Dieciseis

Caden:

Mi corazón latía con fuerza y sentí que todo en mi se rompió cuando el auto en el que iba mi familia exploto. Disminuí la velocidad y gire en U para llegar a donde Mia estaba, Gianella no dejaba de llorar y en este momento yo lloraba como ella. Jamas en mi vida había llorado de esa forma, jamas había sentido ese dolor en mi pecho, esa sensación de que mi vida se estaba yendo a la mierda. 

  — ¡Alto ahí! 

Gianella y yo paramos donde estábamos, habíamos bajado corriendo del auto solo para ver que todos estuvieran bien o por lo menos vivos.

  — Gigi...—Shannon apareció justo detrás de todos los hombres que nos apuntaban. 

  — La mataste.— Gemí con dolor.— Mataste a todos. 

Gianella lloraba asustada, sin entender nada de lo que sucedía. 

— Tenia que hacerlo, ella no quería darme a mi hija. 

— No soy tu hija.—Gruño Gianella.—Mi mama es Mia.

Shannon cerro los ojos con dolor y suspiro. 

  — De todas formas te vienes conmigo o también matare a Caden. 

Gianella abrió los ojos, rojos, hinchados y lleno de lagrimas. La mire y suspire. 

— No te harán daño, voy a estar bien, todos vamos a estarlo, te voy a recuperar, te lo prometo. 

Gianella me abrazo y beso mi mejilla tantas veces que esperaba no poder volver a olvidar algo de este niña. 

— y tu eres mi papa.

Dijo antes de correr hacia el demonio que tenia como madre biológica. Así como apareció, en menos de un minuto se fueron. 

"—En otras noticias, hubo una misteriosa explosión en un auto sobre la carretera estatal sobre la zona rural. La policía investiga pero dicen que se trata de un ajuste de cuentas, muy probable entre las bandas criminales mas peligrosas del país y quizás del mundo. Ha habido varias victimas en esta horrible guerra que se desato, hoy James Harrison ha sido el que peor parte se llevo falleciendo camino al hospital. Mia Reyes, que no se sabe cual es la relación que tiene con los Harrison, también esta en grave estado."

Apague la tv que solo hablaban pura mierda, querían saberlo todo, quienes eramos, que había pasado, si eramos malos o buenos, pero nunca preguntaban como estábamos. Mire a Steven que no despegaba la vista de la cama en donde Mia estaba tendida, como si el hecho de ella estando en ese estado fuera su culpa. Camino al hospital no dejaba de preguntar por ella y que el debía cubrirle la espalda, los médicos me habían dicho que era parte del shock, sin embargo sabia que tenia que ver con la pelea que habíamos tenido en casa antes de que todo esto pasara. 

  — Stev.— El levanto la vista y sus ojos se pusieron aun mas rojos y llorosos.— No es tu culpa, ella va a estar bien. 

La puerta se abrió y George entro arrastrando a Josh en su silla de ruedas, el se había fracturado la pierna y había obtenido un corte en el brazo. Me acerque a ambos y los abrace, nuestra familia estaba pasando por una etapa horrible que teníamos que superar juntos. 

— Vamos a estar bien. 

Matthew y Tania estaban organizando todo lo que tenia que ver con el papeleo, nadie mas que ellos podían hacer eso ya que eran los mas inteligentes y los únicos capaces de no romper todo en un ataque de ira o tristeza. 

— ¿Como esta Mia?

— Dijeron que va a estar bien, tiene varios cortes en la cabeza y están esperando reaccione pero es muy probable que no recuerde, no saben si a largo o corto plazo. 

La cara de mis hermanos se volvió aun mas triste. Me acerque a Mia y bese su frente, ella se veía vulnerable y débil, dos adjetivos que nunca había esperado usar con ella. Aun cuando le dispararon o cuando estuvo enferma no se había visto de esta forma, probablemente ella no entendiera que sucedía cuando despertara pero sabia algo en ella iba a faltar y esperaba poder recuperar a Gianella antes de que ella recuperara su memoria. 

Matthew entro con esa cara que ponía solo cuando estábamos rodeados de otros miembros de la pandilla y dos personas entraron con el, trague nervioso, no tenia mi arma y no sabia de que otra forma podía proteger a Mia. 

  — ¿Caden?

Levante la vista confundido y sonreí negando sin poder creer como no había reconocido a uno de los hombres que entro.

— Jason, ¿Volviste a recuperar a Mia?

El sonrió y negó divertido. 

— Vengo a hacer que tu vida, la de Mia y la de Gianella pueda ser normal. 

Alce una ceja y me cruce de brazos, mirándolo divertido. El no tenia ni puta idea de nuestras vidas y no importaba todo el dinero que tuviera o los contactos que su padre le hubiese heredado, el no podía ayudarnos. 

— Somos del FBI.

O tal vez si. 

Steven:

Caden salio del cuarto con Jason y el otro hombre, mis hermanos, Tania y yo, nos quedamos en silencio, sin saber que hacer o decir. Preocupados por lo que sea que el FBI tuviera que hablar con Caden.