Danna
Cierro los ojos e inhalo el aroma de los pinos y la naturaleza fresca. Una de las cosas que me encanta de las lluvias es que cuando cesan se siente como el aire más limpio, puedes aspirar el aroma de las flores, árboles y hierba mojada. Me encanta.
Voy en mi bicicleta, sonrió y me detengo para cerrar los ojos un momento y sentir el calor del sol calar mi piel, es tan increíble lo maravilloso que es la naturaleza, por un momento está el cielo cubierto de nubes y llueve y luego de un momento a otro se despeja dejando ver al radiante sol caer sobre nosotros. Mi prima Hannah dice que soy una romántica empedernida y que lo único que hago es suspirar y ver las cosas desde otra perspectiva.
¿Qué hay de malo en ver las cosas más allá de lo que tus ojos pueden ver?
Soy de las personas que ve más allá de que algo simple, lo vuelve algo maravilloso. Un ejemplo es el helado, algunos solo comen por hacerlo, pero no degustan el sabor como debe ser, lo mejor es cerrar los ojos y sentir como el sabor se derrite en tu paladar, retenerlo en tu boca y saborearlo por completo, así soy yo.
Mi madre siempre me ha enseñado a disfrutar al máximo, a aprovechar el momento y vivir el tiempo cada día. Ella es mi ángel, bueno no solo el mío, sino el de toda mi familia, en especial para Darren, el esposo de mi madre, ella ha sido un gran apoyo para él después de perder a su primer hijo, la madre de este se lo llevó y por más que Darren lo buscó y viajó no pudo dar con su paradero, ha sido un calvario para el que es un buen hombre, un buen padre, un buen esposo.
Soy testigo de cuanto ha llorado por su hijo, de cómo pagó varios investigadores y solo le sacaban dinero, de cómo más de una vez viajó de un país a otro en busca de su hijo, pero nunca lo encontró, lo bueno es que con la llegada de mis hermanos pudieron sacar un poco el vacío que tenía en su corazón y aún guarda la esperanza de que algún día lo vuelva a ver.
La historia de Darren y mi madre es súper romántica, ellos se conocen desde pequeños, crecieron juntos y se enamoraron, pero se separaron antes de ingresar a la universidad y fue cuando cada uno hizo su vida aparte y unos años después se volvieron a encontrar. Mi madre era viuda, no recuerdo mucho a mi padre, pero ella siempre me dice que fue un gran hombre y por alguna razón nunca pude decirle papá a Darren, aunque ha sido mi figura paterna desde hace muchos años.
Hemos sabido que la ex de Darren es una víbora completa, no por mi madre o el mismo Darren, ellos han evitado hablar de esa mujer, pero si he escuchado cosas por mi tía.
Mi tía Helena es increíble, vive en unas casas de la mía junto con mi gemela Hannah, ella es mi otra mitad como lo es mi tía con mi madre. Ambas son gemelas idénticas y por alguna razón mi prima y yo somos como si fuéramos una, la misma apariencia pero con diferente personalidad. Yo soy tierna, romántica, dulce. Ella es de un temperamento fuerte, no tiene pudor en decir las cosas, pero a la vez es loca y divertida. Somos como el día y la noche, un ángel y un demonio, es lo que dice siempre mi tía.
Ambas empezamos en unos días el último año de preparatoria, pero lamentablemente mi prima se fue con mi tía hacia Japón por unos meses mientras mi tía hacía unos estudios de decoración de exterior y ella no dudó en acompañarla.
Me entristece que no vaya a tener a mi prima a mi lado por unos meses, mientras ella está de viaje hará su estudio virtual y cuando llegue de viaje terminará conmigo el año.
―¡Llegué!― Gritó cerrando la puerta.
Todo se siente tranquilo mientras mis hermanos no estén en casa, ahora están en entrenamiento y puedo disfrutar un poco de paz sin ellos. Son mis hermanos gemelos y los adoro, pero son cortos circuitos juntos.
Dejo mi mochila sobre el mesón y entro a la cocina para servirme un vaso de jugo, estoy agotada y después de beber lavo el vaso y salgo hacia mi habitación, pero unas voces en la sala llaman mi atención.
Mi madre está al lado de Darren, este luce con lágrimas en sus ojos y hay una persona de espaldas que no logro reconocer, me acerco llamando la atención de todos. Noto a mi madre tensionada, Darren se levanta y me sonríe haciéndome señas para que me acerque.
―Ven Danna, quiero presentarte a alguien― Dice nervioso.
Me acerco y puedo sentir el ambiente tenso, la persona que está de espaldas se da la vuelta y por poco siento mis piernas volverse gelatina, es un chico como de mi edad bastante guapo, pero tiene una mirada oscura que hace que los vellos de mi piel se eriza por completo.
―Hola― Susurro tragando fuerte saliva, el chico ni siquiera habla, solo me mira de arriba abajo – Soy Danna― Extiendo mi mano y ni siquiera me responde, solo deja de mirarme y mirar a Darren.
―¿Dónde va a ser mi habitación? – Dice con voz ronca –Estoy cansado del viaje―
―Si claro hijo― Dice Darren nervioso.
Darren me mira como pidiendo disculpa y pasa por mi lado tomando unas maletas que no había detallado cuando entre a la sala, el chico pasa por mi lado sin ni siquiera hablarme y sube detrás de Darren, miro a mi madre y ella aprieta sus labios y me hace señas para que la siga y camine detrás de ella hasta ir hacia el patio trasero. No sé qué es lo que pasa, pero presiento que la llegada de ese chico traerá problemas.
―¿Qué sucede mamá?― Mi madre suelta un suspiro.
―Él es Alejandro―
¿Alejandro? Pienso por un momento hasta que capto el nombre y abro los ojos.
―¿El hijo perdido?― Mi madre asiente con la cabeza ―¿Cómo lo encontró?―
―Él nos encontró― Dice –Ha venido a quedarse un tiempo con nosotros― Suspira de nuevo.
―¿Qué sucede madre?― Mi madre luce preocupada.
― No sé hija― Toca su pecho – Pero presiento que ese chico nos odia―
―¿Por qué lo dices?―
―Hace unos días su madre llamó a Darren para informarle que ya no aguantaba a su hijo, que estaba metido en malos pasos y que se hiciera cargo. No habíamos querido decirles nada a ustedes porque no sabíamos si era alguna estrategia de esa mujer hasta que esta mañana llamó para decirle que su hijo venía en camino. De inmediato fuimos al aeropuerto a recogerlo, Darren estaba súper emocionado. Lo más triste es ver como mi esposo lo abrazaba y lloraba de felicidad y el chico ni se inmutó, no le respondió al abrazo y ha sido frío y distante, ni siquiera me dirige la palabra por más que le hable― Sus ojos se llenan de lágrimas.
Editado: 01.02.2021