Lucy
No puedo creer que hoy hace seis años me enteré del embarazo de Tere. Ellos me echarán en cara toda la vida lo mal que reaccioné ese día, mucho que grité y patalee para que ahora estoy feliz, jugando con mi sobrina mientras esperamos que sus papás se casen.
No sé cómo es que han podido planear una boda en tan solo dos meses. Parece que ayer se comprometieron y finalmente están dando el paso. No hubo cena de compromiso, ni ensayo, ni una despedida de solteros. Hicieron todo muy simple, una cena familiar la noche anterior y hoy el gran pequeño evento. Nada más veo personas cercanas a Tere y Tom, todos contentos por este suceso.
Estamos en el patio de su nueva casa y a pesar de ser aquí, se ve muy elegante. Las flores, los centros de mesa, el pastel... todo muy minimalista, pero de todas maneras se ve espectacular. Tiene la sencillez y carisma de Tere, también los colores favoritos de mi hermano.
Dejo a Amber al cuidado de su tío Chris y voy escaleras arriba. No he visto a Tere completamente arreglada y muero de ganas por hacerlo. Claro que vi el vestido, aunque no de manera presencial ni arreglado porque cuando lo eligió le quedaba algo grande.
Toco su puerta y me adentro. Charlotte está ahí con ella y nadie más que la estilista, quien parece haber acabado su peinado.
La veo allí sentada frente a su espejo, su cabello medio recogido y con muchas ondas en las puntas, con un maquillaje sencillo y elegante. Ella se pone de pie al verme y me sonríe. Aquel vestido de seda liso, ceñido a su cuerpo, deja a relucir su pancita de embarazada y no puedo evitar sentir una punzada en el pecho, queriendo llorar.
-¿Qué te parece?
-Te ves. Increíble Tere, no puedo creer que te estás por casar. -digo y aleteo mis manos frente a mis ojos evitando llorar.
-No llores, no quiero arruinar mi maquillaje tan pronto. -me dice y sus ojos lagrimean.
-No quiero llorar, pero no puedo evitarlo.
-Si tú lloras, yo también, deja de hacerlo.
Me acerco a ella y le doy un abrazo, uno fuerte en donde ambas evitamos soltar lágrimas.
-¿Estás nerviosa? -le pregunto.
-Más que nerviosa, ansiosa. -Asiente y nos alejamos, devolviendo las lágrimas a su lugar para reemplazarlas por una sonrisa.
-Es solo Tomás. -digo en broma.
-Sí y es el amor de mi vida, me voy a casar con él... -se ríe con nerviosismo. -Si me hubieran dicho hace años que me casaría con él y formaríamos una familia...
-Yo me habría vuelto loca. -le robo las palabras.
-Yo también. -se ríe. -Estoy muy feliz, realmente no me arrepiento de todo el drama.
-Admito que no les tenía fe, no confiaba en Tomás para ti, pero me equivoqué y realmente comparto el sentimiento alegre.
-Gracias Lucy, pero guarda esas palabras para tu discurso, porque sí o sí tienes que hablar.
-Para ese momento, tengo otras palabras. -le digo y vuelvo a abrazarla.
-Chicas, adoro esta escena, pero ya es hora. -Charlotte nos dice y ambas nos separamos.
-Te espero abajo. -le digo y ella asiente.
Vuelvo a mi lugar y veo a mi hermano ingresar al lado de mamá, vestido con un traje de chaqueta blanca con detalles en negro al igual que su pantalón. Pensaba que iba a utilizar ese mismo de todos los años en acción de gracias, pero al parecer se ha esforzado un poco más para hoy.
Luego de un par de minutos, Tere hace su gran aparición al lado de su papá, quien con los ojos irritados la lleva del brazo. Tomás derrama lágrimas gruesas, incluso se agacha en su lugar, incrédulo al verla por primera vez con su vestido de novia. Jamás en la vida vi un novio tan emotivo y no creí que el primero que vería así sería mi hermano.
Tere llega al arco nupcial junto con Tomás y ambos se limpian las lágrimas mutuamente antes de tomarse las manos y que la ceremonia dé inicio.
Nico a mi lado me consuela durante toda la velada porque es demasiado emotiva. Ya sabía yo que Tere iba a ser la primera de las dos en casarse, pero tampoco que sería tan pronto.
Sonrío al ver a Amber correr hacia ellos al altar porque se aburrió con su tío. Tom la carga sin problema alguno y la imagen es perfecta desde mi lugar. Ambos sonriendo casi de oreja a oreja, viéndose con ojos de amor, con su pequeña en medio, quien también está contenta y la pancita reluciendo mientras el juez sigue hablando.
Veo a Nico y me pregunto si algún día nos podremos ver así de felices. Recuesto mi cabeza en su hombro y espero a los votos.
-Yo, Tomás Roberts, te he amado desde que tengo memoria, he adorado cada parte de ti, añorado ser quien te sacara más sonrisas, ser quien te abrazara cada día y ser quien te besara cada noche antes de dormir. Yo era el que le gustaba tomarte fotos distraídas y guardarlas porque era la única manera en que podía adorarte, ya que mi hermana no me dejaba acercarme a ti. -Ruedo los ojos cuando todos ríen. -Ahora puedo hacer más que eso. -mi hermano sonríe y luego ve a su hija, quien permanece aferrada a su cuello.
>>Esos nueve años enamorado, en espera de que me hicieras caso, sin duda valieron la pena. Pasar de ser la mejor amiga de mi hermana a mi esposa... Es la vuelta de la vida que más he adorado. Aunque te haya embarazado a la primera, no me arrepiento de nada. Ser padre junto a ti es algo que no estaba en mis planes, pero si eso era lo que tenía que hacer para estar a tu lado, lo haría mil veces solo si es contigo. Ni siquiera tengo las palabras para describir lo mucho que te amo Tere... -se ríe y es Amber quien le limpia las lágrimas. -Estoy bien, princesa. -le susurra.
>>Prometo ser siempre tu fiel acompañante de vida, el mejor padre para nuestros futuros y actuales hijos, porque planeo tener al menos otro par de bebés más. Pero no te preocupes, cumpliré todos tus antojos y te haré masajes en la espalda.
Todos reímos porque sabemos que sí cumplirá.
>>Creo que ya lo dije todo, pero creo que debería añadir algo y es que gracias por ser quien me besara primero... sin duda alguna si hubiéramos dejado en mis manos. -hace una mueca e inclina su cabeza. -Quizá no estaríamos aquí.