Lucy
-¿Están conscientes del reto que es esto? -mi tía dice y mira a todo su personal sentados sobre la mesa.
Todos comienzan una gran discusión en donde intento centrarme en observar las expresiones de los demás, buscando algo fuera de lo común. Aunque es difícil, tengo muchas cosas en la cabeza, siento que me voy a volver loca en cualquier momento.
Me levanto de mi asiento al estar bastante molesta con el ruido que están causando. Modelou ahora mismo es un caos y en esta reunión, donde nadie quiere ceder la palabra, es un reflejo de ello. Golpeo la mesa con mis manos, todos saltan en su lugar volteando a ver a mi dirección, callándose en el proceso y mi tía me sonríe agradeciendo mi intervención.
-Gracias. -Tía Louisa me dice y toma mi hombro para obligarme a sentarme nuevamente. -Como iba diciendo, recuerden que aquí se supone que somos un solo equipo, a todos los contraté por algo en especial y ya hemos puesto muchísimo esfuerzo para lograr lo que estamos logrando. No podemos permitir que alguien nuevo nos quite lo nuestro. Ella se ha robado no solo mi trabajo, sino también el de la agencia y necesito soluciones, no quiero llegar al punto de comenzar a despedir gente, porque evidentemente hay un soplón.
>>Mis medidas serán las siguientes de ahora en adelante. -se acerca a la pared y enciende el proyector con su respectivo control, dejando ver el listado de lo que ha decidido.
Se notificará cada entrada o salida de las oficinas, sin importar cuál sea.
Serán vigilados por cámaras de seguridad en todo momento del día.
Ningún papel no autorizado entrará o saldrá de las oficinas.
Se revisarán las maletas personales a la entrada y salida.
Todo papel debe ser revisado antes de ser lanzado a la basura.
Así seguía una lista bastante larga que ella misma diseñó, con cosas parecidas. Todo el mundo parece espantado porque son medidas totalmente extremas, incluso para mí. Observo bien sus expresiones. Algunos serios, otros asustados. No puedo concluir mucho solo con eso.
Alguien alza la mano.
-Perdón, jefa, pero esto me parece demasiado.
-Bueno, son las medidas a las que me vi obligada a imponer después de todo lo que ha pasado con Misnua. -responde ella juntando las manos.
-Esto es ridículo, son meras suposiciones. -Alguien más dice.
-Bueno, el que nada debe, nada teme. -sonríe ligeramente y vuelve a permanecer seria al instante. -¿O me equivoco?
-Bien, supongo que sí, pero, sigo pensando que esto es demasiado.
-Claro, pero repito, no es que yo quiera hacerlo, es que tengo que hacerlo para proteger la marca. Si realmente quieren que esto no suceda, es mejor que el soplón se delate, si coopera, tal vez no lo demande.
Algunos comienzan a susurrar, poco después, veo asomada por la puerta a Amara. Tía Louisa da por terminada la reunión y le pide a todos retirarse. La chica ingresa y cierra la puerta para acomodarnos en la mesa.
-Me enteré de algunas cosas. -Amara dice una vez estamos las tres solas.
-¿El qué?
-Se han estado repartiendo una especie de invitaciones entre varios empleados, aunque no sé a quiénes exactamente.
Aquel presentimiento que sentí ayer, vuelve a mi pecho.
>>Investigué en recepción, llegaron junto con el correo de la empresa, no se sabe quién las envió ni quién las repartió, pregunté a varias personas y nadie me dijo nada, como si esas invitaciones hubiesen sido un fantasma.
-Ayer... le vi esa invitación. -digo y alzo la mirada. -No sé qué decía dentro, pero si sé de alguien que recibió una.
-¿Quién? -mi tía me pregunta.
-Alan, el chico que contrataste hace poco.
-¿Lo conoces?
-Sí, fue amigo de Nicolás y creo que también somos amigos... No sé, hemos tenido varias conversaciones, pero nos vimos pocas veces.
-Pero, ¿Crees que es la misma invitación de la que hablamos? -Amara me dice.
-Sí, me lo topé en el elevador luego de irme de aquí y me dijo que se la dieron en recepción. No la había abierto, recuerdo haber visto que tenía un relieve... No estoy muy segura, pero creo que era una M.
-Esa maldita Misnua. -mi tía murmura.
-Supongo que tendríamos que averiguar qué dice dentro para confirmar las sospechas. -Amara asiente.
-Hablaré con Alan. -aseguro.
-Y yo con el detective, aún no ha terminado de revisar el listado, pero seguro tiene noticias. -mi tía me ve a mí y a Amara antes de que las tres asintamos.
***
-Hoy has estado algo extraña, Lucy.
Observo a tía Louisa recogiendo sus cosas.
-¿Tú crees?
-¿Lo creo? No, lo noté. En la mañana durante la reunión pensé que solo tenías sueño, pero ahora sigues igual, ¿Problema con tus padres? ¿Pasó algo con tu abuela?
-No, no es eso, pero digamos que tiene que ver con algo de mi abuelo.
-¿Te hizo algo malo el viejo verde ese?
No puedo evitar reír.
-No, pero creo que me vendría bien hablarlo contigo, imagino que sabrás aconsejarme.
-¿Necesitas mi consejo? -se lleva una mano al pecho. -Claro que te lo daré, vayamos a almorzar. Hablar de algo que no sea Misnua me hará bien.
Ambas bajamos al primer piso y su chofer nos espera en la salida. Durante el camino me recuesto y cierro mis ojos intentando reducir mi dolor de cabeza. Tengo muchos pendientes, incluyendo una reunión con Hazel, mi manager. Se acerca la temporada de invierno y por lo general, surge mucho trabajo. Esto junto con mis problemas personales, me van a volver loca.
Llegamos al restaurante y con mucha prisa nos dieron una mesa. Observo a la entrada en donde dos del equipo de guardaespaldas nos vigilan. Nunca terminaré de acostumbrarme a ellos.
-Bien, dime lo sucedido. -me dice una vez han tomado nuestro pedido.
-El abuelo me quiere dejar su empresa. -suelto de golpe y ella abre los ojos, sorprendida.
-Admito que esperaba cualquier cosa menos eso.
Suspiro pesadamente.