Ashley:
Después de haber huido de casa de John, en el camino me fui calmando, porque estaba molesta conmigo misma por seguir reaccionando de esa manera cada vez que un hombre intentaba acercarse a mí.
Carlos era un hombre muy guapo, pero pude ver en su mirada el deseo, y eso es algo que no puedo olvidar del hombre que me atacó, talvez por eso reaccioné tan bruscamente sin querer.
Regresé a casa con mis compras y después de almorzar tocaron el timbre y era John.
-Hola Ash, ¿te gustaría que pasáramos la tarde juntos?, traigo gaseosa. –
- Hola John, y me encantaría, pasa. Yo tengo poporopos, ¿vemos una película? –
-Claro. Prepara los poporopos en lo que yo busco una película. -
Prepare los poporopos y regresé a la sala, John había escogido una película de acción. Me acomodé a la par de él en el sillón y vimos la película. John colocó su brazo alrededor de mis hombros y sentir su calor y su cercanía era simplemente genial. Al terminar la película nos quedamos platicando un rato y lo invite a quedarse a cenar, lo que el aceptó con gusto.
Cenamos y la pasamos muy bien. John se fue a la sala a ver noticias en lo que yo me quedé lavando los trastes. Cuando terminé el se había quedado dormido en el sillón de la sala, a pesar de que a penas eran las 7 de la noche. Le puse una colcha y decidí ver las noticias en el otro sillón para no despertarlo.
John:
Estaba dormido cuando de repente unos sonidos me despertaron, abrí los ojos y me di cuenta de que estaba en el sillón de la sala de Ash y los sonidos venían del otro sillón donde ella se encontraba dormida. Pude ver que Ash tenía cara de terror cuando comenzó a gritar:
- ¡NO, NO POR FAVOR, NO!, ¡SUELTEME!, ¡AYUDA!-
¿Pero qué estaba pasando?, me levanté rápidamente y comencé a tratar de despertarla, pero ella lloraba y peleaba.
- Ash, despierta, por favor. Despierta. Soy yo John-
En ese momento abrió sus ojos y comenzó a ver para todos lados como tratando de adivinar donde estaba. Luego sus ojos se clavaron en los míos y puede ver una mirada de mucho dolor, así que la tome entre mis brazos e intente de darle consuelo y seguridad, a lo que ella lloró un buen rato sacando todo lo que tenía dentro y luego se fue calmando, aferrándose a mi fuertemente. No entendía que estaba pasando, pero lo tenía que averiguar.
- ¿Te sientes mejor?-
- Si, gracias, John-
- Ahora sí Ash, se que me estas ocultando algo, lo supe desde el primer día que te volví a ver. ¿Se puede saber que te pasa? -
Esta vez no iba a aceptar que me evadiera como había estado haciendo. Tenía que saber que le había pasado y de sólo pensar que algo malo le hubiera pasado mi sangre hervía de la furia. Podía ver duda y miedo en su mirada, y lo nerviosa que estaba.
- Te contaré todo John-
Luego comenzó a contarme todo lo que había sucedido. No podía creer lo que estaba escuchando. ¿CÓMO ERA POSIBLE? Que a mi Ash le hubiera pasado eso y yo sin saberlo, sin poder estar a su lado, sin haber hecho algo para defenderla. No pude decir nada, mi enojo era tanto que preferí no decir nada, más que consolarle y transmitirle mi apoyo cuando por momentos ella perdía la fuerza para seguir contando. Si algún día me topaba con ese desgraciado lo iba a golpear tanto que se iba a repentir de haber dejado a mi Ash en un hospital y con un trauma que aún no logra superar. Pero en ese momento me prometí a mi mismo que la ayudaría a superar todo lo que había pasado.
- No te preocupes Ash, me tienes a mí y estoy aquí para ti.-
La tomé en mis brazos y no la solté hasta que ella se quedó dormida, llorar tanto y ser el primero al que le contaba todo lo que la había pasado, la dejó agotada. Así que la cargue y la llevé a su habitación y la coloqué suavemente en la cama. Cuando estaba por terminar de soltarla ella me sujetó fuertemente y me pidió que no la dejara, así que me acomodé a su lado la recosté en mi pecho y dormí a su lado.
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