Lucy
Miro el reloj en mi teléfono, dejo mi computadora a un lado y procedo a llamar a mi hermano menor. Anoche nos contó todo lo que había sucedido con este tal Iván supuesto amigo suyo. Aparentemente Derek ya sabía parte de la historia y me ofende mucho ese hecho, pero no voy a ponerme a discutir con Alex por eso, ya todos estamos enterados, aunque lo último que supimos es que estaba junto con Hattie en el hospital mientras llamaba a la policía. Eso fue ayer a altas horas, no leí todos los mensajes hasta por la mañana, mis hermanos igual, desde entonces, él no se ha vuelto a comunicar y eso me preocupa, sé que está bien, sin embargo quiero saber cómo van las cosas.
-Alex, al fin contestas. -Le digo en cuanto responde mi llamada.
-Me ibas a llenar de mensajes si no lo hacía, supongo que querrás saber cómo están las cosas por acá.
-Sí, ¿Qué ha pasado? ¿Alguna novedad?
-Según las pruebas que le hicieron a Hatt para saber qué le pusieron a su bebida, resulta que no le dieron precisamente droga, al menos no una ilegal, eran somníferos, pastillas para dormir. El doctor dijo que fue una dosis muy precisa para que diera efecto rápido y a la vez que no le hiciera daño a la persona al mezclarlo con alcohol.
-Evidentemente no era la primera vez que ese tipo hacía algo así.
-No, lo interrogaron a él y al otro tipo que estuvo con Hatt, Iván no confesó, aun así le encontraron diferentes tipos de pastillas en su habitación de la residencia, mientras que el otro lo dijo todo, además de que no era la primera vez que lo ayudaba. Comienzo a sospechar de que el día que pasaron las cosas entre él y yo, pudo haberme administrado algo, quizá no un somnífero, pero algo para siquiera atontarme porque nunca logré explicarme cómo logró convencerme.
-Es lo más seguro, nunca ha sido fácil dar tu brazo a torcer.
-Lo sé, pero no tengo manera de comprobarlo a menos que él lo confiese, las pruebas están ahí, aun así Iván no parece querer abrir la boca.
-¿Qué pasará con él? -digo y me reclino en mi asiento.
-Está detenido en espera de un abogado, aunque no hay manera que salga impune, el rector de la universidad ya se enteró del escándalo, dijo que lo van a expulsar de la facultad, a él y a otros cómplices y la verdad que con eso me conformo un poco.
-¿Cómo está Hattie?
-Un poco conmocionada, pero bien, fuimos a testificar a la comisaría y ahora estoy con ella en su residencia.
-Me alegra que esto no haya pasado a mayores.
-Sí, pudo ser peor, pero logré resolverlo a tiempo. -dice y suspira.
-Estoy orgulloso de ti, Alex.
-Soy un Roberts, tengo que dejar mi apellido en alto donde sea que llegue.
-Por supuesto. -sonrío. -¿Te harán algo a ti?
-No, tomaron el golpe de Caleb como defensa propia y, ya que fue fuera de las instalaciones de la universidad, no tendré consecuencia alguna.
-Me alegra escuchar esto... realmente me habría gustado hacer lo mismo cuando pasó todo este tema de Chase, ese imbécil se merecía unos años en prisión, pero fui tan estúpida que no pensé en usar a la policía. Aunque no me arrepiento de haberlo lanzado por el acantilado.
-¿Qué fue de él?
-Resulta que lo expulsaron de la escuela militar porque los mandos mayores supieron de todo lo que hizo y según sé, atraparon al otro tipo, dueño de la página esa, no sé cuántos años le dieron, pero estará preso largo rato.
-¿No debieron encerrarlo a él también?
-Sí, pero seguramente su padre intervino monetariamente, así que aunque yo lo hubiese hecho en su momento, quizá habría sucedido lo mismo. Espero reciba el karma algún día.
-Lo hará, por lo que te hizo y por lo demás.
-Lucy, te necesito en la sala de reuniones en 5 minutos. -Jess me dice apareciendo por la puerta.
-¿Reunión? Pero no había ninguna agendada para hoy. -le digo frunciendo el ceño.
-No había ninguna planeada, pero Louisa nos convocó de emergencia.
-Bien, solo termino esta llamada.
-Bien, te veo arriba.
-Escucho que tienes que irte. -mi hermano me dice.
-Sí, mantenme al tanto de si pasa algo más y te enviaré para que le compres algo a Hattie de mi parte, sé que no la conozco muy bien, pero quiero darle mi apoyo. Si sobra quédatelo.
-Bien, gracias de antemano.
Ambos nos despedimos y cortamos la llamada. No puedo creer que este tipo de cosas siempre tienen que acechar a la familia. Al menos fue casi solo un susto y se resolverá. Espero que nada parecido vuelva a pasar, ya hemos tenido suficiente.
Camino hacia el elevador y presiono el piso 10, donde se ubica la sala de reuniones mientras reviso en mi celular unas anotaciones que Jess me dejó. Últimamente pasa muy ausente, caminando de aquí para allá y yo como su asistente, me he tenido que hacer cargo de todos sus pendientes. La verdad que no me la ha dejado fácil.
Sé que no había ninguna reunión, no estaba en el horario, pero sospecho de qué se puede tratar. Mi tía lleva obsesionada con todo lo que hace esa marca Misnua que le está haciendo competencia y últimamente solo habla de eso. Quizá tenga que ver.
-Bien, ¿ya están todos? -Mi tía aparece en la puerta mientras que yo permanezco sentada junto a Jess. -Veo que sí, he convocado a todos mis colaboradores de marketing porque tengo un asunto importante que atender con ustedes.
-¿De qué se trata? -alguien pregunta.
-Sobre Modelou, ¿Qué nos está pasando? Soy la jefa aquí y siempre, aunque no crean estoy al pendiente de todo lo que sucede en este lugar y puedo ver que no están haciendo su trabajo como deberían y se preguntarán de qué hablo. -junta sus manos frente a su pecho y comienza a caminar de un lado a otro, no parece contenta. -Las campañas de promoción ni de mis tiendas, ni de mis líneas están siendo lo suficientemente eficientes. Siempre, sin falta ha sido todo muy bueno, ventas, rating, todo y ahora ni siquiera se está mencionando mi nombre en ninguna página ni en la más mediocre.