Siempre Fuiste Mía ... te lo aseguro

Capitulo 19

Pov de Fernanda:

No sabía si hacia lo correcto, tampoco si lo que quería hacer estaba bien. Pero ¿saben qué? A la mierda.

Como ganar el premio mayor si no arriesgas todo. Y eso estoy haciendo. Voy a arriesgarlo todo. Lo que pasó con Jayden esa noche jamás lo olvidaré. Me hizo sentir tan maravillada. Recordé la intensidad en la que iba, lo fantástico que lograba hacer sentirme. LO AMO.

Es tan cariñoso y a la vez posesivo. Logra superar mis expectativas, aunque ya lo conozco. Me hace sentir una mujer empoderada llena de seguridad y belleza. Jayden es el tipo de hombre que hace enloquecerme y ¡me encanta!

- ¿te gusta? – aunque luzco increíble en este vestido no puedo acostumbrarme a andar con este tipo de prendas. Hasta hace un momento usaba jeans y chaquetas holgadas. Comienzo a pensar que Jayden tiene una obsesión con los vestidos. Desde que todo comenzó hace tiempo no dejaba de ordenármelo.

-mm- sigo mirándome en el espejo indecisa en aceptarlo. En todos los ángulos se sentía muy descubierto –si fuera más largo…

-si fuera más largo no tendría sentido- se dirige en mi dirección colocando sus manos en mis caderas pegándolas a su cuerpo, por mi detrás, huele mi aroma en mi cuello para susurrar –será más sencillo hacerte mía, donde quiera- comienza a dar mordidas y besos en el mismo lugar.

-eres un pervertido- lo alejo entre risas, aunque lograba revolotear mis hormonas no podía dejar que me convenciera. Sabía cómo funcionaba.

-solo tu pervertido- odio cuando usa eso. Ser tan malditamente atractivo, la voz grave que usa para seducir, sus ojos reflejando lujuria pura ¡hasta su manera de caminar! Es tan segura y sexi, añadiendo esa sonrisa que tiene el efecto de desmayar a toda mujer que lo vea.

No era difícil notar la presencia de Jayden Clark, eso es algo que él bien lo sabía, por eso debía mantener los cinco sentidos muy activos.

-ok, lleguemos a un acuerdo- lo detengo poniendo los brazos en su pecho. Aunque me gustaría bajarlo de esa nubecita, por el momento será difícil, por eso tengo que controlar la situación si no quiero terminar controlada y… terminar herida.

- ¿no podemos acordar luego? - su intento por acercarse vuelve a ser detenido por mis manos. No dejaba de sonreír sin dejar de sentirse el hombre más codiciado por todo el mundo.

-no, no, detén esas manitos si no quieres que te deje solo en el vestidor.

Bufa con fastidio cruzándose de brazos –aburrida- vuelve a sonreír sentándose en uno de los asientos que hay. Este vestidor, como muchos otros que hay en este lugar es inmenso, capaz de entrar más de 20 personas en uno solo –pero eres Mi aburrida- otra vez ese fuego incendiando sus ojos regresa al ataque, por más.

<Y solo está iniciando>

Ya lo creo.

Me ubico frente a él con el mismo aire de superioridad. Él lo nota por lo que demuestra que le está gustando esto. –compraremos los vestidos que desees- su mirada deja mis piernas para quedarse en mis ojos.

-a cambio de qué

-también compraré lo que me guste- enarca una ceja en señal de no estar entendiendo.

-pero eso estás haciendo, estás eligiendo los vestidos que te guste.

-Me refiero a todo en general. Puedo usar también shorts, faldas, pantalones…- no me deja terminar, se apresura en hablar.

-todo menos pantalones ni jeans, eso no me dejará…

- ¡Jayden!

-qué – se encoje de hombros como si fuera un tema cualquiera.

-si solo compramos lo que dices entonces lo haremos cuando Yo- me señalo – decida –o…- resalto esa palabra volviendo a captar su mirada que empezaba a bajar por mi cuerpo –podemos comprar lo que quiera y hacerlo cuando tú decidas- no podía negarse.

- ¿podríamos tener sexo cuando quiera y donde quiera? – sus ojos brillan tanto como su blanca dentadura en esa sonrisa.

-sí- asiento sin dejar de observar su rostro tan atractivo. Juro que podría, con solo verlo, hipnotizarme en cuestión de segundos. Es por eso que remuevo la cabeza volviendo a mirarlo a los ojos –iré por unos jeans- sin quitarme lo que traía puesta intento dirigirme a la salida a conseguir algunos jeans que me gusten,

-no, espera- me detiene de la mano haciendo un ágil movimiento para pegarme a su cuerpo. Lo miro con sorpresa por el acto inesperado –no saldrás con eso puesto, hay muchos hombres que verán lo que es mío.

-Jayden, pensé que habíamos hablado ya- parece que hemos hecho esto miles de veces.

- ¡Pero es muy descotado y corto! – se defiende –además con ese vestido pensaba cogerte en…- la distancia que va cortando me hace reaccionar alejándome nuevamente.

-JAYDEN CLARK- lo regaño –no me hables así, suena muy frío.

-pero eso haremos, cual es el problema.

-puedes decir “hacer el amor” o… o…- me pongo a pensar en algo –“la noche feliz” …- no estaba segura de eso.

- ¿la noche feliz? – intenta no reírse.

-yo que sé, pero coger suena muy crudo.

-entonces déjame hacerte la mañana feliz, nena- se acerca de manera rápida sin aviso alguno empotrándome contra la puerta.

-agh… Jayden- con su pie me abre las piernas tomándome las manos encima de mi cabeza. Con su mano libre me toma del mentón haciendo que lo bese bajo el poder del deseo. Un deseo tan intenso que en cuestión de segundos ya lo tengo dando círculos, cadera con cadera, su erección es muy inquietante. Puedo decir, en mi defensa, que la habitación por ser cerrada hace mucho calor. Al menos lo suficiente como para prendernos en llamas, sintiendo la desesperación insaciable en querer apagarla lo más rápido y fogoso posible.

Se baja los pantalones liberando su gran miembro que está desesperado por ser atendido. En un segundo acto, que no le tarda ni dos segundos, levanta hasta mi cadera el vestido, el cual no llevaba ropa interior. Lo escucho gruñir –me vas a volver loco si sigues dándome este tipo de sorpresas- sonrío al mismo tiempo que ahogo un gemido al sentir su miembro ser rosado con mi feminidad.




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