Siempre Fuiste Mía ... te lo aseguro

Epílogo

Pov de Fernanda: 

**Un año después**

Acabamos de llegar al cementerio. Este es el día más triste del todo el año. A pesar que han pasado 365 días no puedo superar su muerte.
Sinceramente pienso que jamás lo haré ¿Acaso alguien puede hacerlo? Superar suena muy definitivo, creo que más bien seria aprender a vivir con ello, aceptar que ya no están más con nosotros. La primera persona más importante en este mundo se ha ido un día como hoy.

Derramo una lagrima al recordar cómo es que estuve a su lado en ese momento tan agonizante para él. Ha luchado hasta el último de sus días, a veces pienso que realmente no quiso irse. Sin embargo, lo único que podía hacer era hablarle dándole paz y tranquilidad asegurándole que nosotras estaríamos bien.

A mi niña, así es: en mi vientre llevaba a una gran mujercita, le contaba todo acerca de él. Como es que me cuidaba ¡nos cuidaba! Cuando estuve en mis peores momentos y en los mejores. Le cuento también que fue el primer hombre más importante en mi vida. Y aunque es una verdadera lástima que no pueda conocerlo, sé que desde el cielo él la conoce y está orgulloso de la hermosa niña que ha protegido sin conocerla, dándole un amor incondicional.

-así es mi princesa- la levanto en el aire mimándola mientras ríe –hemos llegado, mi amor, hemos llegado… síi hemos llegado, cariño- comienzo a hablarle de manera chistosa mientras ella babosea intentando decir palabras.

Aún estoy a la lucha para que diga papá, sinceramente quisiera que esa sea su primera palabra. No veo la hora de escucharla repetir una tras otra vez cantando esa palabra –extiendo mi mano para llegar a su lapida y persignarme. Mi preciosa bebé imita mi gesto intentando llegar a la lápida mientras intenta hablar a su manera –te gusta mucho estar aquí verdad mi cielo- cada vez que venimos siento que la energía cambia a mejor.

-ba ba ba- me mira jugando con sus manos –mnA na ba.

-sí mi amor, tienes razón- dirijo la vista a la lápida donde su nombre está escrito –sé que a ti también te hubiera gustado escucharla tanto como yo en estos momentos- derramo otra lagrima sonriendo con tristeza bajando la cabeza apenada.

-… pa-pá…. pa… Pa… pa - inmediatamente la miro a los ojos cambiando radicalmente mi tristeza por alegría. ¡dijo papá! ¡dijo papá primero!

- ¡oh mi hermosa pequeña! Dijiste pa… pá- imito sus labios mientras vuelve a repetirlo.

-pa… pá.

-Jayden ojalá pudieras verla en este momento- lloro de la alegría. Viendo la lápida para despidiéndome. 

El chofer que nos trajo volvió a regresarnos a casa. Mientras intentaba hacerle repetir a mi niña esa palabra tan especial.

Cuando llegamos, fuimos directo al despacho, sin tocar la puerta grito emocionada - ¡gané! – mi pequeña salta en mis brazos por la impresión al igual que Jayden en el escritorio.

Me río a carcajadas escandalosas, con mi princesa mirándome divertida - ¡Fernanda! Mi amor cual es la necesidad de asustarme de esa manera- se toca el pecho recostándose en su asiento – ¿tan rápido regresaron? Creí que demorarían un poco más. Como hoy es…

- ¡dijo primero “papá” ¡- lo interrumpo dándole mi sonrisa más grande que pude haber hecho.

- ¡enserio! ¡no puede ser y me lo perdí! – se nos acerca emocionado cargándola en brazos - ¡Mia, dijiste papá! – la levanta en el aire orgullo dándole vueltas mientras ella carcajea divertida.

-para, para, la vas a marear- lo detengo mirándole a los ojos –yo gané- le recuerdo con una expresión de complicidad.

Su mente tarda en procesar lo que intento decirle hasta que lo capta –No. Definitivamente no. Pídeme lo que quieras menos eso. ¡hasta una isla te puedo comprar! ¿por qué no quieres una isla? – se aleja con Mia en sus brazos jugando para hacerla reír –podemos buscar y si quieres ¡te compro hasta el mundo! - se detiene volteando para mirarme –pero no me pidas eso- me mira con unos ojos suplicantes a lo que me hace reír al intentar ocultar mi sonrisa.

- ¿el gran señor Clark le tiene miedo subir a un coche?

-no, le tengo miedo a que lo manejes.

-oh vamos, no es para tanto.

-mil por hora, mil por hora y nos matas ¿sabes cuantos accidentes puedes ocasionar? No Fernanda, no lograrás convencerme.

Se retira con Mia dejándome sola en el despacho.

<Gran error> pienso al estar planeando como hacerlo convencer.

Pov de Jayden:

**Un año antes**

-Este es el plan- Valeria está del otro lado de la carretera, no pienso arriesgarme así que le explico a Santiago lo que tiene que hacer –estarás escondido y cuando la veas a Valeria completamente sola sin exponer a Fernanda o a su hermana, disparas ¿entendido?

-sí señor. Vaya con cuidado- asiento con la cabeza, listo para lo peor (por si me llegase a pasar algo)

Skayler insistía en acompañarme, a veces (siempre) es tan exasperante. No entiendo como Fernanda la puede soportar.

-he dicho que te quedas- le hablo con autoridad –ya has hecho suficiente, pero desde ahora me corresponde Solo a mí hacer esto- tampoco podía ponerla en peligro por si llegara a salir algo mal.

La dejo junto a Santiago renegando.

Lo que pasó después fue tan rápido que cuando el disparo se escuchó por un momento pensé que fue directo a mí. Jamás había tenido miedo a morir, pero al ver a Fernanda destruyéndose poco a poco viendo esta escena, no podía dejar de pensar que algo salga mal y dejarla con ese dolor.

Abro mis ojos sin sentir nada en mi cuerpo. Levanto la vista viendo a mí al frente; muerta, estaba muerta, Valeria había recibido el disparo que Santiago le dio, volvió a hacerlo con el hombre que tuvo reteniendo a mi Fernanda.

Ella levanta la mirada asustada, tiene los ojos llorosos. Sin pensarlo me levanto acercándome a ella –no llores mi amor, te dije que todo estaría bien- intento calmarla dándole un abrazo masajeando su cabeza. Sus brazos se aferran a mí sintiendo su respiración agitada por estar llorando –tranquila, mi vida. Ya pasó.




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