Siempre Mia, 2.

Dos:

Mia:

 

Tu hermana me conto que el fantasma de tu mama apareció.mi papa me miro analizándome y yo suspire.

Esperaba que no tuvieras nada que ver con eso.Largo el humo del cigarrillo y lo apago contra el cenicero aunque le quedaba una mitad que fumar.

¿Te molestaría que yo haya tenido que ver con eso?entre cerré los ojos y me apoye en mis rodillas.

Si, bastante, ya que cuando yo me quejaba y lloraba porque me sentía mal porque Gianella no tenia mama eras tu el que me decía que ella se lo perdía y no se cuanta mierda mas.

Mia...mi papa suspiro y yo me levante del sofá molesta.

Si has tenido que ver con ella, la ayudaste a venir...-—El solo me miraba por encima de sus anteojosNo...tu has sabido todo este tiempo donde estaba ella y no me has dicho nada.y como dicen el que calla otorga y mi papa no dijo nada.

Cuando llegue a casa ya no estaba enojada, estaba triste y me sentía traicionada, Caden y Gigi dormían en el sillón mientras las caricaturas estaban en la televisión, subí a mi cuarto y me puse una remera de Cad y me senté en la cama a llorar. Odiaba tener que pasar por estas cosas, no me arrepentía de las decisiones que había tomado pero a veces extrañaba mi vida de persona normal.

¿Y ahora que paso?Caden se sento a mi lado y yo lo abrace.

Mi papa ha sabido todo este tiempo donde estuvo Shannon y el la ayudo a venir.me apretó contra el y levante la cabeza para verlo tenia el ceño fruncido y suspiro.

—Promete no me vas a dejar.-—Fruncí el ceño y me aleje.

Siempre y cuando no hayas hecho nada malo.—parecía iba a llorar y era raro porque Caden no lloraba, nunca.

Tu papa me conto que tu mama iba a venir y que sabia donde estaba.senti una sensacion horrible en el pecho y trague duro.—Debí decirte pero no se porque no lo hice, no tengo excusa solo estábamos tan bien y tranquilos, no quería alarmarte.

—Respire hondo y me saque su remera.—Yo creo deberías irte unos días donde tu padre.—frunció el ceño y negó.

—No, dormiré en el sofá o en la habitación de Gianella pero no me voy a ir.—Me puse la ropa que tenia antes y agarre mi mochila.

-Bien, perfecto, duerme donde se te de la gana, me voy yo.-Gigi bostezo en la puerta y me miro con cara de enojada.-nena ve y agarra tu mochila y tu pijama vamos a dormir donde papa James.-ella sonrió y salió corriendo.

-Mia no hagas esto.-Caden comenzó a seguirme mientras yo ponía un poco de ropa y mis cosas en la mochila.

-No te estoy dejando, solo que ahora no quiero verte, ni saber de tu existencia, ni nada que tenga que ver contigo.-Vi la mirada que puso y me mato, me rompió por dentro saber que yo era la causa de esa mirada.

-Por favor...-Suspire y cuando Gianella apareció negué.

-¿Me pasaras las llave de la camioneta o me voy caminando?-Caden cerro los ojos con fuerza y se metió la mano en el bolsillo sacando las llave.

-Te amo.-me susurro lo mire y los ojos ya me habían empezado a arder de nuevo.

-Nos vemos...-Dicho eso tome a Gianella de la mano y nos fuimos.

Papa James nos abrió la puerta y Gigi corrió a abrazarlo, luego entro y se puso a molestar a los mellizos que jugaban videojuegos.

-¿Qué ha pasado?-Papa James me miro mientras me daba una cerveza.-¿Qué hizo Caden ahora?

-Mi padre sabia donde estaba mi mama, todo el tiempo lo supo y la ayudo a volver, le dijo donde vivía, donde estudiaba Gianella y Caden sabia que mi papa tenia comunicación con ella y sabia donde estaba y no me dijo nada.-

James era un hombre que había criado a 5 niños solo, 5 niños que hoy eran hombres maravillosos, que cometían errores pero hacían lo que fuera para arreglarlos y que nunca me habían dejado sola, aunque no tenían porque estar conmigo. Sin embargo la cara que puso papa James no me gusto y en tres años que había pasado a su alrededor me di cuenta que, por su expresión, el también sabia.

-Ya veo, yo era la única que no sabia.-estaba molesta, decepcionada.

-Hija no era nuestro deber decirte, ni siquiera el de tu padre.

-De ti lo entiendo, de quien no lo entiendo es de Caden, nosotros no teníamos secretos, la verdad siempre la teníamos que decir, aunque doliera.-Senti un dolor punzante en la boca del estomago y me retorcí.

-¿Estas bien?-respire profundo un par de veces y asentí.

-Demasiadas cervezas ya no hacen bien.-sonreí entre medio del dolor que disminuía.

-¿Ya has tenido dolores así antes?-Papa James me dio un vaso con agua y lo tome de un solo sorbo.

-No tanto, solo después de haber bebido un poco de más, no creo sea nada serio.



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En el texto hay: amor, badboy, pandillas

Editado: 06.01.2019

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