...siempre has sido tú. Pausada*

¿¡Que empiensen los juegos del hambre!?


No se como lo hice, pero llegué lo mas rápido que pude, acomodo mi falda a cuadros color verde oscura, me llega cinco dedos sobre la rodilla, los zapatos son negros, se sienten cómodos con las medias, la camisa blanca tiene que ir debajo de la falda, la camisa lleva un broche distintivo el cual tiene un escudo con las iniciales "G y S" , no me puedo quejar, pues son colores lindos la verdad. 
¿Que por qué tuve que correr para llegar a tiempo al colegio en mi primer día?  
 
Pues anoche luego de hablar un rato en el tejado, decidimos bajar, el se fue a su cuarto y yo al mío, la cosa fue que al volver las chicas de mi habitación estaban un tanto preocupadas, pues no les dije donde estaba me buscaron mas no me encontraron y decidieron hablar con la directora, mala idea.

 La directora llegó molesta, pues la habían echo salir de el calor de su hogar para venir a buscar a la supuesta niña que decidió fugarse con quien sabe quién. 

No se que hubiera sido mejor,  que yo sí me hubiera escapado o que simplemente mis compañeras se hubieran preguntado ¿A donde iba a ir sin todas sus pertenencias? 
Nos hubiéramos ahorrado tremendo lio.

 La directora me dio un sermón muy largo, nos prohibió salir después de las 7 pm. al patio, ya sea delantero o trasero, y dijo que tendría un ojo puesto en mí. 
 
La secundaria Gael of Simon, no solo es conocida por la buena educación que se da, también por la prioridad que le dan al estudio de las Artes. 

Se podría decir en sí, que es un Instituto de Artes completo, pero no, eso le quitaría un poco la popularidad, hoy en día son pocas las personas que saben apreciar lo bueno. 
Son las 6:40 y estoy parada frente al portón extremadamente alto que indica la entrada al lugar, el lugar es hermoso, el lugar parece echo de piedras, bueno puede que lo sean, pues es un colegio bastante antiguo, si no se llamara Gael of Simon gritaría que soy de la casa de Gryffindor. 

Mientras camino hacia la puerta principal puedo observar a chicas y chicos de mi edad, algunas un poco menores que yo, algunos me miran curiosos ya que nunca me han visto aquí, me llama la atención que todas las chicas caminan con ese porte de elegancia que claramente, yo no tengo ni creo que logre tener algún día  
Sigo sin entender, ¿Qué clase de trato hacen con Lucifer para que les quede tan bien el uniforme?. Ah, es verdad, ellas tienen con que rellenarlo, bueno, si yo me siento cómoda, no pasa nada, solo espero que la camisa blanca que llevo se mantenga limpia al igual que mis medias, tengo ese problema que cuando menos lo pienso accidentalmente mi pie derecho choca con el delantero y ensucia mis medias, no preguntes como es que pasa, ni yo lo se, pero cuando acuerdo ya está con tierra o en casos peores, barro. 

―Sí, si son piedras― digo mientras toco las paredes del lugar. 

Me pregunto ¿Como hicieron para poner unas encina de otras hasta lograr la inmensa altura que hoy tiene el lugar?  
Al entrar veo que son 4 pasillos, uno de ellos, el mas largo, tiene una fila enormemente larga de casilleros, las otras te llevan a lo que parecen ser los salones. 

Voy mirando en las esquinas de arriba de ellos hasta dar con la dirección. 

―Buenos días ― entro pues la puerta ya estaba abierta.

 ―Buenos días señorita ¿Qué desea?―dice quien parece ser la secretaria. 

―Vengo a recoger mi horario, soy becada. 

―Bien, me alegra que hayas venido un poco temprano―dice mientras busca algo entre sus folders― ahora ¿me puedes decir tu nombre por favor?, este año no eres la única becada cariño. 

―Oh, sí, claro, soy Terry, solo Terry.

 ―Okey, aquí dice que bienes de un orfanato, aquí tienes tu horario y la llave de tu casillero. 

―Gracias, con permiso.―digo mientras voy saliendo de la oficina.

 ―Buena suerte Terry.

 ―Gracias...la necesitaré ―susurro lo último, pues creo realmente que sí lo aré.

 Al salir y caminar un poco puedo ver que los pasillos están casi vacíos, observo mi horario y veo que ya debería de estar en clases. 

―¿Y donde se supone que es esto?

 Al fondo del pasillo se encontraban unas escaleras que daban a la planta de arriba, en la cual me indicaba, supuestamente mi horario que sería la clase en la que yo debería de estar, Historia, empezamos fuerte. 

Me doy la vuelta decidida a ir a buscar mi casillero y dejar algunos de los libros que están pesando demasiado en mi mochila choco con alguien. 

―Oh, lo siento, discúlpame estoy algo apurada, pues no encuentro mi salón, soy nueva aquí. 

Es una chica, un poco mas pequeña que yo, sus ojos son marrones, espesas pestañas y cabello le llega hasta los hombros. 

―No pasa nada, a sido culpa mía por volcar tan rápido, yo... también soy nueva. 

―Mucho gusto, soy Cristhen Morthell ― me extiende su mano. 

Esta es mi oportunidad, puedo seguir siendo la desconfiada Terry o solo seguir sin importar que puedan dañarme, pero prometí cambiar, cambiar para bien, espero no equivocarme. 

―Igualmente, yo soy Terry.―sostengo su mano. 

―Solo Terry?  

―Sí, solo Terry. 

―Bueno, solo Terry, yo tendría que estar en clase de―revisa una hoja en sus manos― Historia? Hay por favor, ¿no podíamos empezar un poco mejor hoy? 

―Al parecer no, hoy tampoco es mi día, me toca lo mismo. 
Ella abre los ojos y me quita mi hoja de las manos mientras la observa. 

―Estamos en el mismo grado Terry, no estás tan de malas hoy. 

―Al parecer no, pero auméntale que no se donde se encuentra nuestro salón y queda lo mismo. 

―Lo principal sería buscarlo y luego seguimos viendo si este día apesta por igual para las dos. 

―Creo que te voy ganando por mucho "Morthell". 

―Eso ya lo veremos "Solo Terry". 
 
Empezamos a correr escaleras arriba pues ya habían pasado 10 minutos, este será un día largo, sin conocer a casi nadie y sobre todo, sin ver a Harry. 

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