Esteban
Invite a Alejandra a salir, pero ya tenía planes con el “Patán” de Sebastián. Me siento tan frustrado de no ser yo quien este a su lado
Hoy cuando me abrazo sentí un corrientazo, el cual no sentía desde hace tiempo y, solo los sentía cuando estaba a su lado ahora después de años los vuelvo a sentir
Salí de mi última clase, me dirigía al estacionamiento donde se encontraba mi auto para irme a casa
Voy llegando a mi auto cuando me encuentro con Sebastián, mi mirada quedo fija en él por un momento, seguí mi camino pero me detiene
-¡Esteban!- dice acercándose a mí
-¿Qué quieres?- respondo a mala gana, gire para verle
-Quiero hablar contigo- dijo fastidiado
-¿De qué quieres hablar?, ¿De lo bien que la pasas engañando a Alejandra?- pregunte molesto
-No quiero que le digas nada, por favor- lo mire y reí irónicamente
-Debería decirle la verdad- digo- Ella no se merece esto, no merece sestar con un tipo como tu
-¿Y con quien debería estar entonces? ¿Contigo?- rio- No me hagas reír Esteban, ella nunca estaría contigo
-¡Ella no estará conmigo pero prefiero mil veces que este con otro y, me reviente de celos y dolor, con tal que este lejos de ti!- me acerque a él- No sabes con quien te metes
-¿Es una amenaza?- se acercó más a mi
-Tómalo como quieras, solo te digo para que lo tengas claro- pase por un lado dándole un empujón por el hombro
Me dirigí a mi auto molesto. Hombres como él no merece el amor de una gran mujer como Alejandra. Arranque mi auto, agarraba el volante con fuerza de lo molesto que estaba. Lo que había dicho antes de que Alejandra estuviera con otro, era verdad, me importaba un bledo mis celos y el dolor que me provocaría el verla con otro, solo para que no esté con un imbécil que le causa tanto daño
A veces llagaban a mi dudas las cuales eran; ¿Sera que todavía siente algo por mi¨?, Y yo mismo me respondía;” No, su corazón es de otro”. Miles de dudas llegaban a mi mente, las cuales siempre me respondía de una forma en la que termina desecho
¿Sera que algún día podre estar a su lado? Esa era la única pregunta que no me respondía, ni un “SI” ni un “NO”, solo me imagina el estar a su lado
Alejandra
Salí de mi clase. Débora me había invitado al centro comercial pero no tenía muchas ganas de salir, así que me negué. Cuando salí de la Universidad vi a Sebastián esperándome, me acerque a él con una sonrisa a lo que él respondió medio serio
-Hola- lo abrase- ¿Qué sucede?- pregunte
-Nada princesa- dijo agarrando mis manos
-¿Seguro? Te veo un poco preocupado
-Seguro- me sonrió y yo asentí no muy convencida, él noto que no le creía, me dio un beso en los labios- Te quiero hablar de algo- dijo nervioso
-Dime
-No, nada- se retractó- Olvida lo que te lo dije
-Dime, tu sabes que puedes confiar en mi- bese una de sus mejillas, al sentir mi beso en su mejilla cerro los ojos
-Que te gusta Esteban- susurro para él pero yo lo escuche
-¿Cómo que me gusta Esteban?- dije burlona
-Lo siento no dije nada- dijo serio, me tenía aun agarrado de mano
-Oye- acaricie su mejilla- ¿Sebastián dime por qué dijiste eso?
-¡Porque es así Alejandra! ¡No me mientas!- me grito, caminaba de un lado a otro echando su cabello hacia a atra mientras yo estaba inmóvil sin entender nada- ¡Solo déjame!