Siempre fuiste tu

Capítulo 26

ABRIL 

-Ya está- digo feliz al ver que la presentación, con la propuesta están terminadas a la perfección

-Esperemos y con esto el SEÑOR EDSON este más contento- bromea Sebastián y yo asiento convencida 

No es por presumir, pero lo hemos hecho bastante bien, hemos hecho un pequeño ensayo para ver que todo resultara bien en la junta.  

-Bien, solo vamos por lo demás, que ya casi es hora-mira su reloj confirmando la hora 

Dejo todo como estaba y lo sigo saliendo de la sala de juntas. 

Cuento las carpetas para comprobar que he traído todas, cuando estoy por entrar a la sala, mi cuerpo choca con algo. O alguien.

-¡AY! ¡Fíjate por donde vas!- grita con quien he tropezado 

No por favor, otra vez ella no, por favor. 

Con todo el pesar del mundo alzo la vista, para encontrarme con esos insoportables ojos negros, mirándome con desagrado 

-Bueno al parecer tú no te fijas, verdad-acusa Emily 

-Discúlpeme, venia distraída- no lo digo con vergüenza o timidez, es más descaro y sarcasmo lo que sale de mi boca 

-¿Tu no aprendes verdad?- más que una pregunta, suena a amenaza 

-¿Aprender? ¿Qué cosa?

-Eres muy mala jugadora, así que no intentes jugar conmigo

-Y usted muy mala entendiendo modales, ¿No le han dicho que no debe meterse en lugares donde no pidió permiso?- sonrío con satisfacción 

-¿Disculpa? 

-¿Qué hace aquí? Este lugar es únicamente para reuniones de la empresa y el señor Edson no está, dudo que él le haya dado permiso- noto su incomodidad, y nerviosismo. Algo me huele mal 

Aunque ya no soy la secretaria de presidencia, se perfectamente las citas que tenía hoy y se suponía que yo lo acompañaría al de esta mañana y Karina y Sebastián se encargarían de preparar la reunión, pero al final mi amiga y yo intercambiamos lugares. 

Y el hecho de que esta mujer este aquí sin permiso, metiendo sus narices en cualquier lugar como si fuera su casa, no me causa ninguna gracia. 

-Eso a ti no te importa, Edson me permite estar aquí, así que no quieras sentirte la jefa de este lugar. Pensándolo bien, si Edson no está aquí, ¿No deberías tu estar con él?, al fin y al cabo eres su secretaria a menos que…- hace una pausa para después soltar una fuerte risa-no me digas, Edson ya se cansó de ti- se acerca inclinándose hacia mí- o ¿Acaso ya se dio cuenta de lo estúpida que eres?- susurra cerca de mi oído 

Libero una de mis manos con la que tomaba las carpetas, y tiro de su brazo con fuerza, manteniéndola inclinada, estoy por acercarme a su oído para decirle dos o tres verdades cuando, a mi espalda, la voz gruesa de alguien interrumpe 

-¿Qué ocurre aquí?- Pregunta Edson 

Cierro los ojos tratando de mantener la calma, lo que menos necesito ahora, son problemas con él. Desde el ángulo en que estoy, no es visible la manera en que sujeto el brazo de esta mujer, así que con pesar, la suelto poco a poco y quien sonríe con satisfacción esta vez, es ella. 

Camina hacia él, al pasar a mi lado choca su hombro contra el mío haciéndome a un lado, bruscamente. 

-Solo le preguntaba a Abril, donde estaba el baño, me he perdido y he venido a parar aquí-habla mientras se acerca a abrazarlo 

Bueno al menos no es una habladora, seguramente porque no le conviene.

-Debería preguntar antes de venir querido, nunca te encuentro- ríe

No deberías venir, mejor dicho. 

Edson no me mira, Karina observa a la chica con desagrado, mientras esta habla sin parar. Sebastián, quien me había pedido que me adelantara antes, llega a mi lado y aprecia la escena. 

Al no ser invitados a la conversación, Sebastián y yo entramos a la habitación, después de todo la reunión ya casi empieza. 

Después de un rato, el lugar se va llenando, primero llegan Luke, Jorsh y Camila acompañados de Karina, quien me señala hacia los dos que seguían charlando. Después entran Mila, Carlos y otros compañeros suyos, ellos trabajan en el área de administración.

Cuando los empresarios llegan, todos nos quedamos en silencio. Al lugar entra por delante la señorita Miranda, hablando con un tipo, de unos 40 años, detrás de ella aparece Edson con otro que parece de más edad, con una altura más baja a la de él, ambos igual charlan y su conversación es escuchada por otro hombre, que parece ser el más joven. Sebastián se une en su encuentro y todos saludamos educadamente a los llegados. 

Todos toman asiento a excepción de un chico que acompañaba a los señores con los que negociaremos, y yo. 

 Al principio hablan informalmente, pero cuando comienzan a hablar sobre la negociación que querían llevar a cabo, empiezo a repartir las carpetas con el plan.

Algunos me agradecen, pero ciertas personas, ni siquiera me prestan atención. Menos mal que Emily no entro a la reunión, solo eso faltaba, que Edson la dejara entrar aquí. 

Me muevo de nuevo hacia la laptop, para reproducir la presentación. Pero cuando pienso que esta se reproducirá por el proyector, nada aparece. Muchos ojos se posan en mí al ver mi tardanza e intento solucionar todo lo más rápido que pueda, pero no aparece nada. 

Comienzo a ponerme nerviosa y mis manos me sudan, aun así mis dedos se mueven velozmente por el teclado, tratando de encontrar el problema. 

-¿Todo bien?-pregunta la señorita Miranda, quien era la más cercana a mí.

La miro a los ojos y tragando saliva, la miro con algo de miedo y niego. Ella pasa una mano por su cara, intentando calmarse, supongo. 

Mi concentración vuelve hacia la pantalla del aparato, pero no hay nada. Así de simple, no hay nada. Mi estómago ya ha empezado a revolverse por los nervios y mi cuerpo tiembla ligeramente. 

-¿Ocurre algún problema?- cuestiona esta ves Edson, su voz suena dura y contenida. 

Si, supongo que está conteniendo sus ganas de regañarme, o sacarme a patadas de ahí. Suena exagerado, pero en estos momentos, con su nivel de enojo, que seguramente tiene, nada suena loco. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.