Tere
-Muchísimas gracias por prestarme la casa para la fiesta de Amber. -le digo a Klara, la actual esposa de papá.
-Sabes que no hay problema, mi casa ahora es tuya también. -me sonríe con sinceridad y se aleja para ir a dirigir a los decoradores quienes están colocando las mesas.
Papá se casó hace aproximadamente 1 año y medio, está más feliz que nunca, Klara y él son el uno para el otro. Recuerdo que al principio mi relación con la mujer no era muy buena que digamos, primero porque fue muy difícil ver a mi papá con alguien más, además de que ella era una persona muy frívola y un poco indiferente. Sigue siendo vanidosa, conservadora e igual de perfeccionista. Aun así, nuestra relación ha mejorado con el tiempo, llegando al punto donde ya existe cierta confianza. Fue un proceso complicado, pero ya hemos aceptado a la otra y adora a Amber como si de su propia nieta se tratara.
Mi hija permanece siendo vigilada por mi papá, en un rato debo de bañarla y vestirla, también tengo que arreglarme yo y luego ir a recibir a los invitados.
Son los 5 años de mi pequeña, quería hacer algo especial para ella, pero creo que Tom y yo nos excedimos un poco. Son pocos invitados si no contamos a la familia, sin embargo hay muchísimos globos, dulces, comida y hasta un castillo inflable. Planear este tipo de eventos realmente es cansado, estoy mental y físicamente agotada. Aunque, si es para Amber, vale la pena.
-Es mi cumple Abu Rick. -Amber dice por milésima vez en el día.
-Sí, lo sé, ¿cuántos años? -le pregunta a pesar de que ya lo sabe.
-Así dijo mami. -ella estira su manita enseñando los 5 dedos. Eso hace sonreír a papá y besar su mejilla.
-Papá. -lo llamo.
-¿Sí, mi amor? -me voltea a ver y se levanta del suelo.
Le hago un gesto para que se acerque, no quiero que mi hija escuche mucho la conversación.
-¿Crees que puedes ir a la pastelería? Me acaban de llamar por el pastel, pero no puedo dejar lo de la decoración del patio y la comida del horno solo.
-Claro, ¿Llevo a Amber?
-No estoy muy segura... sabes que le encanta el dulce y conozco las capacidades de mi hija cuando quiere algo.
-Sí, lo más probable es que se embarre las manos antes de tiempo. -suelta una risa. -Iré por él.
-Gracias. -digo entregándole la factura con la cual va a reclamar el pastel. Él besa mi cabeza y le dice a Amber que irá a una misión secreta antes de retirarse.
-Mami, ¿es mi cumple, vedad? -me dice mi niña acercándose a mí.
-Sí, cariño, lo es. -le sonrío y la cargo. -¿Quieres tu biberón? -ella asiente, así que la llevo a la cocina.
Sé que para su edad ya debería dejar el biberón, estamos en proceso, pero por los momentos no hay mucho éxito. No me quejo del todo, luego de su ducha y beber leche caliente duerme como la bella durmiente y para mí eso es una gran ventaja.
Me encargo de hacer todo para que se duerma y no es nada difícil, es una Roberts así que adora dormir. Esto me ayuda a poder organizar todo lo que puedo con mucha más libertad. Una vez despierte, quiero haber acabado.
***
-¿No ha llegado Tomás? -Derek me pregunta luego de saludarme.
-No. -suspiro. -No le cedieron el permiso para faltar hoy, pero dijo que intentará salir temprano, hoy le toca patrullar, quizá logra zafarse un rato del trabajo.
-¿Te falta mucho por organizar? -Debi me pregunta mientras permanece agarrada de la mano de su prometido.
-Sí y ya los invitados están comenzando a llegar, siento que me va a explotar la cabeza. -digo llevando una mano a mi frente.
-Tranquila, Derek y yo te ayudaremos, tú quédate a recibir a las personas. -Debi me dice colocando una mano en mi hombro. Derek la voltea a ver.
-Oye, yo no he accedido a nad... -Debi lo ve fijamente. -ayudaré en lo que pueda. -eso hace sonreír a la chica.
-Muchísimas gracias. -les digo.
-No hay de qué, vamos. -ella lo jala y se retiran al patio trasero de la mansión de Klara. Yo solo puedo ver la enorme caja que Derek le trajo a mi hija, realmente adora a su sobrina. Amber se volverá loca al ver este regalo.
Corro a la entrada y veo más autos estacionados, Mis invitados comienzan a bajar, escucho a Amber gritar emocionada a lo lejos, seguro ya vio a su amado tío Derek.
Recibo a compañeritos de la escuela de Amber y a sus padres, a los padres de Tom y al resto de mis cuñados. Mamá tampoco tarda en llegar, todo el mundo apareció puntual y eso me pone muy tranquila. Aunque aún el corazón me late fuerte, en espera de Tom, hoy cuando más lo he necesitado, no le han permitido estar aquí. Todo eso a pesar de que no hay quejas suyas en la estación, pidió el permiso familiar hace un mes y se la negaron a último minuto. Detesto al nuevo jefe. Lleva una semana trabajando ahí y ya les ha hecho la vida imposible a todos.
A pesar de no estar aquí, no ha parado de enviar mensajes preguntando cómo va todo, espero que eso no lo meta en problemas. Suspiro y cierro la puerta cuando sé que ya todos han venido. Inmediatamente voy a organizar bien la mesa de los regalos antes de salir al patio, lugar donde me encuentro a mi hija jugando con sus tíos y sus amiguitos.
Me acerco a Rubén, quien es el más cercano a mí en este momento y me siento a su lado en la mesa. Realmente estoy agotada y la fiesta ni siquiera ha comenzado.
-¿Todo bien? -me pregunta.
-Sí, eso creo, solo estoy cargando con mucho estrés y haber dejado mis pastillas me está matando.
-¿Pastillas de qué?
Abro los ojos con sorpresa al darme cuenta de lo que dije. Dejé mis pastillas anticonceptivas hace ya varias semanas, eso ha revuelto mis hormonas, pero esto de tener un nuevo bebé no es algo que Tom y yo hemos decidido revelar todavía.
-¿Por qué no trajiste a Azura? Yo la había invitado. -cambio de tema rápidamente, él no le toma importancia.
-Le surgió algo importante, pero dijo que enviará su regalo después.