Lucy
-¿No te da miedo? -Gis pregunta.
-Llevo los últimos años manipulando cadáveres, ya nada me sorprende. -Will le responde con mucha calma.
-Yo no podría. -Gis sacude la cabeza.
-Sí, no es una profesión para cualquiera, hay que tener el estómago y la mente fuerte.
-¿Pueden dejar de hablar de muertos mientras desayunamos? Me están quitando el apetito. -digo a la vez que echo la leche dentro de mi taza de té.
-Solo respondía las dudas de mi profesión a Gisele. -Will me ve.
-¿No podría ser en otro momento?
-Tengo que regresar a la Morgue, así que no habría otro momento.
-Me quitaron el apetito, pero no por eso desperdiciaré todo lo que me costó cocinar. -los miro y me siento en la mesa.
-Buenos días. -Nico sale de la habitación. Me sorprende el hecho de que hoy se haya despertado mucho después que yo. Él suele empezar su día muy temprano, siempre.
-Pensé que estabas en el gimnasio o algo así. -Will le dice casi terminando su desayuno.
-No tuve una buena noche y decidí quedarme en cama hasta un poco más tarde de lo normal.
-¿Es por algo en especial?
-No realmente, solo no podía dormir.
-Dejé tu desayuno en el microondas. -le aviso y él se retira a la cocina rápidamente. Al regresar, besa mi mejilla y se sienta a mi lado.
-Iré a lavarme los dientes y me retiro, tengo asuntos que atender como el forense que soy. -Will se levanta y lleva una mano a su pecho.
-Todavía no te gradúas. -Nico le contradice.
-Tú tampoco y adoras jugar al doctor con tu novia y revisarle la anatomía aunque te especialices en la mente. -el rubio le devuelve el comentario y yo solo deseo hundirme en mi silla. Él se retira rápidamente a la cocina.
-¡No digas esas cosas frente a mi hermana! -Nico exclama mientras tapa las orejas de Gisele. Ella suelta un par de carcajadas gracias a eso.
-Ya Nico. -le aparta las manos aún riendo y se calma. -No es como que no lo supiera desde antes.
Mi novio procede a poner una cara de espanto.
>>¿Qué planes tenemos hoy? -Gis cambia de tema.
-No los hay. -le informo, acomodándome en mi silla. -¿Quieres ir a un lugar en específico?
-No realmente, aunque Tyler e Ethan me deben la revancha en Monopoly.
-Veo que te llevas muy bien con el hermano de Pey.
-Sí, es agradable, además estoy ciertamente acostumbrada a juntarme con chicos de diferentes edades, no ha sido un problema relacionarme. -Se encoge de hombros y continúa comiendo.
-Me alegra escuchar eso. Ya tienes otro amigo en Londres.
-Sí, de hecho el único que hice por mérito propio, los demás obligadamente tienen que ser amables, son los mejores amigos de mi hermano. -señala a Nico. -Realmente no sé si cuentan.
-Claro que lo hacen. -Él habla.
-Por cierto, hablando de tu grupo de amigos, ¿Qué fin tuvo Alan? ¿Han vuelto a saber de él? -le pregunto curiosa, recordando al chico.
-No realmente. Nos tiene bloqueados hasta de redes sociales, la última vez que recuerdo verlo fue aquella vez que huyó de nosotros. Aunque Ethan creó una cuenta falsa y logramos ver un poco su insta, no publica prácticamente nada. -suspira y bebe de su té con leche.
-Me caía muy bien, era sumamente callado pero era agradable. -Gis opina.
-Lo sé, fue parte del grupo bastante tiempo y aún así nos abandonó por una chica. Supongo que es el ciclo de la vida, gente entrando y saliendo.
-Mejor dejémonos de temas tristes y coman que se enfría. -comento luego de un ligero silencio tenso.
-Suenas como si fueras una mamá. -Nico me miró. -Nuestros futuros hijos tendrán una gran figura materna.
-Te he dicho que no hables de hijos, estamos en el auge de la juventud. -me quejo empujando su pierna con mi pie bajo la mesa.
-Por eso dije "futuros" no es como que tengo en mente embarazarte pronto. Me matarías tú o papá, cualquiera de los dos es apto para acabar con mi vida.
-Yo quiero sobrinos, no tarden demasiado. -Gis dice y suelta una risita.
-Dame unos años más y cumpliré tus deseos, hermanita. -Nico le sonríe.
-Ahora tengo a dos tentando contra mí.-me quejo.
-¡Me voy! -Will grita corriendo hacia la puerta principal y toma sus llaves. -Vuelvo en la noche, si hacen cena me dejan.
-Claro. -Nico le responde sin siquiera verlo.
-Volviendo al tema principal, ¿Realmente no hay ningún plan? -Gis interviene nuevamente.
-Tía Laila quiere verte, me escribió por la mañana, pero si no quieres, no te obligaré a nada. -Nico le avisa.
-Prefiero no verla hoy, quizá mañana. -Recuesta sus codos sobre la mesa y mira su plato.
-Bien, entonces supongo que podemos invitar a los chicos acá, hoy no me apetece salir.
-Sí, me gusta la idea, iré a lavar mi plato. -nos avisa poniéndose de pie y alejándose hacia la cocina.
-¿Te encuentras bien? -Le pregunto a mi novio una vez solos.
-¿Por qué no lo estaría?
-No lo sé, es que te noto algo raro ¿Tan mala noche tuviste?
-Sí, un poco.
Me pongo de pie y me coloco tras su silla. Llevo mis manos a sus hombros y comienzo a masajearlos como Lorena, una chica del trabajo, me enseñó. Ella me ha aplicado estos masajes antes de las pasarelas y me han ayudado a relajarme. Los hombros de Nico parecen piedras de lo duros que están, es pura tensión. Con razón su cambio de actitud. Tal vez para cualquiera está actuando normal, pero para mí no. Sé cuando algo, aunque sea mínimo, le afecta.
-Creo que te vendría bien un relajante muscular. -digo sin dejar mi masaje a un lado.
-No quiero tomar esas cosas.
-Pero te ayudarán, estás muy tenso. ¿Acaso no te duele?
-Sí, pero puedo soportarlo.
Suspiré.
-Creí que yo era la masoquista de la relación.
-No sabía que había un masoquista en la relación. -se gira a mirarme.
-Bueno, no importa, mejor desayuna y ve a descansar, luego te daré un mejor masaje. -le aseguro besando su mejilla. Él sonríe ligeramente y continúa comiendo. Regreso a mi asiento y también termino mi comida.