Siempre fuiste tú

Capítulo 13 "La gota que derramó el vaso"

-Entonces, ¿Qué es exactamente lo que intentamos descubrir?- cuestiona por tercera vez Dave quien permanece de pie con las manos cruzadas, Sean lo toma por el brazo llevándolo al sofá para que deje de hacer preguntas de las cuales estamos tratando de resolver porque no tenemos una respuesta exacta.

-¿Y vas a decirnos cuál es tu relación con ese chico?- la madre de Sean le mira con cierto enojo, y siendo sincera me hago la misma pregunta, aquella noche en el bar él lo llamó capitán Truswel, quizás eran pate de un mismo equipo el en ejército. Sean se levanta del sofá y no creo que tenga en mente decirnos la verdad. –O la mejor pregunta sería ¿Realmente estuviste en el ejército?- su madre le sigue poniéndose frente a él y todos los que estamos aquí no podemos apartar la mirada de ambos. –Jamás estuviste en el ejército, lo sé, así que ya no mientas y dime si has hecho algo que no deberías- su mandíbula parece tensarse, niega con la cabeza y se aparta un poco haca atrás.

-No puedo creer que creas eso de mí- dice con decepción.

-¿Entonces dime la verdad?- insiste en un tono dulce, de pronto Sean fija su mirada en mí por unos segundos para después volverla a su madre.

-No puedo hacerlo, madre. Solo puedo decirte que no soy de los malos-.

-¿De los malos? Eso quiere decir que haces algo más peligroso que el ejército-.

-Mamá. Por favor, no quiero hablar de esto, yo no pienso volver ¿De acuerdo? Solamente estuve por un tiempo, un tiempo que ha terminado-.

No pienso discutir frente a todos sobre este tema, lo haré cuando todos se hayan ido ya que necesito saber si es verdad que no volverá a ese empleo en el que es de los buenos, y estoy de acuerdo con Grace, debe ser peligroso lo que hacía, así que será mejor asegurarme. Además ni siquiera me siento del todo bien para conversar, desde que llegamos comenzó a dolerme la cabeza, ha sido demasiado por lo que he pasado y tampoco es que haya dormido bien porque ni siquiera recuerdo haber cerrado los ojos durante toda la noche más que para parpadear.

Estiro mi brazo para alcanzar la taza que está frente a mí en la mesita pero al sujetarla y tratar llevarla hacia mis labios esta cae de mi mano, mi garganta se ha secado y extrañamente he comenzado a marearme así que llevo ambas manos a mi rostro de manera en que cubro mis ojos mientras que apoyo mis brazos en las piernas.

-¿Estás bien?- Dave está a mi lado, pone una mano sobre mi hombro y creo que me mira, sin embargo ni siquiera soy capaz de alzar la mirada ya que todo en verdad da vueltas, así que simplemente me limito a asentir con la cabeza. Escucho a Sean decir mi nombre y pronto pasos acercándose comienzan a ponerme nerviosa.

-Sí, estoy bien, solo… me maree un poco- explico.

-Venus linda, ¿Qué te pasa?- Grace parece estar frente a mí, parece preocupada y ahora me siento culpable por ello, jamás me ha agradado el hecho de que alguien se preocupe por mí ya que no estoy muy acostumbrada a ello, Sam y Tess son muy sobreprotectoras al igual que lo era mi madre, y supongo que solo me acostumbre a ellas, y ahora al tener a ellos aquí conmigo me es incómodo.

Respiro profundo u alzo la mirada, primero veo a Alek quién está cruzado de brazos con el ceño fruncido, a su lado esta Grace mirándome tal y como espere, aunque creo que hay una pizca de alegría en ella, Dave permanece a mi lado y justo frente a mi está Sean.

-Enserio, yo estoy bien- explico nuevamente levantándome para mostrarles que lo estoy pero justo en el momento en que lo hago todo mi cuerpo parece perder la fuerza, siento como si mis ojos pesaran demasiado y ni siquiera puedo mantenerlos abiertos.

-Venus- por la manera en que Sean ha dicho mi nombre parece que está más que preocupado, su voz está demasiado cerca así que supongo que me ha cargado antes de que cayera al suelo. –Vamos, dime cómo te sientes, háblame por favor- con todas mis fuerzas logro abrir un poco los ojos y veo que subimos las escaleras, creo que vamos a la habitación.

-Solo, estoy algo cansada, así que… prométeme que no te preocuparas- recargo mi cabeza en su pecho ya que es bastante cálido sentirlo cerca de mí, enserio que muero de cansancio, necesito dormir, pero no solo físicamente sino también mentalmente.

-Para asegurarnos será mejor llamar al médico- mi cuerpo cae lentamente en algo suave, vuelvo a abrir los ojos y está apoyando los codos en la orilla de la cama, no deja de mirarme, sin embargo logro sonreír para tratar de calmarlo un poco, tomo su mano y ahora sí que no puedo evitar dejarme llevar por el sueño que se apodera de mí lentamente.

No tengo idea de cuánto tiempo he dormido, solo sé que estoy demasiado cómoda, las mantas son tan cálidas y confortables que ni siquiera quiero moverme, estiro mis brazos mientras lanzo al aire un bostezo, abro los ojos y… Sean está sentado en una pequeña silla que lo hace quedara  la atura exacta con la cama para dejar sus brazos y cabeza apoyados, parece estar completamente dormido, llevo la mirada hacia la enorme ventana y ya es de noche, con exactitud no tengo la menor idea sobre la hora y… espera Venus, estás en su habitación… no es que deba asustarme pero después de lo que paso anoche ni siquiera pudimos hablar.




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