"Cuenta regresiva 3, 2, ..."

Llegué antes de que la puerta de el salón fuera cerrada, hoy tocaba una de las clases que si me gustaba bastante la verdad, Música, la educación musical es un arte, la música es una manera tan hermosa de expresar los sentimientos. 

―Unos segundos más y no pasa señorita Terry, siéntese y haga el favor de quedarse callada. 

Sí, el maestro parece algo borde, pero vamos, todos tenemos uno que parezca que odia su vida desde que entro a trabajar aquí, pero dando sus clases es uno de los mejores. 

Hago caso, levanto mas la cabeza para buscar si hay un asiento atrás y lo encuentro, me siento y empieza la aventura. 

Una hora mas tarde estábamos en receso, descanso le dicen, aunque muchos lo ocupaban para otras cosas; Ver a sus novios, comer, arreglarse el maquillaje, ir a jugar a la cancha de básquet, terminar las tareas que les habían dejado hace una semana, o en mi caso, sentarme como siempre debajo de uno de los muchos árboles que habían en el patio, y ahí estaba Harry. 

―Por unos momentos pensé que no ibas a llegar Terry. 

―Te voy avisando que aún no me estoy yendo, el lunes empiezo― digo mientras tomo asiento en el suelo a su lado.

 Harry me mira con una sonrisa en su rostro. 

―Sabía que alguien notaría lo buena artista que eres. 

―Hay muchas chicas y chicos igual o incluso mas talentosos que yo, ¿Por qué no ellos? 

―Porque ninguno de ellos tienen lo que tu pones en tus pinturas, sentimiento. 

―Daré lo mejor de mí para que podamos irnos de aquí Harry, lo prometo.

 ―Sobre eso, Terry, el año que viene cumplo los 18, y estoy pensando en irme a buscar trabajo por mi cuenta, sea lo que sea, necesito salir de allí, yo necesito una manera de sacarnos de allí. 

―Tendrás 18 años, tal vez no consigas el trabajo, ¿Qué pasará si no sucede? ¿Cómo podré ayudarte? 

―Me ayudarás mucho, asistiendo a ese colegio y haciendo lo que mas te apasiona en este mundo. 

―Falta un año, aún puedo hacerte cambiar de opinión― digo y nos quedamos en silencio. 

―Voy a extrañarte ... ― susurra muy bajo. 

―Yo lo hare aún más. 

Me levanto y el también, entonces nos abrazamos, siento tanto miedo de perderlo, no sabría que sería de mi sin él. 
Nos separamos y nos miramos, él es aún mas alto que yo, y eso que soy de un tamaño promedio, su cabellera marrón, sus ojos del mismo color pero con una explosión de verde en cada uno, sus largas pestañas y sus cejas pobladas, sus hombros y sus brazos, todo absolutamente todo en el, me dice que ya no es el mismo chico de 10 años que me cuidaba. 

―Si sigues mirándome así no dejaré que el lunes te vayas a ese nuevo colegio y te mantendré aquí bajo mis alas como una mamá gallina hace con sus polluelos. 

Mamá gallina, el siempre me vio como su familia y está bien, aunque el sabe que algo dentro de mí cambió hacia el cuando yo cumplí los 15, yo... acepté que él me gustaba, y se lo dije, no podía quedarme callada. 

―Lo que tu digas mamá gallina― Digo con una sonrisa agria recordando ese día.  

Y suena la campana, entonces nos dirigimos ambos hacia nuestros respectivos salones, tomo asiento, matemáticas. 
No puedo poner mucha atención pues la escena de aquél día se repite en mi cabeza. 

                                      **************

Ando feliz, no dormí mucho peeero eso no es razón para estarlo.

¿Alguna vez les rompieron el corazón?

A mi sí :") 

mataron a mi personaje favorito.

bsos :* 

de lejitos:) 

Nubia♡