-hola Jayden- vuelve a noquearme esta vez haciendo que pierda la conciencia.
…
Siento la nuca adolorida, pero me encuentro mejor que hace rato; tantas horas sin dormir, frustrado y estresado por no encontrar lo que buscaba hizo que estuviera débil, sin embargo, agradezco a… hija de perra.
Abro mis ojos recordando lo que ha pasado, la maldita de Valeria me ha traicionado. Me vi como un idiota al confiar en ella y en su esposo para cuidar a Fernanda cuando fuimos a España. Cegado por la ira no me doy cuenta que estoy esposado, atado y encerrado en… ¿este no es el sótano de la mansión? Por el impacto que di contra el suelo al intentar pararme, de manera rápida, vuelvo a golpearme la cabeza.
-agh- me quejo del dolor sin poder llegar mis manos a la zona adolorida.
- ¡Jayden! Al fin despertaste- Eduardo. Lo miro desafiante –pensé que jamás ibas a despertar- ríe como cualquier persona tranquila.
Jodida mierda en la que me metí –eres un…- intento pararme nuevamente, cayéndome enseguida. Carcajea disfrutando verme de esta manera sin poder dejar de matarlo con la mirada. ¡Estoy que me lleva la grandísima puta! –más te vale asegurarte de matarme porque te juro que no tendré piedad contigo- forcejeo intentando deshacerme de todo esto.
-sí, como sea- hace un ademan de no importarle –te preguntarás por qué estás acá, verdad- espera una respuesta que jamás llega –bueno, es fácil- se acerca dándome una patada en el estómago. Por inercia me remuevo del dolor botando el aire que tenía dentro –recuerdas que hace un par de semanas YO estaba ¿en el suelo? – vuelve a patearme, esta vez en la costilla –dime ahora, Jayden…
-Clark- le corrijo interrumpiéndolo.
- ¿Clark? – ríe – ¡tú estás abajo! ¡¡¡Y yo arriba!!! Quien pone las reglas aquí soy yo, ¿entendido? – me agarra del mentón haciendo que lo vea –Jayden- entona esa palabra con énfasis al decirlo. Quiere joderme (y vaya que lo está logrando), quiere hacerme sentir menos en este momento, se quiere vengar.
Y si algo ha conseguido: es que estoy demasiado furioso como para tener piedad con él.
-es…- lo miro con advertencia –Clark- vuelvo a corregirlo.
-y una mierda- vuelve a golpearme. Una tras otra, golpe tras golpe, no dejó de hacerlo hasta que se cansó –maldito Jayden- respira agitado –eres como un gato con 9 vidas. Nunca mueres.
-tendrás que asegurarte de hacerlo, porque juro que…agh- toso botando sangre al recibir otro golpe –te voy a asfixiar hasta que mueras- sería normal sentir dolor, pero sentía ira estaba enojado por burlarse de mi todo este tiempo.
… Comenzó a explicarme el plan que tenía con Valeria. Me engañaron todo este tiempo, Wood solo fue un títere más de la perra de Valeria, quisieron jugar conmigo, hasta que él quiso dar un paso al costado y lo mataron, aunque no tengo idea de la razón de Eduardo, Valeria supo manejarlo muy bien a su conveniencia.
Esa mujer… esa maldita mujer me las va a pagar cada una de las que me…
-…justo ahora en realidad- ríe a carcajadas divirtiéndose de algo. Lo miro sin entender nada de lo que acaba de decir. Cosa que entiende perfectamente –déjame repetirlo, solo porque estoy de buenas- resalta –Fernanda debe estar en un viaje- ¿qué? Que le hicieron, forcejeo intentando liberarme – ¡en un viaje al cielo! – vuelve a reír efusivamente. Abro los ojos como plato imaginándome lo peor, no ella no, no por favor.
- ¡suéltame! ¡¡suéltame!! –sigo forcejando esta vez con más presión. Tengo que salir de acá y…
El impacto tan intenso que hubo en la parte de arriba nos hizo, a ambos, agachar la cabeza en un intento de cubrirnos. El sonido parecía ser de una granada, un par de piedritas del techo hicieron caer al volverlo a escuchar… esta vez, más seguido.
- ¡ehh! ¡Gordo! mueren todos los suyos- escucho avisar a alguien que viene caminando.
-síi ya lo sé- le responde con fastidio, escucho también como le quita el seguro a su arma –pedazo de basura- susurra.
Eduardo agarra lo primero que ve para acabar con quien está a punto de aparecer. Por mi parte veo a todas partes encontrándome con una tela negra muy cerca de mí. La tomo sin pensarlo dos veces colocándolo en mi cabeza como pueda.
Apenas puedo ver por debajo, <espero que sirva>
Eduardo le tira con un metal en dirección de su cara, pero este lo ve venir esquivándolo con éxito, ambos hombres comienzan una pelea que parece estar ganándola Eduardo. De pronto el desconocido lo hace caer cerca de mí. Aprovecho el momento y lo tomo con mis piernas quedando este en desventaja mientras lo ahorco, sus manos intentan quitar mis piernas de su cuello desesperadamente; como lo había dicho antes: te voy a asfixiar hasta que mueras; logra encontrar mi mirada –Jayden…- pronuncia con dificultad al intentar que pare. De sus ojos salen lagrimas mientras su rostro se pone rojo intentando luchar por zafarse de mis piernas. De un momento a otro deja de forcejear y sus manos caen al suelo; ha muerto.
<Es Clark, idiota> aunque no me escuche lo corrijo.
-muy bien- el desconocido hace un ruido con su arma. No lo puedo ver, pero sé que me está apuntando –mueren todos.
-gordo, soy Iván- digo en un tono significativamente desesperado –libérame hombre, que no soy el enemigo- me remuevo intentando liberarme, solo para que note mi desespero.
Este gruñe en confusión, pero no tarda en creerse el cuento buscando las llaves mientras le hablo con desespero para que no piense en nada más –gracias gordo, gracias. Te debo una - libera mis pies primero, luego se acerca quitándome la tela notando que no soy ningún Iván.
- ¡hijo de…! – antes que pueda hacer algo más lo tomo con mis piernas dándolo vuelta provocando con esto su muerte. Acerco las llaves quitándome las esposas de las manos.
Veo por última vez a Eduardo tendido en el suelo. Tomo el arma de un rincón apuntándoselo -te dije que te aseguraras de matarme- y le disparo.