Siempre fuiste tú

Capítulo 11 "La heredera"

Mis labios se separan listos para dar una respuesta pero de pronto el padre de Sean aparece frente a mí, me observa de una manera para nada agradable, llevo la mirada hacia la chica que le acompaña, es Drizella, la misma chica que iba a casarse con Sean. Bajo la mirada y entonces me doy cuenta de que Sean sigue en espera de una respuesta, frunce el ceño y después lleva la mirada hacia atrás levantándose de pronto.

-¿Qué hace ella aquí?- cuestiona Sean.

-Al parecer no entiendes nuestra situación, intente hablarte de una manera amable pero veo que no te ha importado nuestra familia- dice su padre en dirección a mí, sus ojos no se apartan ni por un segundo.

-¿De qué estás hablando papá?-.

-Steve, quiero que te vayas de aquí- dice la señora Grace en un tono para nada agradable.

-¿Quieres ver en la ruina a mi familia? ¡No es cierto!- retrocedo al ver como se acerca de manera rápida pero Sean lo toma del brazo evitando que se acerque por completo. –No lo entiendes hijo, nuestra familia está en la quiebra, al parecer tú y tus hermanos no entienden eso, solo buscan a cualquier chica que se les atraviesa en el camino con una personalidad de sumisa ¿no?-.

-Cuida tus palabras padre- dice Alek en un tono más alto.

-Entiéndalo, estamos arruinados-.

-¿Acaso es culpa de ella? Por supuesto que no, no es más que tu culpa por haber hecho malas inversiones con personas que sabías que no nos llevarían a ningún lado. Además, quiero que me expliques que fue lo que le has dicho de una manera amable, ahora. Venus, ve adentro- me pide pero no sé qué hacer ahora mismo, Drizella me observa como si disfrutara de todo esto, su padre parece querer asesinarme ahora mismo, y Grace trata de hacer que Sean no golpee a su propio padre.

-Vámonos linda- dice Tessa mientras toma mi brazo llevándome dentro.

-No vamos a dejarte aquí, vamos a casa, esto parece una cacería de brujas- no discuto sobre eso, no quiero quedarme en un lugar en el que el padre de Sean no deja de echarme en cara que su empresa ha quedado en la quiebra como si eso fuese mi culpa, debí decirles que soy la heredera de los hoteles de mi madre desde un principio.

Abro los ojos, no tengo idea de en qué momento me quede dormida pero ahora sé que estamos frente a la casa que había comprado para las tres. –Que idiota su padre, lástima que también será tu familia- añade Sam con seriedad, ambas llevan la mirada hacia atrás de manera en que me observan. –No te preocupes, hemos instalado un sistema de seguridad totalmente avanzado, ni siquiera el mismísimo Hulk podría entrar- Tessa le lanza una mirada fulminante a lo que Sam blanquea los ojos seguido de una mueca. –Bien, tu novio, ¿O, prometido? Vaya, que confuso, no pudiste responder-.

-¿Podrías callarte?- inquiere Tessa amenazante.

Las tres entramos a la casa sentándonos en un sofá cada una.

-¿Y bien? ¿Qué haremos?-.

-¿Sería buena idea llamar y decir que tengo la solución?- inquiero dejando escapar todo el aire que se ha acumulado en mi pecho.

-Sería mejor si te quedas aquí, duermes un poco y mañana les muestras quién es Venus Helliwell- Sam grita un “Sí”, al parecer ambas están de acuerdo con ello, y no sé qué creer, no tengo idea de cómo manejar esto, estoy segura de que su padre seguirá odiándome de igual manera, ¿O no? No lo sé.

-Tengo que hacer una llamada… espera, he dejado mi celular-.

-Diablos, nosotras también, ¿Cómo pudiste dejar nuestros bolsos Tessa?-.

-¿Acaso soy la cuidadora de tus bolsos? Admito que descuide el mío, pero el tuyo no es mi problema- me dejo caer de nuevo en el sofá, no tengo manera de comunicarme con nadie, y sus peleas no me están sirviendo de mucho, aunque debo admitir que me distraen un poco con las tonterías que dicen.

-Dame las llaves del auto- le pido a Tessa pero ambas me observan con desconfianza.

-¡Ja! Buena broma Venus. Sabemos lo terrible que eres conduciendo-.

-No es una broma, si voy a presentarme como la heredera de lo que todos esperan entonces debo presentarme como tal, ¿Qué lugares están abiertos a esta hora?-.

-Eso déjamelo a mí- enuncia Sam con orgullo.

-Entonces vayamos por lo necesario para hacerles saber quién es realmente Venus Helliwell-.

 No pienso quedarme de brazos cruzados cuando la empresa de la familia de Sean está en la ruina, así que lo mínimo que puedo hacer es aparecer y dejar en claro que con las únicas personas que invertiré serán con empresas Venus, debo admitir que la empresa lleve  mi nombre. Además, el abogado me confesó que no hay inversionistas en hoteles Helliwell, que todo es totalmente propio.

Salgo un momento de la tienda a tomar un poco de aire, Tessa y Sam continúan probándose algunas cosas, creo que esto no es del todo para mí, ir de compras, probarme un montón de cosas… -¡Largo de aquí!- un tipo de gran altura saca a un hombre con descortesía lanzándolo al suelo como si fuese un costal de basura, dudo en acercarme a ayudar ya que no sé la razón por la cual lo han sacado, el hombre trata de levantarse y entonces me doy cuenta de que es el señor Steve, me acerco de inmediato, sin embargo dudo en hablarle. Trago en seco al escuchar que solloza.




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