Siempre Juntos

Capítulo 1. El principio del fin

Hemos estado juntos desde hace un buen tiempo realmente ya no sé cuánto, nos conocemos de tanto atrás que me parece que hemos vivido ya unas cuantas vidas juntos.

Ulises sin duda es un gran hombre, siempre esta al pendiente de todo lo que se necesita. En el trabajo en un hombre sobresaliente su padre lo dejo al frente de la empresa de su familia la cual ya la ha llevado al más grande de los éxitos. Lo se debido a que hemos trabajado juntos perfeccionando cada vez más las posibles fallas del negocio, a la fecha no hay muchos competidores para la empresa lo que hace aún más dichoso nuestro trabajo.

Hemos tenido la oportunidad de viajar por cuestiones laborales lo cual nos ha hecho ser más cercanos, buenos amigos diría yo. Sabemos con un gesto, una mirada lo que piensa el otro creo que es una de las pocas fortunas de ser amigos, colaboradores y que ambos luchamos por el mismo fin.

En cada viaje nos fuimos acercando tanto que hoy después de algunos meses, diferencias, ajetreos por fin estoy usando mi mejor vestido, un peinado fabuloso, el mejor perfume, las más bellas zapatillas para caminar por un pasillo largo con alfombra roja y pétalos blancos hasta el altar donde estará él esperándome con un traje seguramente precioso.

-¡Vero! ¿Estás ahí, responde?- Es la voz de Daniel, mi loco hermano.

- Sí, ¿Qué sucede?- respondo mientras me miro por última vez frente al espejo, acomodo un poco el vestido, mi peinado y el labial.

- ¿Qué sucede? Es enserio Vero, te casas en una hora y de camino son 30min. ¡No voy a conducir rápido sabes que a mamá no le gusta! Si te quieres casar más vale que salgas ya.- Su tono es un poco molesto pero sé que esta triste en el fondo.

-Ya podemos irnos- le respondí mientas abrí la puerta de la habitación que en unas horas dejaría de ser mía. Mi hermano se quedo mirando me unos segundos para luego abrazar me como lo hacía cuando se asustaba.

-Hijos ya va….Mi madre al verme vestida de novia no ha hecho más que llorar y abrazar nos. – Mamá no llores, porque me harás llorar y saldremos más tarde en lo que arreglamos el maquillaje y a mi jefe le molesta que llegue tarde- dije un poco bromista a punto de llorar.

Luego de unos minutos ya estábamos en el coche rumbo a donde esperaban por nosotros para la boda.

-Bicho- así me llamaba mi hermano- Toma se me olvido darte esto. Extendió su mano y me dio un sobre blanco.

En una de las caras decía:

“Verónica”

Al ver la letra, un escalofrió me recorrió el cuerpo solo la veía con un miedo profundo al abrir aquel sobre.

-¡Bicho! El grito de mi hermano me saco de mis pensamientos.

- ¿Qué pasa insecto? Trate de responder como si no me sucediera nada.

-Te he dicho que hemos llegado, mamá ha ido a ver que todos estén listos para que puedas bajar. ¿Estas bien o son los nervios que te han puesto así?

-Lo lamento, si eso debe ser nervios- le respondí mientras veía el sobre.

-Voy a ver por que no ha regresado mamá, enseguida regreso por ti.

Asentí con la cabeza, mientras veía como mi hermano se iba alejando poco a poco del coche abrí el sobre.

“Vero querida  tanto tiempo sin saber de ti”

Alguna vez te dije que si no eras feliz conmigo difícilmente lo serías con alguien más, por cierto quería saber porque no recibí la invitación a tu boda. Estoy seguro que debió extraviarse de todos modos nos vemos en un rato. Por nada del mundo me perdería tu boda querida, te deseo que seas tan miserable como yo lo he sido sin ti.

Atte. Tu único amor.

Al terminar de leer aquellas palabras no espere nada, él estaba ahí. Me baje lo más rápido que pude del coche subí las escaleras hacia la iglesia, ya no había nadie afuera solo en la entrada estaba mi hermano quien seguramente ya iba en mi búsqueda. Mientras caminaba hacia la entrada pude ver su expresión desconcertada por mi caminar.

-¿Sucede algo bicho?

-¿Dónde está? Pregunte ignorando lo por completo.

-¿Ulises? Esta adentro como todos ¿Qué tienes bicho? Estas muy pálida.

-No, no estoy bien. Tengo que hablar con Ulises- Le respondí mirando hacia adentro con toda intensión de entrar y ver a Ulises pero mi hermano me había agarrado impidiendo me entrar.

-Verónica ¿No puedes hablar con él después o dime que pasa? ¿Te hizo algo?- dijo con un tono serio y con enojo.

Le di la nota, me solté de su agarre y entre rápidamente.




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