Siempre juntos Chicos (sc Libro #3)

Extra: Gisele

Gisele

Terminar el colegio para mí es cerrar una etapa de mi vida. Los años pasaron volando como si nada. Recuerdo mi primaria, que fue cuando nos mudamos a California y luego mi preadolescencia donde me divertí mucho junto con mis dos mejores amigos.

Estoy de regreso a Londres, lo cual me duele porque dejé una parte de mi vida nuevamente. Pero esto no es nada nuevo, ya me he mudado de país dos veces en el pasado. Sin embargo, ahora es diferente a las anteriores, ya que tengo a alguien que me espera, alguien que será parte de mi nueva etapa.

El avión aterriza, Nicolás me ayuda con todo mi equipaje, el cual es mucho porque prácticamente traje la mitad de mi vida a Londres. Mi hermano no se queja, ya me conoce y sabe que todo lo que traigo es completamente necesario.

Una vez mis cuatro maletas grandes están conmigo, caminamos por el aeropuerto y a lo lejos veo a Ethan esperándome distraídamente con un peluche y un globo con helio amarrado a él.

Él finalmente nota mi presencia, ya que Peyton le golpea el brazo. Sonrío por lo tierno que es y corro directamente a él para abrazarlo. Él me recibe con los brazos abiertos y casi caemos al suelo por el impacto.

-Bienvenida. -me dice y me separo de él para darle un beso que he estado guardando desde la graduación de Nico, que fue la última vez que lo vi.

-Te extrañé. -le digo y él sonríe un poco sorprendido ante mi acción anterior.

-Yo también, afortunadamente ya no lo haré más por un tiempo. -sonrío nuevamente y lo observo fijamente a los ojos.

-Que viva el amor. -escucho a Peyton a un lado de nosotros y me río soltando a Ethan. -Nic, quita esa cara. -le dice a mi hermano, quien ni siquiera levanta la cabeza, solo gira los ojos.

Aún no se acostumbra a esto, pero tendrá que hacerlo eventualmente.

-Bienvenida. -La pelirroja me abraza.

-Gracias, ¿No trajiste a tus hermanos? -le pregunto.

-Tyler le tocaba examen y Ulises está en clases de piano. Pero no te preocupes, tendrás mucho tiempo para verlos. -dice tomando mis hombros y sonriéndome.

Peyton me ofreció posada en su casa para que papá no tuviera que pagar la residencia o un apartamento.

La madre de Ethan también ofreció lo mismo, pero papá no vio demasiado prudente que viviera bajo el mismo techo que el chico con el que salgo. Por ende estaré viviendo en la mansión Edevane.

Maxton, el padre de Pey es un hombre muy amable, incluso me ofreció un chofer para que me lleve de ida y vuelta a la facultad a diario. No quiero aprovecharme de su amabilidad, pero insistió que no es molestia, tiene habitaciones y autos de sobra.

Tomo el peluche y ambos chicos me ayudan a llevar todo a la camioneta de Pey.

En casa de los Edevane, me reciben con una cena, mi comida favorita. Incluso la madre de Ethan está ahí, ella misma ayudó con la bienvenida. Realmente estoy bastante contenta de haber decidido venir a estudiar aquí.

-Te arreglamos una habitación, es amplia, pero si quieres puedes usar la mía cuando me vaya a los Ángeles. -Peyton me dice sentándose a mi lado.

-¿Cuándo te irás? -le pregunto.

-El próximo mes. Ya compré un apartamento para mí y mi novia.

-¿Ella irá contigo?

-Sí. -Asiente y sonríe entusiasmada. -Ella se ofreció a ir, tal vez sea algo precipitado, pero ambas estamos felices. -se encoge de hombros. -Aún no llevaré a Ulises, dice que quiere terminar la primaria y Tyler la universidad. Papá se retirará para entonces y se irán juntos. En ese momento ya te habrás graduado, así que no te preocupes, tendrás compañía en casa.

-Será un poco raro sin ti. -digo y abrazo más el peluche que Ethan me dio.

-Sobrevivirás. -me guiña un ojo y ve al animal de felpa que sostengo. -No te ha pedido ser su novia, ¿verdad?

-¿Qué?

-Bueno, llevan saliendo desde que estuviste en Londres el año pasado y según lo que sé, no han oficializado la relación.

-Tarde años en confesarme, unos meses hablando realmente no son nada. Además no queríamos una relación a distancia. Supongo que eventualmente lo oficializaremos porque ya no estaremos lejos. -me encojo de hombros.

-Nunca he visto a Ethan verdaderamente enamorado, pero se nota que realmente le gustas mucho. Pasó días buscando el peluche perfecto para dártelo. -se ríe y yo observo lo que tengo en brazos.

-¿En serio?

-Sí, quería darte algo y yo le sugerí flores, pero se negó, quiso ser diferente. Le dije que los peluches son de mala suerte en las relaciones, replicó que él no cree en esas cosas, así que igual lo compró.

El peluche es prácticamente una bola redonda con orejas y cola. Es un gato, con varios colores, muy parecido a Silver Winter, mi gato persa. Es adorable.

-Bueno, yo tampoco creo en eso de la mala suerte con peluches. -digo y abrazo nuevamente al animal. -Me encantan, traje los que uso para dormir y al parecer tengo otro más para la colección.

-Realmente eres una ternurita. -pellizca mi mejilla mientras arruga la nariz.

-Gis, te trajimos algo. -Nico dice entrando a la casa con Ethan detrás. Salieron hace rato y no sabía dónde andaban, pero me da igual, ya que me traen donas de chocolate.

-Son los mejores. -digo y le arrebato la caja a mi hermano para comerme una.

-Pensé que te habías llenado en la cena. -dice él.

-Nico, en mi estómago siempre va a haber un hueco para una dona glaseada.

***

-Creo que mejor deberías irte. -le digo a Ethan y este parece ignorarme mientras sigue acomodando ropa en los cajones.

-Déjame ayudarte a desempacar completamente.

-Tengo tiempo para hacerlo yo sola. -replico cerrando el cajón de mi buró.

-Pero quiero ayudarte. -se gira hacia mí y vuelve por la maleta que tengo enfrente abierta sobre la cama.

-Ya es tarde.

-Pues me quedo a dormir. -alza el mentón y escuchamos un carraspeo en la puerta.

-Ni en sueños. -Nico dice mientras entrecierra los ojos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.