XIV. Buscando trabajo

Ashley

Estoy con mi amiga Jenny en el hospital nos dirigimos al vestidor para cambiarnos e irnos y le voy contando todo lo que sucedió en el día, Ella se sorprende por todo lo que le estoy contando y empieza a maldecir en contra de la rubia postiza y no logro contenerme y suelto una carcajada. Llegamos al vestidor y termino de contarle toda la historia y le di todos los detalles de lo que hice para que me dé su opinión.

- Jajajaja, amiga me impresionas. Jajaja – No deja de reírse y no lo puedo evitar y escondo mi rostro entre mis manos.

- Vamos Jenny, deja de reírte y dime que debo hacer ahora. –

- Lo siento, es que me sorprendió mucho tu reacción. Otra hubiera sido y no le cree ni una palabra de su explicación y causa una gran pelea y hasta podría haber terminado la relación. Pero tu decidiste confiar en él. Estoy segura que eso es algo que va a valorar mucho John. –

- ¿Eso crees? –

- Claro que sí. Bien por ti. ¡Esa es mi chica! –

- Jajaja, Jenny. Ahora dime, ¿cómo debo de enfrentarlo ahora? Porque ni siquiera tengo el valor de salir del vestidor porque sé que él estará esperándome. –

- Ok, ok. Yo creo que deberías de hacer como que si no pasó nada. Las cosas ya se arreglaron entre ustedes y no vale la pena perder tiempo en eso. Por Dios Ashley, te casas en menos de dos semanas. –

- ¿Y si él dice algo? –

- Pues escúchalo y contéstale con el corazón. Se sincera, después de todo, él fue sincero contigo y te contó lo que había pasado entre él y esa tipa en el pasado. Anda no tengas miedo. John te ama y va a entenderte perfectamente. –

- ¿Eso crees? –

- Sí. A parte no creo que se queje por ese tremendo beso que le diste, sobre todo por la reacción que me contaste que tuvo. –

- Jajajaja – No pude evitar soltar una carcajada.

- Ok, ahora sal con la cabeza en alto chica. –

- Gracias Jenny, no se que haría sin ti. Nos vemos mañana. –

- Adiós. -

Salí del vestidor y justo como siempre John me estaba esperando. Sé que me tardé más de lo normal en salir, pero aun así, él no dijo nada. No me detuve, simplemente seguí mi camino hacia el parqueo y él simplemente me siguió y camino en silencio detrás de mí.

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John

Después de lo sucedido continué con mi turno, no me cruce con Ash, creo que me está evitando, así que estoy afuera de los vestidores esperando a que ella salga. 

Se está tardando más de lo normal, la vi entrar con Jenny, por lo que creo, han de estar platicando. De todas formas, no se ni que decirle cuando salga.

Un rato más tarde ella sale, no se detiene y sigue su camino directa al estacionamiento sin decir una palabra. Empiezo a caminar detrás de ella y no puedo evitar sonreír por estar pensando el lo sucedido en el baño de mujeres. Realmente me sorprendió mucho su reacción, por un momento pensé que no me iba a creer, pero Ash me demostró que confía en mí.

La sigo hasta el auto, nos subimos y nos vamos a casa. Decido pasar comprando una pizza porque se que es de sus comidas favoritas. Me detengo frente al restaurante, Ash solo voltea a ver pero no dice nada.

- ¿Te parece si compramos una pizza para la cena? –

- Ok. – Es lo único que dice.

- Espérame aquí, ahora vuelvo con la pizza. –

Compro la comida, regreso al carro y nos vamos a casa. Llegamos y Ash comienza a caminar hacia su casa, por lo que la sigo con la pizza en manos. Entramos a su casa y ella se dirige a la cocina y sale con dos platos y dos refrescos y los coloca sobre la mesa. ¿será que está enojada? ¿pensara no dirigirme la palabra? ¿qué debo de hacer? Como desearía que existiera un curso o un libro de como entender a las mujeres, en específico a mi Ash.

No aguanto más el silencio por lo que decido ser yo el que empiece a tocar el tema.

- Ash, quería agradecerte por confiar en mí. Sabes que te amo y que no haría algo así. Lo último que quiero es lastimarte. –

- Lo sé ¿Podríamos olvidar todo lo que pasó el día de hoy?– Me pregunta y puedo ver que se ha sonrojado por completo y creo que también se refiere a lo que sucedió en el baño.

- Si es lo que quieres, por mi no hay problema. Le contesto, pero dentro de mí, se perfectamente que yo no lo voy a poder olvidar. ¿Cómo podría olvidarlo? A decir verdad, su reacción en el baño me encantó y lo disfrute demasiado como para olvidarlo. Pero puedo notar que ella se siente avergonzada y decido no volver a tocar el tema.

- Gracias. –

- Mañana nos entregan las invitaciones. Les pedí que nos las enviaran al hospital durante el día. ¿te parece bien? –

- Me parece perfecto. Mañana por la noche podremos rotularlas y comenzar a repartirlas pasado mañana. –

- Sí. Después del trabajo entregaremos unas y otras las enviaremos por mensajería. –

- Todas las del trabajo será fácil entregarlas. –

- Así es. ¿quieres más pizza? –