Capítulo 15
Alexa:
Hoy es viernes, por fin. La verdad es que está semana estaba agotada, de tantos exámenes y lo peor de todo es que la próxima semana sería semana de proyectos y esas semanas son las que menos me gustan, porque tengo que trabajar en equipo. Lo bueno es que me fue demasiados bien en los exámenes.
—The class is over. —Dice la maestra de inglés.
Comienzo a guardar las cosas que tenía afuera, en mi mochila.
—See you teacher, nice weekend. —Digo antes de salir del salón.
—You too Alexa, see you on Monday. —Contesta.
Salgo del salón y la siguiente clase que tengo es historia, pero la maestra dijo que solo fuéramos si teníamos duda con nuestras calificaciones y yo no tenía dudas, así que no tenía caso ir. Mis amigos tenían que ir a revisar sus calificaciones porque no les fue tan bien como esperaban, por lo tanto, no iba a poder a estar con ellos y mi novio pues, digamos que esta viendo la forma de reponer sus calificaciones.
Quedaba demasiado tiempo para irme a casa y mañana es el cumpleaños de Isa, entonces tenía que ir a comprarle su regalo y cosas que mi mamá me había encargado comprar para la fiesta. Después de media hora más o menos, entre estar guardando mis cosas en el casillero, estar esperando un taxi, y el camino a la plaza, finalmente estoy aquí.
La verdad no sabía que comprarle de regalo, así que primero decidí pasear por toda la plaza para poder darme una idea de los posibles regalos que podría comprarle y tal vez con el dinero que sobrara podría comprarme algo. Digo regalos porque mis padres, mamá y papá, me pidieron que comprara los regalos que ellos le van a dar a Isa, así que tendría que comprar tres regalos en total. Luego de caminar por toda la plaza alrededor de 15 minutos, entro a una tienda ropa.
El primer regalo sería un conjunto de una camiseta y una falda que combinan a la perfección, la playera es blanca y la falda es color mostaza, este será el regalo de mamá. El segundo regalo será un par de tennis color rosa con algunos detalles dorados, este será el obsequio de mi papá; el mío aún no lo encuentro, pero ya comenzaba a tener hambre y cerca había un pequeño restaurante, así que primero comería antes de seguir buscando mi regalo.
Por fuera el restaurante luce muy lindo y por dentro parece un restaurante retro, el lugar es muy hermoso, a decir verdad. El lugar no esta tan lleno como pensé que estaría, tal vez es porque es nuevo, ya que, la última vez que vine a la plaza, el restaurante aún no estaba.
Tomo asiento en una mesa cerca de las ventanas e inmediatamente llega una chica a tomar mi orden, veo el menú y había tantas opciones que no sabía que elegir. Así que le pido cinco minutos para pensar en mi orden. No han pasado ni dos minutos cuando llega un chico y toma asiento frente a mí, en un principio me desconcerté un poco, porque no sabía quien era.
—¿Qué haces aquí, no tienes clases? —Pregunto desconcertada, ya que al que menos pensaba encontrarme aquí el día de hoy, era a él.
—Hola, ¿cómo estás? Sí yo también estoy bien, cansado de los exámenes, pero bien. —Se contesta solo y yo río por lo que acaba de decir.
—Es enserio, ¿qué haces aquí?
—Un “hola” hubiera sido bueno, aunque creo que no lo recibiré de tu parte, pero bueno que le haremos. —Yo solo río por las tonterías que dice.
—Respondiendo a tú pregunta, mis clases se acabaron temprano y mis amigos se fueron a sus casas y mi novia, bueno ella sigue en clases porque va un poco mal en algunas materias y pensé en venir a la plaza y tenía hambre así que el primer lugar al que se me ocurrió venir fue a este y tú ¿qué haces aquí?
— Mis clases acabaron temprano y pensé que sería una buena idea venir a comprar los regalos de mi hermana, porque mañana es su fiesta y hablando de tú novia aún no me la presentas, comienzo a pensar que ni siquiera tienes.
—Claro que tengo, solo que no hemos coincidido para podértela presentar.
—Sí claro.
Seguimos hablando un poco más, hasta que la chica llego para anotar nuestros pedidos. Benjamín pidió unas alitas BBQ y yo finalmente me termine decidiendo por una hamburguesa y un batido de fresa, a pesar de la gran variedad de comida que tienen.
—¿Entonces no tienes nada que hacer? —Pregunto.
—No, solo vine a pasar el tiempo hasta que el autobús llegué.
—Que bueno, porque me ayudaras a cargar las bolsas.
—Eres un poco mandona, pero te voy a ayudar solo porque no tengo nada mejor que hacer. —Yo sonrío, ya que lo de mandona es cierto.
—Gracias.
En ese momento llega la chica con las ordenes y comenzamos a comer. Luego de media hora, ya nos encontrábamos fuera buscando las cosas que hacían falta. Primero tenía que buscar el regalo que le daría a Isa y después deberíamos de ir a comprar las cosas que mi mamá me encargo.
Habían pasado 15 minutos y yo aún no sabía que comprarle, así que Benjamín me ayudo. En un principio su idea no me pareció la mejor, pero después de pensarlo un rato, me resultó muy buena. Ahora que teníamos el último regalo, solo faltaba ir por las cosas.
Yo tuve que entrar sola a comprar las cosas, porque Benjamín dijo que el mejor esperaría fuera. Cuando estaba pagando, me di cuenta de que prácticamente mi mamá me había mandado a comprar casi todas las cosas de decoración que faltaban y algunos ingredientes y el dinero que pensé que quizás podría sobrar para comprarme algo nunca existió, porque al final yo tuve que pagar lo que faltaba con mi dinero.
—¿Qué compraste rocas? —Pregunta Benjamín, en cuento cargas las bolsas que le di.
—No, son cosas para decorar la fiesta y algunos ingredientes. —Digo riendo.
—Yo no recuerdo que las decoraciones pesaran tanto.
—Ni yo. —Ambos empezamos a reír.
Aún quedaba tiempo, así que fuimos por un helado antes de irnos. Las bolsas pesaban demasiado, por lo tanto, cada uno cargo la mitad de las bolsas.