-Y por qué crees que dijo eso?- preguntó y me quede pensativa
-No lo sé- me tape la cara con mis manos- Ese es otro problema, yo no le he dado motivos para que piense de esa manera
-Bueno hija, tienes que preguntarle por qué cree eso- me levante de su regazo para verla directamente a los ojos
-Por los momentos no le quiero hablar, ya será mañana- dije viendo mis manos
-¿No te ha llamado?- la verdad es que no había visto mi celular desde que había llegado de la universidad
-No lo sé- agarre mi celular, y si, tenía 18 llamadas pérdidas y 4 mensajes de él las cuales decían:
5:24
Lo siento, no quise actuar de esa forma y menos de lo que te he acusado
5:25
Hablemos princesa por favor
5:26
Soy un estúpido perdón
5:27
Princesa estoy como un loco llamándote, estoy preocupado por ti, por favor estoy muy arrepentido, eres mi todo te quiero
-¿Le vas a contestar?- preguntó mi mamá, despeje la mirada del celular para verla
-No quiero hablar con él- tire mi celular a la cama- Después
-Te entiendo hija- me abrazó
-¿Vamos a hacer la cena te parece?- asentí con una sonrisa y bajamos las dos juntas
Estaba en la sala con mi hermana en la sala bailando just dance, estábamos bailando la macarena, me encantaba bailar just dance con Fabi siempre terminaba perdiendo y yo ganando. A media partida (que debo de decir iba muy buena, claro porque yo estaba ganando) tocaron el timbre, me pareció raro eran las 7 de la noche y nadie nos visitaba a esa hora, a menos que mamá invitara a alguien y nos avisaba
Cuando abrí la puerta me encontré con quien menos me había imaginado, al verlo allí parado me sorprendió mucho
-Hola… ¿Qué haces aquí?- titubee y él rio
-Te quise venir a ver, de paso porque esta mañana en la Universidad estabas muy rara y me preocupo- siempre se preocupaba por mí y todavía lo hacia
-Bueno pasa, estás en tu casa- dije haciéndome a un lado para que entrara
En eso mi mamá salido a ver por qué tardaba tanto en la puerta, pero con lo que no conto fue con quien se iba a encontrar
-¡Hola mi niño!- mi mamá se abalanzo sobre Esteban para abrazarlo, este le acepto el abrazo con mucho gusto
-Hola señora ¿Cómo ha estado?- dijo separándose de mi mamá
-Muy bien mi niño. Como has crecido, ya me siento mucho más pequeña- reímos
Esteban era muy alto, desde que éramos adolescentes siempre le doblaba la altura a todos nuestros compañeros. Hasta me hacía maldades, me colgaba mi bolso en lo más alto del salón y como siempre yo terminaba arriba de unos de los pupitres o del escritorio para poder alcanzarlo
-¿Y tus padres cómo están?- inquirió mi mamá con una gran sonrisa
La mamá de Esteban y mi mamá eran muy buenas amigas, hasta que se fueron del país todo cambio, ellas ya no se comunicaban mucho, y por eso yo fui perdiendo el contacto con Esteban, la única manera en la que yo sabía cómo estaba él era por su madre
-Bien, terminándose de instalar en la nueva casa- suspiro cansado
-Me alegro mucho que estén bien- respondió- También me alegra el que hayan vuelto- Esteban me sonrio
-A mí también- respondió y yo me sonroje
-Bueno, ¿Te quieres quedar a cenar?- mamá le preguntó
Esteban me miro y le dedique un asentimiento gentil
-¡Claro, por supuesto!- lo miramos con una sonrisa
-Bueno, esperen aquí en la sala mientras termino la cena- sentencio mi mama dirigiéndose a la cocina
-¿Te quieres sentar?- pregunte nerviosa
-Sí, claro- caminamos hasta el sofá y nos sentamos- ¿Estabas jugando just dance?- me miro con una sonrisa burlona
-Sí, estaba jugando con Fabi
-¿Y quién estaba ganado?- me señale muy victoriosa
-No es por presumir pero yo soy la mejor en el just dance- rei
-No lo pongo en duda señorita- subió sus manos en forma de derrota
-¿Y tu hermana?- preguntó buscándola por toda la sala
-Creo que está con mamá en la cocina- dije asomando la cabeza para poder verla. Como si la pudiera ver, porque la cocina la tapaba una pared que no deja ver nada
Gran cosa veía
-Me imaginó que está más grande- dijo Esteban sacándome de mis pensamientos muy profundos viendo solo una pared
-Si es verdad- sonreí al recordar a esa enana- Pero también fastidiosa
Esteban rio y no me pude negar a reír también
-Tranquila me pasa lo mismo con mi hermano
En un momento entre nosotros se interpuso un silencio incomodo hasta que él lo rompió