Siempre juntos Chicos (sc Libro #3)

17. Vino Dulce

Lucy

La semana ha sido pesada, tuve que volver a redes para hacer mi trabajo, pero el acoso de la gente me está volviendo loca, tanto que deshabilito comentarios en mis publicaciones y solo entro para subir las publicidades y vuelvo a salir. No quiero decir nada, no le debo explicaciones al mundo, no pienso dárselas porque no les incumbe. Quisiera que las cosas se calmaran y hasta ahora siguen iguales.

Llego a casa, me ducho y bajo hasta el gimnasio del edificio. Eso es lo que me gusta de vivir aquí. Aunque me gustaba mucho el apartamento que mis padres tienen, este lugar es más tranquilo, conozco a casi todos los que viven aquí, hay cámaras en todas partes y mucha seguridad y protocolo para que alguien entre. En resumidas palabras, me siento protegida. Bueno, eso hasta que ese programa me robó la paz. A veces hay paparazzi afuera, tanto de mi edificio como de la oficina, persiguiéndome como aves carroñeras.

Termino mi rutina de ejercicios. Mi cuerpo se siente agotado, pero yo me siento animada. Eso es lo que me gusta de hacer ejercicio, libero toda mi tensión.

Subo, me relajo un rato y vuelvo a ducharme para finalmente acostarme en mi cama. Le envío un mensaje a Nico en espera de que esté despierto. No tarda en responder y de paso llamarme.

-¿Qué tal vas con tu desintoxicación del estrés? -le pregunto en cuanto contesto.

-Mejor de lo que creí, volví a jugar básquet, estoy intentando escribir, todavía me cuesta, pero comencé a leer dos libros esta semana. -dice y lo escucho moverse, seguro está ordenando su habitación o algo parecido.

-Me encanta escuchar eso.

-A mí me encanta escucharte a ti. -sonrío -¿ya cenaste?

-Aún es algo temprano, no tengo mucha hambre todavía.

-Yo estaba por irme a dormir. Acabo de repasar mis apuntes, intento estudiar lo justo y necesario, espero salir bien en la próxima prueba.

-Lo harás bien. -Le aseguro.

-¿Puedo preguntarte sobre el tema de ya sabes qué?

Suspiro.

-Odio a los paparazzi y a la gente en general. Solo quiero trabajar en paz.

-Todo pasará, ya verás, la gente se aburre y se olvida rápido en estos tiempos.

-Es lo que llevo esperando toda la semana.

-Dales una semana más, si es que no aparece otro escándalo.

-La próxima semana hay una pasarela, me invitaron de espectadora. Es un evento grande, ni sé si debería ir.

-¿Irás sola?

-No, iré con mi tía, van muchos diseñadores y gente famosa, es la primera vez que invitan a mi tía y puede llevar 3 personas con ella, dijo que podía invitar a alguna amiga, pensé en Ellie, pero todavía no le digo nada porque no sé si iré.

-Eso no suena como algo que mi Lucy diría. La chica de la que me enamoré le importa más un pepino que lo que la gente piensa de ella, siempre planta la cara de frente y no aparta la mirada hasta que la otra persona lo hace.

Sonrío.

-Tienes razón, no sé por qué estoy dudando tanto, iré. Mañana mismo confirmaré mi asistencia. -le digo y me pongo de pie para tomar mi computadora y comenzar a responder un par de correos.

-Así se habla. -lo imagino sonriendo también.

Charlamos y de paso me ayuda a redactar los correos, es muy bueno escribiendo. Al acabar eso, me preparo una ensalada rápida y me vuelvo a acostar, todo esto sin soltar mi teléfono. Hace mucho que no teníamos una llamada tan larga como hoy. Últimamente hemos estado muy ocupados, es tedioso ser adultos y vivir en países separados. Aun así eso no es un obstáculo para nuestra relación.

-¿No es ya demasiado tarde para que estés hablando conmigo? -digo luego de ver el reloj de mi celular.

-A penas es la 1, no te preocupes, de todas maneras no tengo clase a primera hora mañana.

-¿Y eso?

-El profesor envió un correo diciendo que le surgió una emergencia, está fuera de la ciudad hasta el lunes.

-Que suerte, a mí nunca me pasó eso mientras estudiaba.

-Pues te lo presumo.

-Cállate. -digo y suelta una carcajada.

-Si paso este semestre, podré ir a prácticas el próximo, eso me emociona.

-Nico...

-Dime.

-Creo que esto es algo que no hemos hablado mucho, pero ya es necesario sacarlo a flote ¿Qué harás luego de graduarte? ¿Ya lo decidiste?

-Bueno, no está muy claro todavía. Tengo mis opciones, pero no sé qué terminaré haciendo.

-Es que la verdad aunque funcione, realmente no quiero que nuestra relación siga siendo a distancia en un futuro. -tuerzo la boca.

-Lo sé, yo tampoco. -suspira. -No creo conseguir trabajo inmediatamente que salga, quizá puedo tomarme un descanso y buscar uno más adelante, de todas maneras tengo con qué sustentarme, pero también estaba pensando en otras cosas; Gis ha dicho que le gustaría estudiar aquí y si llega a hacerlo, podría vivir conmigo, así no se le hace tan complicado el adaptarse nuevamente a Londres. Aun así no quiero quedarme acá para siempre, quiero estar contigo aunque no me guste tanto la idea de vivir en Nueva York.

-Si volvieras a California sería lindo, pero estaríamos en la misma situación de la distancia. -digo y aprieto los labios.

-Sí, adoro California, pero ahora tu vida está en Nueva York. La mía todavía no tiene una estancia fija, así que podría acoplarme.

-Igual no te sientas obligado a nada si no quieres, podemos seguir con esto aunque no sea lo que ambos queramos.

-Realmente no me importa dónde vayamos, con tal de poder tenerte conmigo a diario y logre conseguir ejercer mi carrera de Psicólogo, seré feliz.

Sonrío.

-¿Sabías que eres un cursi y que te amo?

-He estado bastante consciente de ello. -ríe. -También te amo.

-La próxima semana es el cumpleaños de Amber, le enviaré un regalo ¿Le mando algo de tu parte?

-Claro, luego te deposito para que compres algo bonito.

***

Termino mi jornada de trabajo y solo me queda suspirar. Hoy trabajé más de lo que lo he hecho en toda la semana, ser asistente no es tan sencillo como pensé, pero al menos me va bastante bien, Jess admira y aprecia mi esfuerzo, es una buena jefa.




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