Siempre Fuiste Mía ... te lo aseguro

Capitulo 10

Son las 3 de la madrugada y no hemos avanzado casi nada.
Hace como dos horas secuestramos a un tipo que es quién vigila mis pasos.  Desde hace cuento, no tengo la menor idea. Pero debe estarlo haciendo desde que se enteraron de lo que pasó.

Deben saber sobre…

Le doy otro golpe con mi puño haciéndolo toser botando sangre por su boca –DIME YA LO QUE SABES, PEDAZO DE BASURA- siento mi rostro arder. Conozco solo dos personas las cuales, en mi opinión, son las más tercas: mi madre (la señora Clark) y este.

-tienes animales contigo- vuelve a escupir su asquerosa sangre. Hago un gesto de asqueado –aparte de estos- mueve la cabeza dirigiéndose a Cristian o como se llame.

Mi paciencia ya no existe en estos momentos. Necesito saber todo.
-Encárgate de torturarlo hasta que hable- salgo tirando la puerta, que está en malas condiciones a punto de romperse.

Escucho un grito de dolor antes de salir de la casa. Está abandonada, bueno en realidad Era una casa, hace mucho dejó de serlo cuando Alonzo (el ex líder de esta familia) vio morir a su mujer dando a luz a su único hijo.
La vez en la que me contó su historia se veía aun afectado por lo que pasó. No entendía por qué, yo le dije sin importancia que se consiguiera a otra, total mujeres hay muchas ¿no? y eso le hizo reír. Aún recuerdo sus palabras “algún día entenderás lo valioso de amar a una mujer”. Para entonces era tan ridículamente cursi, hasta que la conocí…

Puede sonar estúpido, exagerado o HASTA IRREAL, viniendo de mi claro, que no haya tenido sexo desde la última vez que estuve con ella.
No me crean idiota, ya lo había intentado cuando llegué a este lugar y nada funcionó. Aunque me esforzara en imaginarla a ella; saber que había otras manos, otra boca, otro maldito cuerpo con una silueta distinta a la de mi chica; simplemente era asqueroso por más atractiva apariencia que tuvieran las malditas zorras que no hacían un buen trabajo. Al inicio pensé eso enfureciendo con todo el mundo, la razón por la que empezaron a recordar al tradicional Jayden Clark, luego acepté la ayuda de ese doctorcito hasta hace poco.

En fin, ahora no tengo idea de lo que haré o si quiero hacer algo. Antes el poder era lo único que me importaba. Todos rendidos ante mi voluntad, era lo único que me gustaba. Ahora que ya no me interesa (del todo), tampoco la tengo conmigo ni a ella ni a nadie (aunque no me importa nadie más) no sé qué hacer.
Por eso estoy acá. Para dejar de aburrirme estoy buscando a Wood, esperaba realmente que viniera y me matara en cuanto llegara a Sicilia, sin embargo, sigo vivo.
Así que ahora es mi turno, sé que está tras de mí, veremos quien mata a quien primero.
Como decía, para no volver a caer en esa mierda de la depresión, estoy aquí distrayéndome.

Sin darme cuenta, estoy lo suficientemente lejos de esa casa deteriorada. Regreso a pasos largos y rápidos esperando recibir nuevas noticias.

Abro la puerta y veo a Martín o como se llame dándole con la caja de teléfono de esos antiguos que quien sabe de dónde lo habrá sacado gritando desesperado.

<es nuestro turno>

Y mi conciencia tiene razón.

Se sorprende al verme y enseguida se acerca a mi alejándonos un poco para que me dé algún informe –sigue diciendo lo mismo, señor- baja la cabeza –lo torturé como pude- miré hacia la mierda sangrienta en la que se convirtió –y solo sacaba murmullos inexplicables.

-como esperas que siquiera sean entendibles- hago que lo vea –mejor le hubieras cocido la boca- no me molesto por hablar bajo –ve afuera, yo me encargo.

Se retira con cierto enojo controlado dejándonos solos.

Me detengo a observarlo mejor –parece que alguien necesita un par de venditas- tomo la silla que está desocupada en un rincón sentándome a su enfrente, tiene la ropa rasgada llena de sangre con heridas abiertas.

<que asco>

Terminemos con esto.

 -así que… ¿te gustó la compañía su compañía? - veo de reojo a la puerta.

Tiene la cabeza ligeramente hacia abajo, dudo que pueda verme con esos ojos hinchados.

Espero a que diga algo –ok, está bien- vuelvo a mencionar tomando mi celular escribiendo algo –supongo que no tienes a nadie que te importe si le hacemos daño ¿no? – tomo su atención al notar sus gestos y mirada… hinchada.

-esto es entre nosotros- no sé de donde, pero la fuerza que usa en su tono de seriedad es inigualable.

-entonces dime lo que quiero saber.

-si te lo digo me matarán y si no te lo digo también, que cambia entonces.

Tomo mi celular en cuento recibo una respuesta. Se lo muestro cuando veo el video de dos muchachos con uniforme deportivo –tus hermanos, verdad- me relajo en la silla.

-maldito misera…ahhh- con la pistola que tenia se la inserto en la rodilla, en la parte del corte que le dieron.

-anda, que no tienes mucho tiempo antes que de la orden.

-qué quieres saber- me mira con enojo, débil como para intimidar.

-ya sabes.

-sabemos sobre tu relación con esa chica, tus últimos pasos. Tus únicos encuentros con ella, lo que has estado haciendo y lo que eres ahora. Él lo sabe todo y, aunque me tengas acá, sigue vigilándote.

-quienes más.

-crees que es tonto, pero tú solo te engañas- comienza a reírse con la poca fuerza que tiene.

-quienes más TE HICE UNA PREGUNTA- empieza a colmar mi paciencia, otra vez.

-mira bien Clark.

-hijo de puta- le doy un tiro en la cabeza acabando con su vida.

Salgo del lugar y no puedo evitar terminar por romper la puerta. Llamo desesperado a ese inútil para irnos ya o lo juro que lo dejaré.

-donde demonios estabas- no dejo que me conteste –trae todo de inmediato o me largo yo solo.

No paro de caminar hacia la camioneta con un apurado sujeto a mi lado lleno de armas y esa mierda para torturar en los brazos.  

Subo y en cuento él lo hace también no espero a que cierre la puerta y conduzco a toda velocidad haciendo que casi se caiga.




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