Capitulo 11

Destino, casualidad, coincidencia ¿de qué otras maneras podemos llamarle a lo que nos sucede en la vida? Yo lo llamaría una mierda, quizás una existencia inservible o completamente llena de errores y pruebas. No lo sé, sinceramente me siento vacía, como si me faltara hasta el aire, un sentimiento de impotencia, tristeza y enojo

Estamos en una cafetería sentadas frente a frente, mi voz interior aun me cuestiona sobre porque acepte hablar con ella y la verdad es que ni yo misma lo sé. Desde que llegamos nos hemos mantenido en silencio, y ahora estamos esperando a que traigan lo que ordeno Alice, aunque a mí eso es lo que menos me interesa 

Alice se ha mantenido con la cabeza agachada todo el tiempo, mordiéndose el labio y refregando sus manos en sus piernas, su cabellera rubia está recogida en una coleta, lleva unos sencillos vaqueros, tenis  y una playera negra, nada de extravagancias ni maquillaje exagerado, parece mucho más madura y más tímida, pero eso tampoco me importa

Finalmente la dichosa orden llega, la mesera coloca una taza de té frente a cada una, Alice le da un pequeño sorbo a su taza, yo no me molesto ni siquiera en mirar su contenido, esta situación solo me está molestando, cuando estoy por decirle que si no piensa hablar me iré ella empieza la conversación

-Realmente has cambiado mucho, casi no te reconozco- ella habla lentamente- te agradezco que hayas aceptado hablar conmigo, dime ¿Cómo has estado? ¿Qué has hecho estos años?- espera mi respuesta nerviosamente pero no digo ni una sola palabra y desvió mi mirada hacia otro lado- entiendo, no quieres hablar sobre ti. En unos días me iré a Alemania a seguir estudiando y trabajar, he estudiado derecho y tengo mu…-

-Déjate de tonterías y ve directo al grano, que tú y yo no somos dos amigas tomando el té- vuelvo a mirarla fríamente- no me interesa que hagas o harás solo quiero que te mantengas alejada de mi- ella vuelve a agachar la cabeza y a morderse el labio, cuando alza la cabeza tiene los ojos cristalinos  como si se estuviera resistiendo a llorar, yo sonrió irónicamente, esta situación me está sacando de quicio- si no piensas decir nada más me voy- tomo mi bolsa y ella se levanta rápidamente

-No espera, de verdad que tengo que hablar contigo- dice casi suplicándome- por favor- suelta como un susurro así que dejo mi bolsa y ella vuelve a sentarse nuevamente

La verdad es que me siento como una estúpida ahora, no sé porque estoy cediendo ante ella. Con todas mis dudas y reproches hacia mí misma me quedo sentada con una expresión seria

-Sé que no quieres verme- dice ella con dolor

-¡Wou! Que lista te has vuelto- suelto con ironía

-Abril, sé que te hice mucho daño en el pasado y no hay día en el que no me arrepienta de mis actos, créeme que cargo con mi error y soy consciente de todo y me duele, duele jodidamente- sus lágrimas están al borde

-¿y? ¿Qué se siente?- le digo con total indiferencia

-Estoy totalmente consiente de que mi dolor no es para nada comparable con lo que yo te hice, y con lo que sufriste después- juega nerviosamente con sus manos y ahora soy yo la que siente unas ganas irresistibles de llorar

-¿De verdad eres consciente? Sinceramente no te creo, ¿Por qué no fuiste consciente de lo que me estabas haciendo en ese momento?- ella intenta hablar pero no la dejo- me jodiste la existencia Alice, me marcaste, no solo físicamente sino que también mentalmente, ibas a dejar que ese imbécil abusara de mí y tú no pensabas hacer nada más que mirar, solo por tu estúpido afán de ganar y creerte la mejor- mis palabras salen llenas de dolor y rabia

-Lo sé, yo de verdad…- la interrumpo

-¡TU NO SABES NADA, NO SABES LO QUE SUFRI, EL DOLOR QUE YO SENTI Y CUANTO ME COSTO SALIR ADELANTE!- me doy cuenta de que estoy hablando demasiado fuerte así que intento tranquilizarme pero una lagrima ya se ha desbordado de mis ojos, me la limpio rápidamente y miro hacia otro lado

-Tienes toda la razón, jamás comprenderé lo que tu sufriste- ella también ya ha empezado a llorar mientras habla- y sé que no merezco nada de ti, ni siquiera esta charla pero… Abril por favor perdóname- dice ella cerrando los ojos fuertemente

- Debes estar bromeando- le digo incrédula

-No, sé que para ti esto parece un mal chiste y que te parezco un ser repugnante por estar pidiendo esto pero de verdad quiero y necesito que me perdones, no merezco esto pero siento que jamás podre continuar si no te pido perdón por todo lo que te hice, mi arrepentimiento, y el dolor de la culpa no desaparecerán y créeme que estoy totalmente de acuerdo en cargarlo conmigo por el resto de mi vida porque eso si me lo merezco-  trata de limpiarse las lágrimas que están en su cara

-desde el primer instante que te vi nuevamente lo único que sentí hacia ti fue repugnancia, así que tienes un punto- le digo con mi expresión fría otra vez- jamás podre olvidar lo que me hicieron así que tampoco creo poder ‘’perdonarlos’’ mucho menos a ti y ese dolor que dices sentir realmente no es mi problema, fue lo que tú misma generaste yo tendré que cargar con lo mismo así que estamos a mano- ella parece un poco más calmada pero pareciera como si mis palabras le dolieran

-Sé que tienes la razón- dice mientras vuelve a beber de su té- lo que te hicimos no tiene perdón y tendremos que cargar con las consecuencias, solo quería que supieras que lo lamento, aun así tenía que intentarlo, comprendo que no quieras perdonarme y que para ti haya sido más fácil perdonar a Edson después de todo el…-

-¿Qué? ¿De qué hablas?- la interrumpo totalmente confundida

-Tú y Edson, pensé que ambos estaban juntos o al menos eran cercanos- dice algo confundida

-¿De dónde sacas esa estupidez? –respondo con total desagrado

-hace unos días visite la empresa de Edson, me entere a través de algunos medios que él ya estaba en los Ángeles, además que yo sabía que su familia era dueña de esa empresa- en eso tiene razón, Edson ha sido la gran sensación en muchas revistas, periódicos, programas de televisión etc.-así que decidí ir a verlo para pedirle perdón también, aunque ese día no pude reunirme con él, te vi en la recepción del edificio saliendo con las dos mismas chicas del centro comercial, llevabas el gafete de la empresa así que deduje que trabajabas ahí, quise acercarme a ti pero tuve miedo. Preferí estar segura de que trabajabas ahí para poder buscarte después, así que pregunte específicamente por ti, una de las recepcionistas que estaban, me dijeron que eras la secretaria del presidente de la empresa, por eso pensé que tú y el eran cercanos o de lo contrario no estarías ahí- dice nerviosamente