Siempre juntos Chicos (sc Libro #3)

Extra: Rubén

Rubén

Llego a casa luego de una larga jornada de trabajo, es hora de la cena y Azura se encuentra en la cocina. Desde aquí puedo oler lo que prepara. Me acerco a ella y la encuentro dándome la espalda, frente a la estufa.

-Llegaste. -se gira y me sonríe. -¿Cómo te fue hoy?

-Bastante bien y ¿a ti? -Digo acercándome, con una mano tras mi espalda.

-Una sesión de más de ocho horas, pero el cliente acabó feliz, se tatuó toda la espalda. -se gira nuevamente en su lugar para seguir cocinando.

-¿Qué está preparando mi hermosa novia? -digo colocándome tras su espalda y rodeando su cintura con un brazo.

-Preparo una salsa blanca para la pasta. -dice girando la cabeza en mi dirección. -Sin duda alguna, esta cocina es un sueño.

-Me alegra que te guste. -digo y procedo a sacar una de mis manos de detrás de mi espalda, dejando a la vista el ramo de flores.

-¿Y esto? -pregunta con una sonrisa.

-Feliz primer año juntos. -beso su mejilla mientras ella me abraza y deja el cucharón que estaba utilizando a un lado.

-¿Era hoy? ¿Ya pasó tanto?

-Sí, y además ya tenemos una semana entera viviendo en nuestra casa. -vuelvo a besar su mejilla.

-Bueno, eso ya no es tanto.

-Pero hemos pasado mucho tiempo aquí. Todos estos meses renovando la casa han sido maravillosos. Sin duda alguna es el ambiente hogareño que quería tener.

-Cierto, hemos pasado por muchas cosas en este lugar... -sonríe de manera pícara mientras alza sus manos y las lleva a mi cuello para rodearlo.

-163. -digo.

-¿Qué?

-163 tatuajes. Creo que si mis cálculos no me han fallado, esos son los que tienes, también conté los nuevos que te hiciste en la espalda y sin duda, mi favorito es el corazón en medio de tus pechos, ya que tengo que quitarte la ropa para apreciarlo mejor.

-Realmente los contaste.

-Te dije que lo haría y estoy muy orgulloso de haberlo logrado, solo me tomó un par de meses.

Ella suelta una risa y se abraza a mi pecho.

-Esto me deja en claro que eres un hombre de palabra, Rubén Roberts.

-Y también cumpliré una cosa extra, aunque esta me la prometí a mí mismo nada más.

-¿El qué? -pregunta.

-Lograr que te cases conmigo.

-Si, claro. -dice y se queda quieta un segundo para luego alejarse de mi pecho. -¿Estás hablando en serio? No sonó como una broma.

-No lo fue. -digo y acaricio su mejilla. -No veo un futuro en el que no estés conmigo. Llegaste en el momento indicado de mi vida, casi como una luz que me hizo recuperar la fe de que realmente sí hay buenas chicas en este mundo... Sé que no hemos tenido esta conversación y que quizá suene a una locura, pero creo que nunca es temprano para hablar de esto.

Se queda quieta, en silencio, aunque parece abrumada, no me aparta la mirada de encima y el brillo en sus ojos oscuros me da esperanza. De repente me siento nervioso, sin embargo nunca estuve más seguro de algo en mi vida.

-Yo... -suelta aire. -El matrimonio siempre me ha parecido un término difícil y una familia... realmente tampoco pensaba si en algún futuro querría hijos. Siempre me ha gustado mucho vivir en el presente y dejarme llevar por el ahora.

-Lo sé, no tiene que ser ahora mismo, apenas llevamos poco tiempo. -alzo sus manos y beso sus nudillos. -¿Pero lo considerarías? Voy a estar de acuerdo en cualquier decisión que tomes.

-Rubén... -Me llama y yo aparto sus manos. No sé cómo interpretar su gesto actual. -Yo te amo y lo que más deseo es estar contigo, hoy, mañana y los próximos veinte años o más... De hecho, hace poco me planteé la idea de que podría pasar esto porque siempre me has dejado en claro lo que querías para futuro, tus planes y deseos.

>>¿Casarme y tener una familia? Se escucha muy serio y difícil, pero realmente lo deseo solo si es contigo. Aunque no me pienso cambiar el apellido.

Me río ante eso último.

-Si me arrodillo ahora mismo, ¿aceptarías?

-¿Sin anillo? -dice burlonamente mientras me rodea el cuello nuevamente.

-Mañana mismo lo compro si me dices que sí.

-Pero dame tiempo para arreglarme las uñas temprano.

Sonrío.

-Lo tomaré como un sí. -me agacho en mi lugar y procedo a alzarla del suelo y caminar hacia las escaleras.

-¡La salsa! -grita, entonces rápidamente la bajo nuevamente al suelo y corro a la cocina a apagar la estufa, tapar la salsa y volver con ella.

-Asunto resuelto. -vuelvo a cargarla entre risas y besos hacia la habitación.

***

-¡Rubén, estoy lista! -Azura me llama desde el piso de abajo, corro apresurado y bajo junto a ella.

-Te ves hermosa. -digo y me acerco a besarla. -¿Nerviosa?

-Un poco, pero la felicidad me gana.

-Entonces vámonos. -tomo su mano y salimos de la casa en mi auto.

Las únicas personas presentes son Chris, Rachel, Hailey y Peter, mi cuñado. Todos nos esperan, ansiosos, pero seguro no más que nosotros. Entrelazo mis dedos con los de mi novia y la veo. Su hermoso vestido negro, su delicado peinado y sus tatuajes se ven espectaculares, no puedo dejar de verla.

-¿Lista?

-Más que nunca.

-Juez, puede comenzar. -le digo mientras no aparto la mirada de Azura.

El protocolo se lleva a cabo, se leen los papeles, hacemos el juramento, firmamos junto con nuestros testigos y oficialmente Azura y yo estamos casados.

Es una locura, hace dos días nos comprometimos, ayer compramos los anillos y la ropa, apenas alcanzamos a avisarle a nuestros acompañantes para que vinieran. Chris casi me mata por hacerlo tan repentinamente, pero no podía negar ser mi padrino, aunque tampoco debería enojarse, se casó con Hailey en las vegas con Michael Jackson de juez, hace un año, también inclinado por un impulso.

Ahora veo por qué somos amigos, pensamos exactamente igual, solo que yo decidí hacer algo más formal y pequeño. Conseguir el papeleo fue fácil, ventajas de ser abogado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.