléfono – La cara de Mika queda congelada, esta habrá creído que todos tenemos su misma timidez con la gente nueva, bueno, no niego que me cuesta hacer amistades de ese tipo, pero en este caso fue mi diferente
- ¿Él te gusta? – Pregunta está cambiando por completos los roles y dejándome a mí con un totalmente congelada de lo inesperadamente rápida que fue la pregunta.