Ciudad de Palo Alto
Después de pasar por Juliana nos encontramos en la entrada de la casa de Gabriel, son como las 9, además de nosotros están Andrés y Ricardo con su novia, sé que habíamos dicho que para hablar sobre el tema aquí, pero no se va a poder, no nos queremos dañar la noche más de lo que esta, nuestra conexión es tan grande que con solo mirarnos entendimos que no es el mejor lugar, tenemos que disfrutar esta última fiesta aquí. No esperamos más y nos adentramos a la casa, cada quien se esparce por el lugar, yo me encuentro con mi novia, que por cierto se ve realmente hermosa hoy.
—¡no te he dicho lo hermosa que estás! — la halago y ella negó con una sonrisa— bueno, ya lo sabes— le expreso robándole un beso que ella corresponde gustosa— ¡te tengo una noticia! — le aviso— ¿Qué es? — pregunta curiosa— mañana te presentaré a mis padres— le digo y ella ensancha los ojos sorprendida— ¡en serio amor? — dice emocionada y yo asiento— ¿muero por conocerlos? ¿Cómo son ellos? ¿De qué tema puedo hablar? — me aborda de tantas preguntas que me agobio y mi única solución fue besarla para que dejara de hablar y yo poder responderle, separo mis labios y prosigo hablar— ellos también mueren por conocerte, cuando los conozcas sabrás como son, puedes hablar de cualquier tema no te cohíbas, estás hermosa— la elogio nuevamente y ella sonríe lanzándose hacia mí arrancándome la boca.
Por otro lado ……
Narra Ricardo
—amor necesito comentarte algo— le aviso a Daniela— si dime— responde atenta— te la doy mañana, disfrutemos hoy lo que te diré mañana no te va a ser nada de gracia— le digo un poco desanimado— amor sea lo que sea que me tengas que decir no puede ser tan malo, yo estoy contigo y te apoyaré en todo— me dice mostrando su apoyo hacía a mí— ¡me encantas sabias eso! — le digo y ella asiente, procedemos a besarnos.
La invito a bailar, ella me acepta gustosa, nos damos uno que otro beso disfrutándonos, guardo este momento en mi memoria y corazón, lo llevaré grabado, me encanta verla tan feliz, tan sonriente, me duele saber que esa sonrisa se marchitara y seré yo el culpable, la jalo hacia abrazándola fuerte para que nunca se vaya de mi lado.
Narra Angello
Estoy bailando con Juliana al compás de la música, disfrutando cada movimiento, dándonos besos, añorando el momento, siendo consciente que puede ser el último.
Después de haber disfrutado la fiesta y haber olvidado todo lo que nos atormenta, nos marchamos para su casa porque mañana hay clase, Ricardo y yo llevamos a nuestras novias a sus casas, Andrés se fue a la suya.
Narra Andrés
Una vez llego a mi casa veo que las luces de la sala y el despacho aún están encendidas, eso quiere decir que mis padres aún están despiertos, me iba a disponer a irme de una vez para mi habitación, pero antes quise desearles las buenas noches así que me dirijo a su despacho.
Abro lentamente la puerta y ellos ni siquiera lo notan por lo concentrado que están en sus computadores.
—mamá puedo hablar contigo— le digo eso para captar su atención la cual no logro— ¡mamá, estoy hablando contigo! — la vuelvo a llamar— ¿Qué quieres Andrés no vez que estoy ocupada?— me dice con fastidio— usualmente siempre estas o están ocupados cuando se trata de nosotros— le digo y suelto una risa irónica— particularmente me siento cansado de esta situación— subo el tono de la voz— ¡basta!— vocifera mi papá— deja de comportarte como un niño inmaduro, estamos trabajando ¡no vez!, no tenemos tiempo para tus bobadas, no se ve y habla con tus amigos, yo qué sé, solo déjanos en paz— habla serio y hace mohín para que me marche— entonces yo soy una bobada para ustedes deduzco que Claudia igual, de las cosas que quiero hablar no hallaré las respuestas de mis amigos, aunque viéndolo bien Claudia y ellos son lo único que tengo; sin embargo, lo que yo necesito son a unos padres de verdad, no a unos que solo tiene el título por tenerlo, pero tranquilos no los molestaremos más ya me di cuenta de que tanto Claudia como yo somos un lujo más en su colección, me canse de esta situación— le digo eso último y salgo echo una furia azotando la puerta tras mío con las lágrimas al borde de salir, se siente horrible sentir ese vacío en el alma, que solo necesita ser llenado por un poco de atención por las personas que quieres en este caso mis padres, resulta que cada día alimentan más y más ese vacío hasta llegar al punto en el que te acostumbras y aprendes a vivir con ello, aunque el corazón siempre reclama ese afecto necesario.
Me acuesto a dormir rogando que mañana será mejor, que me levantaré como siempre de buen ánimo, aparentando una sonrisa como acostumbro, aunque solo quiere desvanecerse y llorar hasta que se sequen las lagrimales, hasta que el alma se limpie, pero no, aquí tengo que usar mi máscara de fuerte, porque si, la sociedad te obliga a ser fuerte porque si no te arrastran con ellos a la miseria, el mundo es para fuertes al parecer los débiles no tienen cabida en un mundo lleno de leones, mañana vuelvo hacer yo, Andrés, cierro mis pensamientos y quedo dormido.
Narra Ricardo
Llego a la casa y me encuentro a mi madre viendo TV en la sala.
—hijo ya llegaste— dice poniendo en pausa el programa que se estaba viendo— ¿Cómo te fue? — pregunta.