Y en otro par segundos Blake se encontraba bajo el marco de la puerta, nuestros ojos se encontraron, su mirada transmitía odio, preocupación y al mismo tiempo aliviado, claro que su odio no iba dirigido a mí, si no al vampiro me se juntaba del cuello.
-Tan bajo has caído como para que tengas que protegerte detrás de una humana--no niego que sus palabras me hirieron aunque supiera porque lo hacia--déjala y arreglemos esto de una vez por todas.
El rostro de mi captor era de un desquiciado, sus ojos estaban inyectados de angustia y rabia, una mala combinación. Su mano ejerció más fuerza sobre mi cuello, como pude logre contener las lágrimas que amenazaban con salir, eso no paso desapercibido por Blake quien me miro con preocupación.
Con la mano que sostenía el arma empezó a sobar su cabeza con rudeza, dándole un toque maniático.
Se encontraba asustado, no sabía que hacer ya que se encontraba acorralado, Blake lo había descubierto y esta vez no daría oportunidad para que escapara empezó a caminar de espaldas hacia el ventanal por consiguiente yo también.
Blake se acercó más, pero parecía que se alejaba.
Una vez lo suficiente cerca del ventanal tiro de mi cuerpo hacia adelante y él atravesó el ventanal con su cuerpo rompiendolo de inmediato.
Blake me cubrió con su cuerpo para evitar que los trozos de vidrio cayeran sobre mi cuerpo. Me ayudó a levantarme con la mirada puesta en todo momento sobre mí tratando de no lastimarme, ahora con nuestras miradas conectadas solo podía ver cariño reflejado en ellos, sus manos viajaron hacia mis mejilla rozando mi cuello provocando que hiciera una mueca a que el con delicadeza me hizo levantar el rostro.
Su mandíbula se apretó con fuerza por un momento desvío la mirada.
-No es tu culpa.--le dije, no quería que se sintiera culpable por algo que el no hizo. Su mirada se poso sobre la mía. Se sentía apenado, lo sabía, a pesar de la situación traté de regalarle una sonrisa.
Él también sonrío de una manera tan sexi que podría tirarme sobre él y besarlo.
Al parecer me leyó la mente ya que con suma delicadeza llevo su mano hasta mi nuca para atraer mi rostro y unir nuestros labios en un dulce beso.
Le sonreí de nuevo. Mi cuerpo se encontraba débil.
-Dormiré.--Solo salio un susurré de mi parte antes de caer inconsciente, mi cuerpo no impacto contraer suelo si no que fui sujetada por Blake.
Al despertar Blake se encontraba junto a mí, observándome como si fuera uno de los cuadros más exquisitos del mundo, sin apartar la mirada de mí me ofreció su muñeca para beber de su sangre y así lo hice.
-Gracias. Blake...--había pensado mucho en lo que le iba pedir, necesitaba que lo hiciera.--convierteme.--Se veía confundido lo sé.--No siempre vas a poder salvarme y no quiero ser más la damisela en apuros.
-No voy a permitir que te vuelvan a dañar.--aseguró.
-Sé que lo harás, pero seamos honestos tienes muchos enemigos y para ellos yo soy una presa fácil.--dije con la mirada suplicante. Sé que el también lo entendía ¿por qué no quería convertirme? De todas formas lo haría en algún momento ¿no?
Sus manos sujetaron mi rostro y lo alzó, nuestras miradas conectaron, tal vez intentaba averiguar atraves de mis ojos si estaba segura de lo que pedí y así era, estaba segura de querer convertirme.
-Lo haré.--me dijo. Tuvo intenciones de besarme, pero fuimos interrumpidos por dos vampiros, Andrew y una mujer a la que no conocía.--¿Qué haces aquí Verónica?--preguntó Blake con voz dura.
-Necesito tú ayuda.--Su mirada se dirigió a mí, se veía dudoso en que hacer si quedarse conmigo o irse con ella, yo asentí despacio con la cabeza.
-Esperame abajo.--La tal Verónica desapareció en un segundo.
-Lo haremos esta noche, prepárate.--dijo para irse.
-Espera,--Andrew se detuvo--¿Quién es ella?--dije frunciendo el ceño.
-No soy la persona indicada para darte esa respuesta.--se fue. Maldición ahora ya me quede con la curiosidad y Ann no está para preguntárselo.
Me dirigí hacia el jardín de la mansión necesitaba aire. En el jardín se encontraba James mirando hacia el bosque.
Me acerque a él lo más silenciosa posible aunque de seguro ya sabía que estaba ahí.
-Que es tan interesante para que mires con tanta atención.--dije.
-El solo apreciarlo--me respondía sin mirarme aún. --Cómo te encuentras.--ahora si que me miro.
-Bien, supongo. Aun estoy viva así que bien.--respondí desinteresada.
-Me parece bien, porque de lo contrario no podrías divertirte con Aron.--¿Quién es él? Hubo necesitadas de preguntar James me respondío.--El vampiro que te secuestro.
Perdóname Dios por todas las maldades que pasan por mi cabeza, pero ese malnacido tiene que pagar por lo que me hizo.