...siempre has sido tú. Pausada*

"Caer es lo mío"

Estoy por irme de la plaza, cuando escucho una voz conocida, bueno, son balbuceos. 

Un chico pelirojo, con pecas, delgado y alto está siendo sujetado por otros dos chicos, uno pelinegro y el otro rubio.  
Omar y Tony están trayendo a Edwin hacia mí. 

La mirada de Omar se cruza con la mía, abre los ojos y me saluda con una mano en el aire. 

—¡Chocolatito! 

 Suelta al peli rojo y este aprovecha esa distracción para golpear en la cara a Tony, pero el no lo suelta, lo sujeta con más fuerza aún. 

—¡Chocolatito! Pensamos que ya no estabas aquí. —me abraza fuertemente. 

—¡Que rayos! —exclama Edwin confundido. 
La gente nos mira y pasa de largo. 

—No hay nada que ver aquí señores, pueden seguir hacia donde iban— se pone a gritar Omar. 

—¡Terry!¡Terry! Aléjate de estos tipos, ¡Corre! 
Me acerco a él, miro a Tony esperando una explicación. 

—Ya suéltalo Tony. 

—¿Los conoces? —Pregunta Edwin, mas no le respondo. 

Me hace caso y como esperaba lo primero que hace Edwin es correr, se da cuenta que no estoy yendo tras de él y se detiene.

 Me mira y vuelve con una cara que se que está pensando que estoy loca. 

—Me van a explicar?—digo cuando Edwin ya está a mi lado, miro a ambos y ni uno me da una respuesta. 

—Terry no hay nada que explicar, estos tipos me tomaron cuando yo estaba por llegar a mi casa—me dice exaltado—¡¡yo solo estaba volviendo a mi casa Terry!! ¿Y por qué los conoces?¿Tienes amigos pandilleros? Esa secundaria si que te cambia Terry, aunque son demasiado guapos para ser 

Cansada de escucharlo lo callo. 

—¡No Ed! ¡No! No son pandilleros, sí los conozco pero no sabía que harían esto. 

—Chocolatito, nosotros solo estábamos—Tony lo interrumpe.

—Pensamos que si sabías mas de tu amigo ese… Henry 

—Harry—corrijo. 

—Sí, ese, tu estarías menos distraída así que 

Omar lo interrumpe y el pelinegro lo mira mal. 

—Así que fuimos a su colegio, esperamos a que salgan, preguntamos a unas chicas si conocían a un chico llamado Hardin y 

—¡Harry! —decimos Edwin y yo al unísono. 

—Sí ese y pues como nos dijeron que ya se había ido pues preguntamos si tenía un amigo, se supone que solo le preguntaríamos donde se había ido, peeero mejor lo trajimos a ti—dice con una gran sonrisa y mucho orgullo. 

—Me están diciendo que prácticamente secuestraron a una persona, solo por mí. 

—¡Sí! —responde Omar y Tony solo se toma el rostro y decide sentarse en una banca que hay al lado. 

—No se si sentirme feliz o enojarme con ustedes. —les digo mientras me cruzo de brazos. 

—No te preocupes, tu solo aprovecha que está aquí y haz las preguntas que quieras. —me guiñe un ojo y se va a sentar con Tony. 

—Sea lo que sea que me vayas a preguntar, lamento decirte que 

—No te haré ninguna pregunta Edwin, si quieres te puedes ir, no es necesario. 

—¿¡Cómo!? —dice Omar levantándose y mirándome confundido. 

—No hay necesidad de preguntar nada, hoy… antes de venir aquí me topé con él y 

Dejo de hablar, no quiero decir que me gritó, no lo diré en frente de Edwin él conoce a su amigo, y si lo digo y enserio no sabe nada; se preocupara por él. 

—Nada, ya hablamos y lo solucionamos, lamento los inconvenientes Edwin, puedes ir a tu casa si deseas. 

—¿Bromeas? No te dejaré con ellos—dice y le da una mirada a ambos. 

—Hey, ¡nosotros no somos un peligro para ella! Seríamos incapaces de hacerle algo. 

—Me vale mier

 —¡Edwin ya! —digo cansada—son compañeros del colegio, son confiables, uno es Omar y el otro Tony. 

—Bien, eso no dice nada, yo te conozco mejor que ellos Terry —lo susurra— y se que no nos has dicho algo.

 —Estoy bien, lo prometo— el levanta una de sus delgadas cejas con incredulidad— estaré bien. 

Me mira a los ojos y solo mueve sus labios, quiere decirme algo, pero su teléfono celular suena. 

No contesta, lo saca, mira la pantalla y lo guarda nuevamente.

 —Si tienes que irte, ve tranquilo, en unos minutos yo también me iré, no pasa nada, tu solo ve. 

—Está bien, espero verte luego. —dice dándome un beso en la mejilla. 

—Adiós—respondo mirando como se aleja. 

—Viendo que el plan no salió como pensábamos… ammm, lamento haberte hecho pasar por esto, yo también me tengo que ir chocolatito—dice mientras se apoya en mi hombro y miramos a Tony que está recostado en una banqueta— deberías hablar con él, solo quería ayudarte, la mayor parte del plan fue idea suya—susurra Omar. 

—Lo haré. 

—Bien chocolatito—me dice mientras me agarra de ambos hombros—las cosas planeadas nunca salen como uno quiere, me tengo que ir, te me cuidas— me da un beso en cada mejilla y se va corriendo. 

—Adiós—digo a pesar de que se que ya no me escucho. 
Tímidamente me acerco a la banca donde está Tony con uno de sus brazos tapando su rostro. 

—¿Hay lugar para una más? —pregunto despacio. 

—Sí, mas adelante hay otras banquetas—dice frío. 

—Pero yo quiero ésta—insisto. 

—Sabías que cuando te pones en modo berrinchuda, pareces una pequeña niña de 9 años. 

—¡Hey! Tengo 16—digo orgullosa. 

—Y tu nariz también se arruga un poco —dice y se pone a reír, tiene una risa suave, agradable. 

Termina y se sienta dándome espacio para sentarme a su lado. 

—Lamento lo que pasó, yo solo… 

—Te entiendo, si tu también estuvieras distraído hasta el punto de preocuparme, buscaría la manera de ayudarte. 

No dice nada solo inclina su cabeza. 

—Yo solo sentía la necesidad de ayudarte. 

No respondo solo sonrío levemente, se que no estoy sola, se que hay personas que se preocupan por mí, no solo es Harry ahora también están Tony, Omar y Cris. 

No… no siempre has sido tú Harry.

—Y… dime, ¿qué pasó con Henri? 

—Harry—corrijo. 

—Sí, ese.

 —Bueno, pues no hablamos, solo discutimos. 




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