Siempre Fuiste Mía ... te lo aseguro

Capitulo 17

Pov de Fernanda:

Jayden cierra la puerta dejándome sola en su habitación. Intento tranquilizarme, amargarme por sus provocaciones solo lo divertirían más.

Sigo observando el lugar, es grande con amplios ventanales que les dan pase a los rayos de sol. Todo es extenso aquí, prácticamente su habitación es todo el departamento donde vivimos papá Skay y yo.

Pongo mis cosas en los cajones arrinconando las pertenencias de Jayden. Si cree que solo él puede hacerme enojar está equivocado, seguro esto lo fastidiará.

No tenía tantas cosas tampoco así que no hay mucho que ordenar. Estar en estas cuatro paredes todo el día no será mi plan. Salgo a echarle un vistazo. Esta vez sola, sin Jayden intimidando a todo que me vea. Camino por los pasillos, no hay nadie, es tan aburrido estar sola en un espacio tan inmenso. Decido seguir mi camino por el campo, el bosque me trae recuerdos, fue el lugar donde lo volví a conocer. Aunque no lo recordaba juro que sentía algo, es inexplicable lo que mis sentimientos me hacían sentir, pero era algo muy fuerte, como si mi cuerpo entero me pidiera que me quedara con él rodeada de sus brazos. Quería que me besara y sentir su cercanía. Juro que no quería irme, en ese momento me dio miedo sentir eso por un desconocido, alguien a quien no había visto nunca en mi vida, era casi imposible que lo conociera estando al otro lado del mundo. Sin embargo, en el fondo doy gracias a todos los ángeles y dioses que me están cuidando desde arriba que lo haya encontrado. Si no hubiera sido por ese picnic jamás llegaría hasta donde estoy.

No me puedo quejar, en el fondo lo quiero y si mis actitudes demuestran lo contrario es porque tengo miedo a pasar lo que ya he pasado antes. Porque sí, recuerdo todo lo que habíamos pasado. Me causa tristeza que un día me haya dicho que lucharía por mi amor y al día siguiente me echara de su vida.

La razón por la que estoy aceptando esto es porque tengo claro que mi hijo como yo corremos peligro. Es difícil cuando tienes que luchar por el bienestar de tu hijo junto a la persona que tanto amas y a la vez la quieres lejos porque sabes que no te hará nada bien.

¿Acaso la vida fue fácil en algún momento?

Recuerdo poco de mi niñez, no tengo idea de lo que pasó con mi mamá. Recuerdo poco de Morgan y con papá es otra historia. Sin ese hombre tan magnifico jamás hubiera salido adelante. Me apoyó en los momentos más difíciles de mi vida y aunque en estos momentos esté molesto por mis acciones sé que me apoya. Tengo bonitos recuerdos a su lado, cuando me enseñó a manejar en bicicleta, andar en patines, me enseñaba mis tareas, hacíamos postres algunos fines de semanas, íbamos de paseo, cuando Morgan se fue de casa para ejercer su carrera mi papá no quería que se fuera de nuestro lado, pero al final lo hizo, admiraba mucho a mi hermana, sin ayuda de nadie y estando completamente sola pudo salir adelante en un país totalmente desconocido. Aquí era la mejor abogada que podía tener Italia.

Ahora que recuerdo…

Morgan puede venir a visitarme. Ojalá quiera y sobre todo tenga tiempo para venir.

- ¿hola? – me contesta.

- ¡Loca! – es mi manera de saludarla. No creí alegrarme tanto por una llamada – ¿estás ocupada?  Quería pasar tiempo con mi hermana favorita.

-loca estás tú y traumada de paso, soy tu única hermana por si lo olvidaste.

-¡¡¡¡y lo hace aún más especial!!!! – chillo de alegría.

-¡¡Fer!! No grites en el teléfono, me dejarás sorda.  

-te dejaré completamente loca si no vienes de inmediato.

-solo porque no quiero ir a casa con papá iré.

-yo sé que lo haces por mí- luzco orgullosa –pero está bien, intentaré creérmela.

Sigo sin entender por qué esos dos no se llevan bien.

Mientras que Morgan está en camino voy paseando por el bosque, me hace sentir tan en compañía, como si Jayden estuviera a mi lado. Supongo serán los recuerdos.

-¿e-eres Fernanda? – volteo para ver la voz femenina que me habla.

¿Quién es ella?  Y por qué no la vi en la mansión.

-hola, disculpa nos conocemos.

-yo a ti sí, pero…- se detiene, es tímida por lo que veo. Pienso en tratar de quitarle esa timidez y podamos tener una conversación más fluida.

-seguro conoces a…- ¿si mencionaba a Jayden, la intimidaría?

- ¿Jayden Clark? – ríe como si le diera pena hacerlo –yo tenía que vigilarlo- ¡¿qué?! me debe estar bromeando.

- COMO ES ESO POSIBLE- realmente me sorprendió.

Vuelve a reír esta vez sin disimular nada –tenía que mantenerme fuerte o me comería viva- me cuenta su experiencia.

Ni me lo digas, conmigo sí lo logró. Estuvimos hablando por un tiempo de lo desesperante que es Jayden hasta que Morgan me avisa que ya había llegado. Me despido de Caeli y cada una se va su propio lado.

-FEEEER- que gusto volverte a ver hermanita- me abraza rápidamente para que termine su muestra de cariño poniendo su mano en mi cabeza y desordenar mi cabello.

Le regaño con la mirada mientras acomodo de este –estás loca.

-no más que tú, bella- mira a todas partes –entonces… a donde me llevas- emocionada empieza a caminar por el lugar. No tengo idea de donde podamos estar tranquilas mientras convenzamos de lo que sea.

- ¿mi habitación? – dudo que quiera.

- ¡fantástico! Donde queda- la llevo mientras reímos como si fuéramos dos chiquillas en pleno desarrollo hormonal.

-¡¡es enorme!!

-mm, sí- me rasco la nuca –supongo que sí- mentiría si dijera que no me gusta, el problema era que no puedo acostumbrarme a la idea que estaré con la que persona que amo tratando de alejarme lo más lejos posible queriendo hacer lo contrario.

-que modesta- rueda los ojos –traumada- bromea.

-ya que lo dices…- recuerdo –yo te comencé a llamar loca porque un día quisiste que la escuela nos escapáramos- su rostro me indica que está sorprendida por lo que acabo de recordar.




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