Siempre juntos

VII. Libre de nuevo

- No puedo creerlo, en que mundo vivimos. –

- Cálmate, John, por favor. –

Estábamos afuera de la oficina del gerente del hospital Central General, ya que tuve que sacar a John de allí porque se puso furioso por la información que nos dieron. Alexander Wilson estaba en libertad, ya que era de una familia adinerada con muchas influencias y habían logrado que le colocaran una fianza para salir en libertad, la cual, obviamente la pagaron y el día de ayer salió libre y no había nada más que pudiéramos hacer.

- Esto no me agrada Ash. –

- Vamos John, salgamos de aquí y hablemos en otro lugar. Aún no me agrada este lugar. –

- De acuerdo, vamos a tu casa, almorcemos allí en lo que tomamos decisiones. –

Llegamos a mi casa, y preparé el almuerzo en lo que John me ayudó a colocar la mesa y luego estuvo en la sala perdido en sus pensamientos.

- John, ven a comer, la comida está lista. –

- Gracias, se ve y huele delicioso. –

- Espero que lo sea. –

- Sabes, he estado pensando en todo lo que dijo el gerente, y por la descripción del tipo, que es un hombre con problemas mentales, con varios casos de agresión a mujeres y de consumo de drogas, creo que debemos de tomar precauciones por el momento. –

- ¿A qué te refieres? –

- A que el puede estar furioso, ya que, debido a ti, el estuvo en la cárcel por más de 8 meses y puede querer desquitarse. Así que no debes andar sola por ahora y me mudaré a la habitación de invitados, si te parece bien. –

- ¿Estás hablando de vivir juntos? ¿No crees que estas exagerando? –

- Aún no sabemos que acciones va a tomar él, así que es mejor prevenir que lamentar. ¿Tanto te molesta que viva contigo? – Al decir eso John hizo una expresión que parecía de picardía o divertido. Lo cual me desconcertó por un momento.

- Claro que no. No es la primera vez, ya hemos vivido juntos antes. – Traté de sonar lo más normal, pero la verdad estaba nerviosa y al mismo tiempo emocionada de tenerlo cerca y de ver la forma en la que se preocupa por mí, aunque sé que me ve como a una hermana menor.

- Perfecto entonces, después de almuerzo iré a empacar para poder quedar instalado aquí desde esta noche. –

- Está bien, en lo que tu vas a tu casa, yo prepararé el cuarto de invitados para que esté listo para que te quedes en él. –

John llegó a mi casa con sus maletas y decidimos ir al supermercado ya que mis provisiones no eran suficientes para dos personas. Compramos bastantes cosas, fue divertido ver a John escogiendo las compras para que le preparara sus platos favoritos. También compramos algunas boquitas, poporopos y gaseosas para cuando se nos antojara ver una película. Terminamos las compras y John pago todo, insistí en que compartiéramos la cuenta y el se negó, dijo que yo siempre le cocinaba así que no me preocupara. Como ya era tarde pasamos comprando una pizza para cenar en casa y le diera tiempo de instalarse en el cuarto a John.

Terminamos de cenar y ahora estamos en el cuarto acomodando sus cosas que a decir verdad me parece un poco exagerado, tomando en cuenta que su casa está a la par y puede ir por más en cualquier momento, pero así era John. Después de eso me fui a mi recámara a descansar y John me dijo que a partir de mañana el saldría conmigo a correr, ya que yo corría durante una hora todas las mañanas.

A la mañana siguiente me levante y me preparé para salir a correr teniendo un poco de mayor cuidado en mi apariencia, ya que John iría conmigo. Al salir el ya estaba en la sala esperándome en una pantaloneta y una playera deportiva que resaltaba su torso bien formado. Me di cuenta que me quedé mucho tiempo observando y cuando subí mi vista pude darme cuenta que tenia una expresión de diversión.

- ¿Te gusta lo que ves? – dijo en tono de autosuficiencia a lo que no pude evitar sonrojarme y avancé a la puerta tratando de evitar que viera mi rostro.

- Vamos John. – solté con indiferencia saliendo de casa.

**********

John:

Cuando la vi bajar por las gradas me pareció impresionante en ese conjunto deportivo que se amoldaba perfectamente a su cuerpo y dejaba a la vista su abdomen plano y se veía simplemente perfecta. 
Pude notar que su mirada se enfocaba en mi cuerpo a lo que me agradó ver que no era el único afectado en ese momento, así que sonreí y tuve que molestarla, a lo que ella respondió sonrojándose y salió huyendo de la sala. Cuando se dio la vuelta para salir y la vi de espaldas caminando a la salida tuve que desviar mi mirada a otro lado ya que mi cuerpo estaba reaccionando de una manera que no era correcta en el momento. La verdad, no entendía que era lo que me estaba pasando, ¿porqué reacciono con ella como un adolescente?, tengo que controlarme y sobretodo porque estaría la siguiente hora con ella realizando ejercicios.

Corrimos 40 minutos y decidimos regresar a mi casa, ya que yo tenía un cuarto de ejercicios con pesas y algunos aparatos que utilizaba para trabajar mi cuerpo. Llegamos a mi casa y trabajamos los músculos durante 30 minutos más hasta que decidimos regresar a casa de Ash para arreglarnos porque teníamos que ir al hospital. Así que nos bañamos cambiamos, cada uno en su cuarto y salimos casi al mismo tiempo para bajar a desayunar. Preparamos juntos el desayuno que fue simple y sencillo, comimos y salimos al trabajo. Esa semana sería más tranquila porque el turno que nos tocaba era el más corto y de día, el hospital los asignaba de esa manera a propósito para que nos recuperáramos de la semana anterior que nos había tocado el turno largo y nocturno.



#24406 en Novela romántica
#4043 en Chick lit

En el texto hay: romance, amistad, reencuetro

Editado: 29.05.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.