Nicolás
Termino de leer el contrato por última vez, veo a la mujer frente a mí y asiento pidiéndole un lápiz. Firmo y oficialmente he cerrado mi trato con la editorial. Lucy a mi lado me sonríe y le entrego el papel a la jefa del lugar.
-Será todo un honor trabajar con usted estos próximos años, prometemos cumplir el contrato al pie de la letra. -me dice una vez tiene los papeles en mano.
-Yo también pienso cumplir mi parte con todo gusto. -le doy la mano y ella la recibe.
Nos despedimos y salimos de la editorial, yo siento un revoltijo de felicidad en el estómago porque ya di luz verde para publicar mi primer libro en físico. Además desde que llegué a Nueva York, he tenido muchísimo tiempo libre y mi cabeza no ha dejado de maquinar ideas. He escrito y publicado mucho en diferentes plataformas de lectura y por el momento llevo seis libros completos. Seguramente este no es el primero y último que publicaré. Pero no me aferraré a una sola editorial. Voy a tomarme mi tiempo y ver si la experiencia con esta es buena, ya luego podrán o no leer más manuscritos de mi parte.
-Espero recibir un ejemplar firmado cuando ya los impriman. -Lucy me dice mientras sigue abrazada a mi brazo.
-Obtendrás el primer libro que se imprima, te lo aseguro. -beso su mejilla y procedimos a retirarnos para celebrar.
Algo pequeño, solo nosotros dos, dos copas de vino y poca ropa. Esa última parte es mi favorita. Ya más adelante, podré celebrarlo con mi familia.
***
-La gente está muy emocionada. -Le digo a Lucy mientras leo los comentarios del anuncio sobre mi libro. Ya tengo una pequeña base de fanáticos muy bien establecida y el apoyo es enorme.
-En una semana más recibirás los primeros ejemplares. -dice ella rodeándome los hombros por detrás del sillón.
-El tiempo ha pasado volando. Parece que fue ayer cuando firmé ese contrato. Además ¿viste esa portada? Es perfecta, tal como la imaginaba. -digo señalando la pantalla de mi teléfono.
-La editorial ha hecho un gran trabajo.
-Me dijeron que están interesados en la segunda parte de la historia, pero solo la tomarán si a este libro le va bien en ventas.
-Seguro que le irá muy bien. -besa mi mejilla. -Además acabo de compartir la publicación que subiste, eso ayudará a que llegue a más gente el aviso, si es que no es suficiente con la promoción de la editorial y la tuya.
-Ya decía yo que había más comentarios de lo normal. -sonrío y me giro para jalarla hacia mí y hacer que se siente en mi regazo. -Gracias por la ayuda, esposa de mi corazón.
-Aún no nos casamos, prometido. -aclara pellizcando mi nariz.
-¿Cuál es la diferencia? De todas maneras nos vamos a casar en un mes.
Eso la hace reír.
-Ya quiero que esto se acabe, realmente es un dolor de cabeza planear una boda, Alex tenía razón.
-Yo te propuse casarnos en mayo y dijiste que no.
-No es lo mismo planear una boda en un mes y una en seis.
-Te hubieras estresado igual, te conozco.
Ella me enseña la lengua, burlona y yo me acerco a besarla.
-Mejor no discutamos de esto, estamos en Milán, disfrutando luego de otra semana de moda y demasiadas pasarelas.
-Bueno, creo que no hemos utilizado suficiente el jacuzzi. -digo y señalo la puerta de cristal que da hacia afuera, en nuestro palco privado del hotel.
-Tú solo quieres bañar desnudo. -me acusa.
-No quiero bañar desnudo, a menos que tú lo hagas conmigo. -digo y la cargo, alzándola por debajo de las rodillas y el torso.
-¡No, Nico! -grita intentando bajarse de mi agarre.
Camino hacia afuera mientras patalea. Solo lleva una bata encima, así que no me duele tirarla a la piscina. Por mi lado, me quito la camiseta para lanzarme detrás de ella. Comenzamos a juguetear, riéndonos y lanzando agua al otro. Disfruto mucho de estos pequeños momentos juntos, sintiéndome como un adolescente nuevamente sin poder creer que dentro de poco estaremos casados.
Recuerdo cada momento a su lado, desde el instante en el que la vi por primera vez, la primera mala mirada que me dio, el primer insulto... el primer abrazo, el primer beso y la primera vez en Londres. Sin duda alguna es con ella con la que quiero pasar el resto de mi vida.
***
-¿Siempre te ve así? -le digo a Tere, señalando a su hija pequeña, la cual se encuentra entre mis brazos. La vimos el día que nació, pero ahora es una bebé de siete meses increíblemente adorable. Tiene unos ojos marrones muy grandes y expresivos.
-¿Cómo? -me pregunta mientras dobla una pequeña ropita.
-Así, con ojitos de cachorrito. -Vuelvo a ver a la bebé, la cual balbucea mientras me ve.
-Ah, sí, tiene una mirada que derrite a todo el mundo, especialmente a Tomás. -se ríe y Betsy hace lo mismo mientras lleva uno de sus puñitos a la boca.
-Es la bebé más adorable que he conocido después de Amber. -sonrío nuevamente.
-Lucy, cuida a tu hombre, se ve adorable con un bebé en brazos, cualquiera podría robarlo si lo ven así. -Tere le dice a mi prometida una vez ha regresado de la cocina.
-No le subas el ego, luego querrá que tengamos uno propio solo para verse bien cuidándolo. -le responde.
-¿Qué tendría de malo? -le reclamo.
-Oh no, tengo muchas responsabilidades todavía para tener que encargarme de otro ser humano, por ahora confórmate con tus sobrinos.
Resoplo dramáticamente.
-Mañana es el gran día, ¿Cómo se sienten? -Tere pregunta mientras le paso a su hija.
-Nerviosos, pero hoy nos divertiremos en la cena familiar. Hace mucho que no estaban todos mis hermanos juntos. -Lucy dice y se sienta a mi lado. Amber se coloca frente a mí y comienza a jugar con las manitos de su hermana.
-Aunque diga que no los quiere, adora tenerlos cerca. -digo y ella me ve.
-Toda la vida han sido insoportables, pero sí los quiero. -se cruza de brazos, indignada.
-Mañana sin duda será un día increíble. -rodeo sus hombros con mi brazo y le planto un beso en la mejilla. Eso la hace sonreír.