Dylan
Miro a mi hermano lamentarse por no poder hablar con Evelyn. Yo tampoco lo he hecho, no solo porque me divierte verlo sufrir un rato, sino también porque esa chica es muy rara. Poco es lo que me ha hablado la última semana, sí, siempre me da muchas miradas y en una ocasión hasta me lanzó un papelito con un "Eres increíble" escrito, pero ya después de eso nada. En los almuerzos, desaparece, cuando acaban las clases sale disparada como bala a quién sabe dónde. Nunca logro alcanzarla, Dan peor.
Aun así no me aflijo, no sé por qué, pero me gusta la atención que me da la chica. Es extraño, nunca me había gustado llamar la atención de absolutamente nadie, sin embargo esta vez es... diferente de alguna manera. No estoy haciendo nada malo, no creo que debería sentirme culpable al respecto.
Luego miro a Dan y siento esa culpabilidad en el pecho, él realmente está encantado con Evelyn o bueno más que eso, parece ser un capricho de nuevo año escolar. Suele pasar más seguido de lo que quisiera. Una vez lo consigue, se aburre y pasa a la siguiente víctima. No entiendo cómo es que nunca se ha metido en problemas por eso.
-¿Qué oculta? ¿Por qué siempre huye y desaparece? Ni que fuese una superheroína encubierta. -Dan hace puchero, Gis ni siquiera nos presta atención por estar en su celular.
-Creo que es algo que jamás sabremos. -digo y lo sacudo.
-Solo quiero conocerla, pero siempre piensa que soy tú, me coquetea y me ilusiona. Jamás tengo la oportunidad de dejarle en claro las cosas y tú tampoco pareces esforzarte. -me fulmina con la mirada.
-Sí lo he intentado, pero parece que tengo la misma suerte al respecto.
-¿De qué hablan? ¿Podemos unirnos a la plática? -Max aparece junto a su novia Marie y se sientan frente a nosotros en la mesa.
-Solo de la chica nueva, la misteriosa y rara. -Dan aclara comiendo de su desayuno.
-Tenía que ser, no han hablado de otra cosa en toda la semana. -rueda los ojos.
-Ese es Dan.
-Tú también, no tanto pero sí. -me señala.
-Es cierto. -Marie lo apoya.
Me quedo con la boca abierta intentando reprochar que no es cierto para cuando veo a pocos metros de nuestra mesa a Evelyn. Acercándose con una sonrisa en la cara. Dan está de espaldas, sentado frente a mí, así que todavía no la nota. Ella me sonríe de oreja a oreja mientras carga su bandeja de comida sin sospechar absolutamente nada.
Es la primera vez que la veo fuera de los salones y tengo muchas preguntas. Mi hermano nota la sorpresa en mi cara y alza una ceja. Con la mirada, me cuestiona, pero no digo nada, solo observo tras él, así que ve hacia atrás. Ahora la persona sorprendida es otra y no hablo de Dan.
Evelyn se puso pálida y su bandeja cayó al suelo en cuanto mi hermano se giró. Todos en la mesa la observan también, Gis brinca en su asiento ante el golpe contra la baldosa. Dan sonríe y yo aprieto los labios para no reír. No creí que esta revelación sería tan dramática.
-Tú... Eres Dylan... -me señala. -y tú ¿también? -señala a Dan. Luego, se frota los ojos y sacude la cabeza, quizá creyendo que está soñando. Sin embargo, esto es más real de lo que cree.
Veo a Dan sin saber qué hacer realmente, pero él permanece con una sonrisa. Se pone de pie, se coloca frente a la chica, toma su mano para luego inclinarse y besar el dorso de la misma.
-Soy Dan, un placer, soy gemelo de Dylan.
Evelyn lo ve y luego me mira a mí.
-O sea que... ¿Son dos y no es una pesadilla?
-¿Por qué sería una pesadilla tenerme dentro de tu cabeza? -Dan sonríe soltando su mano. Mira a su alrededor cómo algunas personas los ven y frunce el ceño. -¿Qué ven, perdedores? -Con eso es suficiente para que todos aparten sus ojos.
-No lo entiendo... ¿Ustedes dos... he convivido con ambos?
Dan y yo asentimos.
-Soy el de tu primera hora y la penúltima del día. -aclaro.
-Y yo de la hora antes del almuerzo. -Dan dice, se nota tan aliviado de por fin decírselo.
-Oh dios mío. -se gira, dándonos la espalda, se cubre el rostro con ambas manos y comienza a balbucear, pero lo único que entiendo es "Qué vergüenza, no lo puedo creer".
-¿Te sientas con nosotros? Puedes hacer las preguntas que quieras. -Dan le ofrece. -Y te conseguiremos reponer la comida.
Ella se gira y destapa parte de su rostro, está muy sonrojada, pero toma aire y asiente.
-Thompson ¿nos haces el favor? -le pido a uno de nuestros amigos en la mesa y él no duda en ayudar e ir por otra bandeja de comida.
Evelyn se sienta junto a Dan, con las manos en el regazo y la mirada en la mesa, parece muy avergonzada, no creo que solo porque no se había dado cuenta antes, también porque está consciente que le estuvo coqueteando a dos chicos a la vez.
-Si te preguntas por qué no te dijimos. -Dan comienza a hablar.
-Es porque no nos diste la oportunidad. -digo y pauso para continuar turnándonos.
-Siempre llegabas a punto de empezar clases y te ibas antes que todos.
-Además es la primera vez que te vemos en la cafetería.
-Es que... yo... es... bueno... -alza la cabeza y toma aire. -Me siento tan avergonzada. Es que, son idénticos, no encuentro nada con qué diferenciarlos, hasta sus ropas... son iguales.
-Una apuesta. -decimos al unísono. -tenemos que vestirnos iguales durante un tiempo.
-¡Ven! Hablan en simultáneo y se turnan para acabar las frases del otro, era imposible saber que eran dos, nunca los vi juntos tampoco... bueno, hasta ahora.
-Quizá lo habrías hecho si no desaparecieras en la primera oportunidad. -Dan dice.
-Estoy... estaba algo ocupada.
-Bueno, creo que lo que importa ahora es que ya lo sabes. -mi hermano sonríe y se acerca a ella en el asiento. Por parte de la chica, se aparta y me ve a mí por unos segundos.
-Me costó un poco. pero la cocinera entendió, aquí está. -Thompson aparece con una bandeja en la mano. Le agradecemos mientras se la pone enfrente a Evelyn. Ella solo se limita a sonreírle.