Apenas me guiñó el ojo, me sentí un poco incomoda, pero después me fui alejando y pase por el lado de Sebastián para ir a clase, cuando éste me agarró de la mano y me hizo voltear y me dijo:
-Nos vemos ahora en la salida - y me sonrió, me soltó el brazo y se fue, me sentí un poco rara, retomé mi camino. Cuando llegó la hora de la salida Débora y yo nos encontramos en la puerta de la salida a esperar a los muchachos. Llegaron y Sebastián dijo:
-Vámonos en mi carro para llegar temprano -todos asentimos, cuando nos estábamos acercando al carro de Sebastián,él me dice:
-¿Por qué no te sientas en la parte del copilotó?-dijo y lo miré un poco confundida e incómoda.
-No, tranquilo yo voy atrás con Débora, deja que allí se siente Franco- dije.
-¿Por qué no quieres sentarte allí? ¿Te incomoda?
-No, es eso si no que -no me dejo seguir hablando cuando me interrumpió.
Vamos siéntate, si no te sientas adelante no dejaré de insistir-dijo con una sonrisa en su cara, no tuve más que hacer y sentarme en la parte del copiloto.
Llegamos al cine y Débora me agarró del brazo y me llevó caminando rápido, dejando solos a los muchachos.
-¿Qué pasa entre tú y Sebastián?- la mire confundida.
-Nada ¿Por qué lo dices?
-Porque cada vez que Sebastián te mira te hace ojitos y además porque te insistió en sentarte a su lado en el carro.
-¡No!, lo estás malinterpretando todo -dije un poco nerviosa yo sabía que Sebastián me hacia ojitos pero no le di importancia.
-Claro que no, está claro que Sebastián gusta de ti no lo niegues y yo sé también que tú sientes algo por él- dijo con una risa en su cara.
-Claro que no Débora - dije para que no insistiera en el tema.
-Ok, está bien, no seguiré insistiendo- me sentí tranquila con su respuesta.
-Gracias.
Cuando al fin llegamos a la entrada del cine Débora dijo:
-Yo voy a comprar los boletos con Franco y ustedes dos vayan a comprar las palomita y dulces- dijo con una sonrisa pícara y la miré con el ceño fruncido por lo que había dicho, y al parecer esa idea le había gustado a Sebastián porque le dio una sonrisa a Débora de agradecimiento, al parecer estos dos eran cómplices de un plan para poder dejarlos solos a ellos.
-Si vamos Alejandra acompáñame -dijo Sebastián.
-Ok vamos -fui con la cara seria.
Llegamos a la barra para pedir las palomitas y dulces cuando Sebastián rompió el silencio.
-¿Qué tipo de dulces quieres? Yo lo pago.
-No tranquilo, yo los pago -le dije un poco incómoda.
-Déjame comprarte los dulces no insistas -no dejo que respondiera cuando ya le había
pagado al cajero.
-No debiste hacerlo, en serio; pero gracias -le dije con una media sonrisa.
-No fue nada, siempre lo haría por ti - me dijo y me ruboricé por completo.
Llegamos donde estaban Débora y Franco con los boletos y nos dirigimos los 4 a la sala, me senté junto a Débora, para no estar al lado de Sebastián y mi plan salió como yo quería. Sebastián se sentó junto con Franco, cosa que no le gustó mucho; pero no dijo nada, para no levantar sospechas de algo.
Me la pasé muy bien en el cine con mis amigos a pesar de que estaba un poco incómoda con lo que me había dicho Sebastián; pero después de unos minutos no le seguí tomando importancia. Salimos de ver la película y Franco dijo: