Desperté totalmente adolorida, me dolía el hombro, de seguro que había perdido mucha sangre todo mi cuerpo lo sentía dormido.
Me encontraba sobre una cama, en esta habitación había una gran ventana que daba hacia el jardín. Trate de levantarme para observar algo que me indicara donde estaba. Y fue un grave error si no fuera porque me apoye sobre la cama, me habría desplomado sobre el piso. Puse todo mi fuerza de voluntad para levantarme e ir hacia la ventana.
Estuve apunte da caer varias veces. Cuando lo logré trate de examinar lo más que pude en donde me encontraba, solo podía ver árboles y más árboles, era todo lo que mi visión acaparaba.
Ahogue un grito al saber que me sería imposible poder escapar de aquí.
Me encontraba aburrida habían pasado ya varias horas y nadie venía con intenciones de matarme u otra cosa, soy realista para que mas me secuestrarian.
Aún tenía el hombro cubierto de sangre ya seca, no me había limpiado por la simple razón de que alguien pudiese entrar, pero al parecer eso no pasará así que decidí darme una ducha.
Al salir del baño y vestida con el mismo vestido manchado de sangre me puse a mirar por la ventana, teniendo la esperanza de que encontraría algo más que cuando revise la primera vez.
Nada. Nada.
La puerta fue abierta dejando entrever a un vampiro. No recuerdo su nombre, pero recuerdo él día en que me presentaron frente a los otros vampiros, una mujer y él fueron los únicos que no se inclinaron ante la presencia de Blake.
-Por fin despertaste.--Dijo socarrón.
Tenía unas ganas de decirle: No como crees aun sigo dormida. Pero me tuve que morder la lengua ya que provocarlo no sería lo más inteligente.
-Sí.--Afirme apretando los dientes.
-¿Sabes? Me da curiosidad el porqué una simple humana podría ser compañera de Blake, aunque creo que existe más de una razón.--Dijo acercándose lentamente hacia mí. No sabía a que se refería, solo sabía que no quería que se acercara a mí.
-¿qué es lo que quieres de mí?--pregunté, con clara irritación.
-De tu parte, nada; como te habrás dado cuenta yo quiero el poder y para eso tengo que deshacerme de Blake y que mejor manera que con su alma, eres la mejor opción para matarlo y no puedo desaprovechar esta oportunidad. --dijo con una sonrisa siniestra.
-Y porque crees que Blake se dejaría morir por una humana que acaba de conocer hace poco.--Traté de ser lo más cruda posible y no demostrar angustia.
Su rostro se desfigura un momento para reponerse de nuevo, parecia que mis palabras lo habían descolocado.
Así que decidí seguir hablando:
-Además yo solo soy su alimento porque mi sangre le parece más rica no significa que no pueda seguir su vida sin mí.
Pareció haberse dado cuenta de algo, entonces se empezó a acercar a mí.
-Vaya que Blake te a dejado en claro tu lugar por lo visto.--Estúpido vampiro, ya verás.
Le dije a Blake que hiciera algo con él.
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-¿Cómo es posible que no sepas donde esta?--gritó estrellando una de las sillas contra la pared desrullendola de inmediato. Ann dio un salto en su lugar tratando de volverse un ovillo. --Te dije que la cuidarás.
Ann intento no llorar, ella sabía lo que había prometido y no lo cumplió, mas su preocupación era por lo que esos vampiros podrían llegar a hacerle, ella solo era una humana no tendría como defenderse, pensó. Si algo le pasaba a Kheily Blake jamás se lo perdonaría.
-Lo siento.--dijo manchando su rostro con lágrimas de sangre.
En eso momento James entro a la habitación hecho una furia.
Había escuchado los gritos desde afuera de la casa, sus pensamientos lo traicionaron llegando a un único culpable, él. Él la dejo sola en aquella fiesta dejándola a la merced de todos.
-Tenemos que encontrarla. No sirve de nada que le grites.--Dijo James.
Blake trato de tranquilizar la bestia que exigía salir. Tenía que hacerlo si quería encontrar a Kheily.
-Andrew--llamó. El aludido apareció.--quiero las cámaras de vigilancia de ese lugar.
Las cámaras dejaron ver a un James molesto y a una Kheily estrezada.
-¿Qué hacías ahí?--preguntó con voz dura.
James no se amedrento ante el tono de voz de su padre.
-Tenía ganas de ir.--dijo con soltura.
-¿Qué le estabas reclamando?--Su voz dejaba entrever que estaba perdiendo la paciencia.
Solo hubo silencio de su parte.
Blake decidió dejar el tema para después ya que ese no era su principal problema ahora, solo quería recuperarla.
Las cámaras solo dejaron ver a un vampiro al que no conocían acorralar a Kheily, Blake sonrío al ver la astucia de Kheily al tratar de escapar de su captor, sin embargo eso no bastó, su sonrisa se esfumó al ver como aquel vampiro bebía de ella y Kheily se desvanecía en sus brazos.
Ninguno reconoció al vampiro que había mordido a Kheily.
Todo se quedo en sepulcral silencio.
Blake se levantó y se marchó a su habitación, destrosaria todo lo que encontrará a su paso.
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No se cuanto tiempo me encontraba encerrada, no podía creer que Blake aun no me encontrará. Ese tipo venía todas las mañanas a amargarme la vida, era insoportable, no se cuanto más resistiré sin gritarle sus verdades.
Hablando del rey de Roma. Rodé los ojos al ver su sonrisa. En definitivamente poseía una belleza sobrenatural, pero todo se arruinar con su personalidad ¿Por qué Dios?
-Aún no entiendo que es lo que quieres conmigo.--dije.
-Lo divertido recién esta por pasar.--dijo acercándose peligrosamente a mí. Su mano cubrió mi cuello y lo empezó a estrujar.
Mis labios se abrieron, trate de conseguir que así el aire llegará a mis pulmones. Y no lo conseguía, no quería rendirme y dejarme morir, tenía que luchar. Estuve por perder la conciencia, al parecer el monstruo que me sujetaba se dio cuenta ya que sin la menor delicadeza me dejo caer. Mis rodillas chocaron contra el piso y dolía mas no era peor al dolor que sentía en el cuello, traté de recuperar todo el aire perdido, pero cada bocanada de aire solo me lastimaba.